Tuesday, August 2, 2011

El Anhelo Por La Casa De Dios

¡CUAN amables son tus moradas, oh Jehová de los ejércitos!
Codicia y aun ardientemente desea mi alma los atrios de Jehová: Mi corazón y mi carne cantan al Dios vivo. Aun el gorrión halla casa, Y la golondrina nido para sí, donde ponga sus pollos En tus altares, oh Jehová de los ejércitos, Rey mío, y Dios mío. Bienaventurados los que habitan en tu casa: Perpetuamente te alabarán (Selah.)-Salmo 84:1-4
 
“Porque mejor es un día en tus atrios que mil fuera de ellos. Escogería antes estar a la puerta de la casa de mi Dios, Que habitar en las moradas de maldad.” ¡Cuan contento estaría nuestro Señor Jesucristo si Su iglesia tuviera este anhelo!  El autor del salmo 84 sabía los beneficios de morar en la casa de Jehová. Por lo tanto deseaba estar en el santuario que estar en otras actividades. Contrario a la iglesia en estos tiempos, la cual ha perdido el anhelo por la casa de Dios.


Habitar en la casa de Dios no es una prioridad para la iglesia en estos tiempos. El trabajo y las preocupaciones han tomado precedencia. El anhelo por pasar tiempo en la casa de Dios se ha perdido. Para muchos, el tiempo que pasamos ‘es demasiado’ y aun critican aquellas congregaciones que dedican mucho tiempo en el santuario. El tiempo de los ‘cultos’ o asambleas santas cada vez lo vemos más reducidos, mientras que las actividades sociales se han aumentado. Los pastores tienen miedo que los miembros se ‘aburran’ o se ‘duerman.’ Tratan de acomodar el tiempo y el horario para beneficiar a los miembros, olvidándose de los beneficios que tendrán los miembros si permanecen en la casa de Dios.  
  
El verso 3 del salmo 84 relata a que aun los pajarillos tratan de hacer su nido lo más cercano posible de los altares de Jehová. Si los pajarillos conocen la bendición de estar cerca de Su morada, ¿cómo es que la iglesia, la cual tiene la oportunidad de entrar a Su morada, no tiene el anhelo ardiente de llegar a la casa de Dios? Entiendo que las asambleas santas se han desviado del propósito principal. En estos tiempos hay muchos programas que han tomado lugar del servicio y culto a Dios. Aun así, lo importante es llegar a Su casa. El solo hecho de estar en Su casa produce bendición y liberación. Porque sabemos que el Espíritu de Jehová está presente. Y donde está el Espíritu de Dios ¡ahí hay libertad!

Cuando llegues a la casa de Dios, vete inmediatamente al santuario. No te entretengas saludando o hablando. No desperdicies el tiempo. Ve y arrodíllate delante de tu Dios y dale culto a Él. Derrama tu corazón delante de tu Salvador y no te importe lo que sucede a tu alrededor. Gózate en Su presencia; disfruta ese tiempo de comunicación con El. Cada persona es responsable de cómo usa el tiempo cuando llega al santuario. No seas tú uno de esos que llega a la casa de Dios a socializar. Aprovecha el tiempo en el santuario y dale gloria y honor a quien gloria y honor merece, Jesucristo, tu Salvador. Recuérdate que muchos desearían tener la oportunidad de libremente adorar al Señor, o de llegar a la casa de Dios. Pero están restringidos por la situación que sea. Unos están en el hospital, otros en la cárcel, otros tienen problemas de gobierno, etc. Tú que tienes el privilegio, la libertad, y la oportunidad, no desperdicies ese momento precioso que es estar en Su casa. Nunca es demasiado, cuando se anhela estar en ¡Su casa!




 

1 comment:

Cristiano Maniquí

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