Saturday, December 28, 2013

Predicar con Excelencia


(Juan 4:4-26)

El pasaje de Juan 4 del 4-26 relata el encuentro de la mujer Samaritana con Jesús. A Jesús “le era necesario pasar por Samaria” (v.4). ¡Qué hermoso que el Maestro se interesa por UNA alma! ojala todo Predicador, Pastor, hijo de Dios tuviera ese sentir; ¡el sentir que hubo en Cristo! Predicar sin importar la cantidad de personas, ni el lugar de la predicación. La predica de este pasaje bíblico es una de las más influyente, significante predicas dada por Jesús. Es aquí donde ¡El revela su identidad! Jesús se acerca a una mujer, pero no solamente a una mujer, sino a una ¡samaritana! Y se dio a conocer a ella; El revelo su secreto íntimo a esta mujer no aceptada por el Sanedrín. Jesús rompió todos los parámetros sociales ya que los samaritanos y judíos no se llevaban entre sí. ¡Que predica/mensaje de poder fue el que el Maestro predico en esta historia bíblica! Y se la predico a ¡UNA SOLA PERSONA!
El Cristo de la gloria vino a la tierra, dejando Su casa, familia, gloria para reconciliar al hombre con Dios mediante Su sacrificio en la cruz ¡Único sacrificio aceptado por el Padre! No existe otro camino o sacrificio para reconciliar al hombre con Dios...SOLO la sangre de Jesucristo lo hace posible!
Jesús se humillo y vivió en humildad por amor a la humanidad. El no escatimo Su propia vida para congeniar la relación entre Dios y el hombre. Jesucristo es el ejemplo perfecto de amor y humildad. ¿El Maestro serle necesario pasar a salvar un alma? Jesús preparo el ambiente (enviando a Sus discípulos a comprar alimento) para estar a solas con esta hija de Abraham que necesitaba ser liberada, sanada y restaurada. En realidad Él  no tenía hambre física, sino hambre espiritual, hambre de ministrar esa vida. Esto se observa cuando los discípulos regresaron y Él no comió  y le respondió: Entre tanto, los discípulos le rogaban, diciendo: Rabí, come.32 Él les dijo: Yo tengo una comida que comer, que vosotros no sabéis.33 Entonces los discípulos se decían entre sí: ¿Le habrá traído alguien de comer?34 Jesús les dijo: Mi comida es que haga la voluntad del que me envió y que acabe su obra” (Juan 4:31-34). Jesucristo siempre estuvo, mientras vivo en el planeta tierra, y aún continúa intercediendo al Padre por la humanidad; deseando que todos vengan al arrepentimiento y se añadan a la familia del Reino Celestial. Por lo tanto, el Salvador del mundo, Jesucristo, haría lo que fuera necesario por la salvación de UN alma.
Algunos no quieren predicar a una audiencia pequeña. Solo le interesa cuando son invitados a grandes audiencias. Estos muchas veces cambian el mensaje el Espíritu Santo le ha dado de antemano cuando se dan cuenta que no hay muchas personas presente. Contrario a esta actitud es Jesucristo. Él desea que tratemos toda audiencia con el mismo anhelo y alegría, así como Él le predico y se revelo a la samaritana. Nunca sabremos a quien predicamos. Pueda ser que le estemos predicando a un Pablo, Isaías, Jeremías, Abraham, Jacobo, Josué, Samuel, etc. Rara vez sabemos los resultados de nuestras predicas; de ese mensaje el Espíritu nos llevó a enseñar.  Debemos ser sensibles al espíritu y ver cada persona como necesitada de una ministración del Espíritu.  Sin importar que se esté predicando a una audiencia de pastores, ministros, siervos, ovejas, gobernantes, príncipes, de ambulantes, etc. Todo estamos en necesidad de una ministración y visitación personal del Espíritu Santo. Por lo tanto, cuando el Espíritu Santo insta a un mensaje, aunque en ese momento no observemos o se testifique del resultado del mensaje en las vidas de los oyentes/audiencia, debemos proseguir con la misma energía y entusiasmo. El Espíritu es el único que sabe la necesidad personal de todo oyente presente. Dejémonos guiar por el Espíritu y no permitamos que la mente divague a nuestro propio entendimiento.  Satanás lo que desea es contristarnos y desanimarnos para que no continuemos llevando el mensaje de Jesucristo a las vidas, para arrepentimiento, sanidad, liberación, edificación y consagración. Siempre tengamos en cuenta que la Palabra leída NUNCA retorna vacía. El Espíritu se encarga de hacer que esta actúe en el necesitado. Solo prediquemos el mensaje de Jesucristo, a una o millares de personas, con el mismo amor, pasión, entusiasmo, carisma y dedicación, sin importarnos la cantidad o calidad de los oyentes. Jesús nos encomendó llevar Su mensaje, sembrar la semilla, ¡el Espíritu se encarga de producir los frutos!
¡Prediquemos el mensaje del Maestro sin cesar ni mirar a quien!

 

 

 

 




 
 
 
 
 

Wednesday, December 25, 2013

Encuentro Personal


“Ya no creemos en El por lo que tú nos dijiste, sino porque nosotros mismos le hemos oído y estamos convencidos de que Él es verdaderamente el Salvador del mundo" (Juan 4:42b BLA).
En el capítulo 42 de Job (versos 1-6) leemos la respuesta de Job a Dios, “…de oída te había oído, mas ahora mis ojos te ven…” Estos versículos revelan que Job no tenía una relación personal con Dios. Job conocía al Dios de Israel solo de lejos. Al igual que Job, Jacob conocía al Dios de sus padres por herencia, pero no había tenido un encuentro personal con ese Dios. Hasta el versículo 30 del libro de Génesis cuando Jacob dijoY llamó Jacob el nombre de aquel lugar, Peniel; porque dijo: Vi a Dios cara a cara, y fue librada mi alma” entonces Jacob conoció al Dios de sus padres. El alma de Jacob fue librada solo hasta después de ese encuentro. Conocemos la historia de Jacob, el engañador, mentiroso, etc. Pero, después de ese encuentro, Jacob fue un nuevo hombre, y pudo encontrarse con su hermano Esaú y pedirle perdón.  Hasta ese momento, Jacob lo que pensaba era como escaparse del enojo de Esaú. Planificando sus propias estrategias para conseguirlo. Existen otros pasajes bíblicos donde encontramos hombres, que aunque conocían de Dios, no conocían a Dios en un carácter personal; no habían tenido un encuentro personal con Dios.  Unos de estos son Moisés, también Samuel, Abraham, etc.
Desde la creación, la intención de Dios era de tener una relación personal con Su creación. La mujer Samaritana, después de tener un encuentro personal con el Mesías, su vida cambio. Ella había escuchado que venía el Mesías, pero no tenía entendimiento de la magnitud de su aparición. Según su propio relato, ella vivía una vida en pecado, en fornicaciones y adulterios. Pero al encontrar al Salvador del mundo, recibió su liberación personal. No como ella pensaba y esperaba, que el Mesías vendría a libertar la nación de Israel, el Salvador trajo libertad personal a su vida. Después de obtener su liberación, la samaritana corrió a compartir su experiencia, el evangelio, con sus hermanos samaritanos. Estos le creyeron y vinieron a buscar a ese ‘Hombre’ del cual la samaritana hablaba. Al encontrarse personalmente con Jesús y confirmar el reporte de la samaritana, expresaron: “Ya no creemos en El por lo que tú nos dijiste, sino porque nosotros mismos le hemos oído y estamos convencidos de que Él es verdaderamente el Salvador del mundo.” Estos al tener su propia experiencia con el Maestro, ya no creían por oída sino por experiencia personal…tuvieron su propio encuentro con Jesús.
Al igual que la Samaritana, existen muchos que conocen la existencia de Cristo, pero aún no han tenido su encuentro personal con El. Pasan tiempos en la iglesia, sirviendo y adorando a un Dios que solo conocen de oídas o por herencia (padres, familias, amigos cristianos). Jesús le dijo a la Samaritana que el Padre busca adoradores que le adoren en espíritu y verdad (Juan 4:23 parafraseado). Para adorar al Padre en “espíritu y verdad” esto conlleva una relación propia con El.  Sin un encuentro íntimo con Jesucristo, seguiremos  siendo los mismos en carácter y pensamiento. La única diferencia es que el alma se liberta al albergar a Cristo. También en esa aceptación y reconocimiento de Cristo el espíritu del hombre comienza a llenarse del Espíritu Santo, para ser receptivo a Él y Sus enseñanzas. Las cuales lo llevan a ser ese varón perfecto, a la imagen de Cristo.
Podemos tener años diciendo que somos cristianos, pero si nuestro testimonio no concuerda con ese reportaje, entonces debemos escudriñarnos, porque podría ser que aún no hemos tenido ese encuentro propio con Cristo. Jesús le pregunto a los discípulos, “¿quién dicen los hombres que soy yo…y que dicen ustedes?” (Marcos 27-29 parafraseado). A veces es necesario saber que dicen los demás de nosotros, pero aún más, que dice la familia y los hermanos en la fe.  No se debe tener temor de hacer esa pregunta, la respuesta solo te debe llevar a meditar en tu caminar con Cristo; el nivel de tu intimidad con El.
Sin una relación propia, íntima con el Mesías, el Salvador, el Libertador de nuestra alma, nunca podremos llegar a la plenitud de Cristo; a ser ese varón perfecto Dios diseño para El. La herencia cristiana no es indicación de una relación personal con Cristo. Desea tu propia experiencia en El; anhela una intimidad personal con tu Salvador. Entonces, podrás decir como dijeron Job y Jacob ¡ahora te conozco cara a cara!

Friday, December 6, 2013

La Necesidad de Meditar en La Palabra

Salmo 78
El salmo 78 nos lleva a meditar en lo que Dios hizo con Su pueblo  y como lo condujo desde que lo eligió pueblo suyo. Muchas veces pasamos por alto salmos como este que nos revelan la trayectoria de Dios con Su pueblo. Es necesario leer y meditar en el trato de Dios con su pueblo Israel. Dios es el mismo de ayer, por lo tanto el mismo amor, paciencia, misericordia que mostro a Israel en su trayectoria para llegar a ser elegido pueblo de Él, lo tiene con la iglesia de su hijo Jesucristo.  Este salmo es muy revelador de las maravillas hecha por Dios para liberar y hacer pueblo suyo a una nación sin historia. Dios le dio nombre e historia a Israel.
 
1Escucha, pueblo mío, mi enseñanza;
inclinad vuestro oído a las palabras de mi boca.
2 En parábolas abriré mi boca;
hablaré enigmas de la antigüedad,
3 que hemos oído y conocido,
y que nuestros padres nos han contado.
4 No lo ocultaremos a sus hijos,
sino que contaremos a la generación venidera las alabanzas del Señor,
su poder y las maravillas que hizo.
5 Porque El estableció un testimonio en Jacob,
y puso una ley en Israel,
la cual ordenó a nuestros padres
que enseñaran a sus hijos;
6 para que la generación venidera lo supiera, aun los hijos que habían de nacer;
y éstos se levantaran y lo contaran a sus hijos,
7 para que ellos pusieran su confianza en Dios,
y no se olvidaran de las obras de Dios,
sino que guardaran sus mandamientos;
8 y no fueran como sus padres,
una generación porfiada y rebelde,
generación que no preparó su corazón,
y cuyo espíritu no fue fiel a Dios.
9 Los hijos de Efraín eran arqueros bien equipados,
pero volvieron las espaldas el día de la batalla.
10 No guardaron el pacto de Dios,
y rehusaron andar en su ley;
11 olvidaron sus obras,
y los milagros que les había mostrado.
12 El hizo maravillas en presencia de sus padres,
en la tierra de Egipto, en el campo de Zoán.
13 Dividió el mar y los hizo pasar,
y contuvo las aguas como en un montón.
14 Después los guió de día con la nube,
y toda la noche con un resplandorde fuego.
15 Partió las rocas en el desierto,
y les dio agua tan abundante como las profundidades del océano;
16 hizo salir corrientes de la peña,
e hizo descender aguas como ríos.
17 Pero aún siguieron pecando contra El,
rebelándose contra el Altísimo en el desierto.
18 Y en sus corazones tentaron a Dios,
pidiendo comida a su gusto.
19 Hablaron contra Dios,
y dijeron: ¿Podrá Dios preparar mesa en el desierto?
20 He aquí, hirió la roca y brotaron aguas,
y torrentes se desbordaron;
¿podrá también dar pan?,
¿proveerá carne para su pueblo?
21 Por tanto, al oírlo, el Señor se indignó;
un fuego se encendió contra Jacob,
y aumentó también la ira contra Israel,
22 porque no creyeron en Dios,
ni confiaron en su salvación.
23 Sin embargo, dio órdenes a las nubes arriba,
y abrió las puertas de los cielos;
24 hizo llover sobre ellos maná para comer,
y les dio comida del cielo.
25 Pan de ángeles comió el hombre;
Dios les mandó comida hasta saciarlos.
26 Hizo soplar en el cielo el viento solano,
y con su poder dirigió el viento del sur,
27 El hizo llover sobre ellos carne como polvo,
aladas aves como la arena de los mares,
28 y las hizo caer en medio de campamento,
alrededor de sus viviendas.
29 Comieron y quedaron bien saciados,
y les concedió su deseo.
30 Antes de que hubieran satisfecho su deseo,
mientras la comida aún estaba en su boca,
31 la ira de Dios se alzó contra ellos
y mató a algunos de los más robustos,
y subyugó a los escogidos de Israel.
32 A pesar de todo esto, todavía pecaron
y no creyeron en sus maravillas.
33 El, pues, hizo terminar sus días en vanidad,
y sus años en terror súbito.
34 Cuando los hería de muerte, entonces le buscaban,
y se volvían y buscaban con diligencia a Dios;
35 se acordaban de que Dios era su roca,
y el Dios Altísimo su Redentor.
36 Mas con su boca le engañaban,
y con su lengua le mentían.
37 Pues su corazón no era leal para con El,
ni eran fieles a su pacto.
38 Mas El, siendo compasivo, perdonaba sus iniquidades y no los destruía;
muchas veces contuvo su ira,
y no despertó todo su furor.
39 Se acordaba de que ellos eran carne,
un soplo que pasa y no vuelve.
40 ¡Cuántas veces se rebelaron contra El en el desierto,
y le entristecieron en las soledades!
41 Tentaron a Dios una y otra vez,
y afligieron al Santo de Israel.
42 No se acordaron de su poder,
del día en que los redimió del adversario,
43 cuando hizo sus señales en Egipto,
y sus prodigios en el campo de Zoán.
44 Convirtió en sangre sus ríos
y sus corrientes, y no pudieron beber.
45 Envió entre ellos enjambres de moscas que los devoraban,
y ranas que los destruían.
46 Entregó también sus cosechas al saltamontes,
y el fruto de su trabajo a la langosta.
47 Con granizo destruyó sus vides,
y sus sicómoros con escarcha.
48 Entregó también al granizo sus ganados,
y sus rebaños a los rayos.
49 Envió sobre ellos el ardor de su ira,
furia, indignación y angustia,
un ejército de ángeles destructores.
50 Preparó senda para su ira;
no eximió sus almas de la muerte,
sino que entregó sus vidas a la plaga,
51 e hirió a todos los primogénitos en Egipto,
las primicias de su virilidad en las tiendas de Cam.
52 Mas a su pueblo lo sacó como a ovejas,
como a rebaño los condujo en el desierto;
53 los guió con seguridad, de modo que no temieron,
pero el mar se tragó a sus enemigos.
54 Los trajo, pues, a su tierra santa,
a esta tierra montañosa que su diestra había adquirido.
55 Y expulsó a las naciones de delante de ellos;
las repartió con medida por herencia,
e hizo habitar en sus tiendas a las tribus de Israel.
56 Empero ellos tentaron y provocaron al Dios Altísimo,
y no guardaron sus testimonios,
57 sino que se volvieron atrás y fueron desleales como sus padres;
se desviaron como arco engañoso.
58 Pues le provocaron con sus lugares altos,
y despertaron sus celos con sus imágenes talladas.
59 Al oírlo Dios, se indignó,
y aborreció a Israel en gran manera.
60 Abandonó la morada en Silo,
la tienda que había levantado entre los hombres,
61 y entregó al cautiverio su poderío,
y su gloria en manos del adversario.
62 Entregó también su pueblo a la espada,
y se indignó contra su heredad.
63 El fuego consumió a sus jóvenes,
y no tuvieron canciones de bodas sus doncellas.
64 Sus sacerdotes cayeron a espada,
y sus viudas no pudieron llorar.
65 Entonces despertó el Señor como de un sueño,
como guerrero vencido por el vino,
66 e hizo retroceder a sus adversarios,
poniendo sobre ellos una afrenta perpetua.
67 Desechó también la tienda de José,
y no escogió a la tribu de Efraín,
68 sino que escogió a la tribu de Judá,
al monte Sion que El amaba.
69 Y edificó su santuario como las alturas,
como la tierra que ha fundado para siempre.
70 Escogió también a David su siervo,
lo tomó de entre los apriscos de las ovejas;
71 lo trajo de cuidar las ovejas con sus corderitos,
para pastorear a Jacob, su pueblo,
y a Israel, su heredad.
72 Y él los pastoreó según la integridad de su corazón,
y los guió con la destreza de sus manos.
 
 
 
 
 

Wednesday, September 25, 2013

Brilla Donde Estas

Dios manda a mostrar la luz de Cristo dondequiera que el cristiano llegue.  “14Vosotros sois la luz del mundo. Una ciudad situada sobre un monte no se puede ocultar; 15 ni se enciende una lámpara y se pone debajo de un almud[a], sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en la casa. 16 Así brille vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas acciones y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos” (Mateo 5:14-16). Muchos desean estar en lugares distinto de donde están. Dicen “me gustaría ir a la cárcel o al hospital a ministrar” pero la realidad es que debe ministrar, brillar y dar sabor al lugar donde el Padre te tiene plantado en este momento. Nuestro Señor Jesucristo desea que brillemos donde Él nos planta; somos la Luz de Cristo en la tierra. El cristiano es la Sal que el mundo necesita para sentirle el sabor al vivir. Negarse a sí mismo implica mostrar al mundo que en Cristo todo se puede sobrellevar.  Esto no es mostrar un evangelio de prosperidad, sino una verdad de vida que poseen los cristianos...que "todo lo podemos en Cristo que nos ¡fortalece!"  

Se están viviendo tiempos difíciles, y ya que el sol sale para todos, los cristianos también están expuestos a esta temporada que la humanidad está cursando. Muchos aseguran que estamos viviendo el tiempo de la pre-tribulación, pero la realidad es que son tiempos cruciales para la iglesia de Jesucristo. Mateo 24:12 revela el estado en el cual estarán muchos cristianos al final de los tiempos. Tiempos de frialdad espiritual, de conformismo moral y falta de búsqueda del Señor. En estos tiempos se probara la fe del cristiano, y muchos apostataran de la fe que han creído. La visión cristiana estará en juego y muchos abandonaran la fe. Tiempos peligrosos serán estos. El cristiano será pasado por el fuego, y en el proceso se quemara o saldrá brillando. Lo que salvara al cristiano es el fundamento Cristo céntrico que tenga asentado, pero sobre todo, un entendimiento que ese ¡NO ES SU DESTINO FINAL! 

José vivió momentos precarios, incluyendo el rechazo de sus hermanos mayores, pero este no desmayo ante sus adversidades.  José había tenido sueños reveladores de un destino diferente al que actualmente estaba viviendo. Él sabía que la cárcel no era SU DESTINO FINAL y mantuvo la fe y la esperanza en esos sueños que tuvo. José estaba convencido (basado en los sueños reveladores que tuvo) que algún día sus hermanos iban arrodillarse delante de él. Este no tenía idea como sucedería, pero tenía la convicción que sucedería. Después que José entro en SU DESTINO, Regidor de Egipto, pudo decirle a sus hermanos, "para esto el Señor permitió todo mi sufrimiento, para que mi Pueblo fuera salvo del hambre."
 
El cristiano tiene la promesa de un destino glorioso en Cristo Jesús. Lo que estamos viviendo en el presente no es nuestro destino final. El cristiano debe descubrir lo que el Padre tiene destinado para él. Lo que estamos pasando es temporal, y la mira a ese destino, pronosticado por el Padre, es lo que nos debe impulsar a vencer las vicisitudes del presente. Hoy estamos aquí, pero este no es nuestro lugar final, hay un destino el cual debemos conquistar para producir el “cien por uno” en el Reino de Cristo. Estamos ubicado en el reino terrestre para cumplir una misión (Marcos 16:15) se nos ha encomendado. ¿Cuál es tu sueño? ¿Qué deseas hacer/lograr para Cristo? ¿Es Cristo tu visión? ¿Estas tratando de glorificar a Cristo en todo tu hacer/caminar/vivir? ¿Dónde está puesta tu vista? ¿A quién le estas sirviendo con tu vida? ¿Dónde está tu corazón? La Biblia nos ensena que donde esta nuestro corazón revela el tesoro que anhelamos (Mateo 6:21). ¿Qué anhela tu corazón? ¿Anhela tu corazón a Cristo o tus propios intereses? 

El apóstol Pablo descubrió el motivo de su vida, Cristo: “mas no vivo yo, vive Cristo en mí,” “¿Quién nos separara del amor de Cristo…? Pablo sufrió penalidades, de tal magnitud que murió por defender la fe de Cristo. El destino de Pablo no era defender la Ley judía, matando todos aquellos que profesan la fe de Cristo. Al contrario, y sin el saberlo, el destino de Pablo se cumplió cuando se convirtió a Jesucristo y dejo todo para predicar el evangelio a los gentiles – SU DESTINO. Por eso leemos de un Pablo que aunque en medio de sufrimientos, apedreado, dejado por muerto, etc., no escatimo ni su propia vida para lograr cumplir SU DESTINO.  Pablo era feliz donde estaba, estaba en el centro de la voluntad del Padre. Nada le era más valioso que predicar a Jesucristo donde quiera que llegaba; este hombre llevaba la luz de Cristo donde sus pies pisaban. Pablo era un hombre feliz, contento con lo que hacía. Encontró sentido a su vida después de su conversión. Antes de eso era un hombre amargado, con enojo, ira, despiadado. A este no le importaba quitarle la vida a alguien por lo que él pensaba era la única verdad (la Ley judía). Muchos dirían que pablo sufría, y es cierto, en su humanidad el sufría penalidades, su cuerpo era maltratado y sangraba, pero en lo espiritual el crecía con cada latigazo y pesadumbre que recibía. Este entendimiento es loco al hombre natural o al cristiano que no ha logrado visualizar su destino personal. Cuando logramos recibir la revelación del llamado, estamos a la expectativa y el presente no nos afecta, solo visualizamos ese destino el Padre ha pronosticado para cada soldado de Jesucristo. Unos serán pastores, otros evangelistas, otros maestros, etc., pero todo cristiano ha sido destinado para una tarea en el Reino. Te darás cuenta cuando llegues a ese momento de tu vida, ya que no habrá otro deseo y anhelo que llene tu corazón, nada te molestara ni entristecerá ya que estarás enfocad en TU DESTINO. Por ahora, brilla donde estas, y luego veras ¡el resplandecer de Cristo en ti! 

Hermano en la fe de Cristo, no desmaye ni permita que tu corazón se entristezca, mira al cielo y recuerda que hay algo mejor que espera por ti. Tu presente puede parecer oscuro, pero hay un destino para el cual fuiste creado. Gózate en esa verdad!  Espera al Padre, no te impacientes, Él te pondrá en el lugar central de Su voluntad…solo espera. Entonces podrá decir como dijo el apóstol Pablo “¿quién nos separara del amor de Cristo?

 


 
 

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Friday, August 9, 2013

La GranTribulación


La palabra TRIBULACION, en un lenguaje simple, significa sufrimiento, angustia, aflicción, opresión. En latín, donde se origina esta palabra – TRIBULUM- significa “borde de una trilladora.” Cuando se habla de tribulación en medio de los creyentes se está refiriendo, generalmente, al sufrimiento y la angustia del pueblo de Dios y la realidad prevista entre los seguidores de Cristo. “Así como las tribulaciones fueron inevitable y previsibles en el ministerio mesiánico de Jesús, también estarán presentes entre Sus seguidores.” Juan 16:33b (LBLA) habla de la tribulación a venir, pero el Maestro consuela diciendo: “En el mundo tenéis tribulación; pero confiad[a], yo he vencido al mundo.” Romanos 8:35 recuerda: ¿Quién nos separará del amor de Cristo[a]? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? Este tipo de tribulación que vive el creyente lo hace participante en los sufrimientos de Cristo. También, ayuda al creyente a moldear el carácter y alentar y consolar a otros que atraviesan situaciones similares. Las tribulaciones el creyente experimenta debe acercarlo más a Cristo, pero para adquirir esto, es necesario que se analicen en el espíritu.

En otro sentido bíblico, la tribulación en término escatológico es extensamente discutida por los estudiosos de La Palabra. La expresión “GRAN TRIBULACION” se refiere a la época de angustia que dará paso a la segunda venida de Cristo. porque habrá entonces una gran tribulación, tal como no ha acontecido desde el principio del mundo hasta ahora, ni acontecerá jamás.” (Mateo 24:21 LBLA). El libro de Daniel 12:1b describe este tiempo diciendo: “será tiempo de angustia, cual nunca fue desde que hubo gente hasta entonces.” Apocalipsis 7:14b habla de los que salen vencedores de la Gran Tribulación, Estos son los que vienen de la gran tribulación, y han lavado sus vestiduras y las han emblanquecido en la sangre del Cordero. Este tema de la “gran tribulación” tiene a muchos creyentes en incertidumbre, ya que existen varias vertientes de este evento a ocurrir. Entre estas vertientes se encuentran los pre-milenialistas dispensacionalistas, los pos-milenialistas, los milenialistas y los pre-milenialistas históricos (pos-tribulacionistas).  Los pos-milenialistas y milenialistas “consideran que la gran tribulación es un periodo breve e indefinido al final de esta era.” Mientras que los premilenialista dispensacionalistas “identifican la tribulación con la semana setenta de la profecía de Daniel (9:27), un período de siete años cuya segunda mitad es la gran tribulación. El arrebatamiento de la iglesia precede una tribulación literal de siete años que va seguida de la segunda venida de Cristo.” Los premilenialistas históricos afirman que la gran tribulación precede al milenio y, por lo general “ensenan que tanto los creyentes como los incrédulos atravesaran ese periodo.”

Como dijo Jesús, conocer los eventos es importante. En el libro de Mateo capítulo 24 el Maestro relata los hechos a ocurrir antes de Su venida. En Lucas 21:29-33 (LBLA) Jesús narra la parábola de la higuera. Él dice: “… Mirad la higuera y todos los árboles. Cuando ya brotan las hojas, al verlo, sabéis por vosotros mismos que el verano ya está cerca. Así también vosotros, cuando veáis que suceden estas cosas, sabed que el reino de Dios está cerca. En verdad os digo que no pasará esta generación hasta que todo esto suceda. El cielo y la tierra pasarán, mas mis palabras no pasarán.  Lo importante de conocer los tiempos no debe ser para arrepentimiento o poner la vida en orden. El creyente debe siempre estar preparado para irse con el Señor, sea que le llegue su hora de morir o que Cristo venga. Este no debe estar preocupado por los tiempos, solo debe preocuparse para que sea que muera o que se vaya con Cristo, el Señor lo encuentre haciendo Su obra. Es bueno reconocer los tiempos para ser más agresivos en rescatar las almas de satanás, pero no para arreglar tu vida. “A los creyentes se los exhorta a concentrar su atención en Cristo y fijar su esperanza en El, no en los eventos en torno a Su venida.” Independiente del tiempo que ocurrirá la “Gran Tribulación” sea antes, durante, o después del Milenio, lo que importa es que estés preparado para irte con Cristo. Si es antes ¡Gloria a Dios! si es durante ¡Gloria a Dios! si es después ¡Gloria a Dios!

 




 

 

Sunday, July 21, 2013

Ante el tribunal de cristo


“…Porque todos nosotros habremos de comparecer ante el Tribunal del Cristo, como está escrito: VIVO YO-DECLARA YAHWEH-QUE ANTE MI TODA RODILLA SE DOBLARA Y TODA LENGUA ME CONFESARA. De manera que cada uno de nosotros rendirá cuenta a Dios de sí mismo.”
(Romanos 14:10c-11 versión Peshitta)

La expresión del verso 11 “CADA UNO DE NOSOTROS RENDIRA CUENTA A DIOS DE SI MISMO” puede hacer temblar a muchos creyentes. Este pasaje bíblico puede provocar que el corazón de un creyente palpite. Apocalipsis 20: 11-15 habla del Trono Blanco y juicio de los muertos. El v.12 hace referencia de “unos libros, y luego otro” que se abrieron. El “otro” al que se refiere es el “libro de la vida” y aquel cuyo nombre no estuviera escrito en el “otro” era arrojado al lago de fuego.  Estas verdades bíblicas deben resonar y estar presente en la mente de todo aquel que ha confesado a Cristo de todo corazón; aquel que anhela Su llegada y cenar con El en el banquete tiene preparado para los ‘vencedores”. La aspiración de un verdadero cristiano es oír cuando Su Salvador le diga: “Ven buen siervo y siéntate a mi derecha.”

Se debe reconocer que la Biblia es clara respeto aquellos que heredaran el Reino de Dios: Los lavados con la sangre del Cordero, que permanecieron en la fe y en La Palabra; aquellos que no doblaron rodillas a baales; aquellos que no cedieron a la bestia; los vencedores del mundo y de la “carne”. 
Existen varias interpretaciones acerca del juicio del Trono Blanco; el “juicio definitivo.” Unos alegan que habrá varios juicios, otros que es un solo juicio. La verdad es que sea lo que sea, todos compareceremos al juicio del libro de la vida. Apocalipsis 20:11-12 relata: “VI LUEGO UN TRONO GRANDE Y RESPLANDECIENTE. TIERRA Y CIELO SE OCULTARON ANTE LA PRESENCIA DEL QUE ESTABA SENTADO SOBRE EL TRONO Y DESAPARECIERON SIN DEJAR RASTRO. VI TAMBIEN A LOS MUERTOS, TANTO PODEROSOS COMO HUMILDES, QUE ESTABAN DE PIE ANTE EL TRONO. FUERON ABIERTOS ENTONCES LOS LIBROS; FUE ABIERTO OTRO LIBRO-EL LIBRO DE LA VIDA-, Y LOS MUERTOS FUERON JUZGADOS SEGÚN SUS OBRAS, CONFORME A LO QUE ESTABA ESCRITO EN LOS LIBROS” (versión Biblia de América).  

Apocalipsis es un libro que ha creado muchas controversias y discusiones entre los eruditos. Pero es tiempo de enfocarnos en lo que nos va a llevar al cielo: Jesucristo.  ¡Él es el Camino, la Verdad, y la Vida, y nadie viene al Padre sino es por El! por medio de Jesucristo hemos adquirido vida eterna, Él es quien nos lleva al cielo, no es aquel quien interprete mejor Las Escrituras o la predique. Las revelaciones de Dios libertan y dan luz a La Palabra, pero las revelaciones recibidas, aunque beneficiosas, no nos llevan a heredar el Reino. El tiempo es corto y debemos predicar el evangelio, debemos predicar a Jesucristo, Él es La Palabra vivificada. Rescatar las almas de satanás es el trabajo de la iglesia. La revelación recibida de Dios, referente a Las Escrituras, es para edificación de la iglesia y para estrategias a un mejor servicio a Él. La Biblia nos muestra y ensena tácticas para rescatar las almas de satanás, para pelear las batallas contra él y su ejército, contra el mundo y contra la carne.
Existen muchos cristianos preocupados, queriendo saber que sucederá durante el juicio final. Cuando nos mantenemos fieles a Cristo (de corazón) y Su Palabra, haciendo lo que Él nos encomendó, amándonos los unos a los otros, no deberíamos tener preocupaciones de lo que sucederá en el juicio del Trono Blanco. La justicia de Dios juzgara a todos conforme a sus decisiones hecha en la tierra. El Tribunal de Cristo dará las recompensas/coronas “según las obras” hechas. Todavía hay tiempo para arrepentimiento y cambio de vida para que en ese juicio no nos sorprendamos del veredicto. Solo Dios conoce el corazón del hombre; Él sabe quién, de corazón, ama a Su Hijo y lo ha entronado en su corazón; lo ha hecho Señor de su vida.

Sea que muramos antes, o que estemos vivos para Su venida, asegurémonos que cuando Cristo regrese por Su iglesia no nos encuentre desnudos y quedemos en vergüenza. Ya después de la muerte o de Su venida, no hay más que hacer, solo una expectación de juicio y espera. Arreglemos nuestra vida con Cristo y aceptémosle hoy y ¡hagámosle nuestro Señor y Salvador!


 

 
 

 
 
 
 
 
 
 
 

 

Monday, July 1, 2013

Muerto en vida


“Y la mano de Jehová fué sobre mí, y sacóme en espíritu de Jehová, y púsome en medio de un campo que estaba lleno de huesos. E hízome pasar cerca de ellos por todo alrededor: y he aquí que eran muy muchos sobre la haz del campo, y por cierto secos en gran manera”
(Ezequiel 37:1-2).

Me pregunto, ¿cuantos cristianos están muertos en vida? Existe un decir popular: ‘Ojos vemos corazones no sabemos’. Se hizo una película con el título ‘Hombre muerto caminando.’ ¿Cuantos cristianos están caminando y son huesos secos? Sus huesos se han secado por la falta de esperanza debido a las desilusiones de la vida; se han cansado de esperar que Dios actuara en su vida, en su ministerio, en su familia. Pero continúan esperando, porque aun su fe en Cristo está presente, carecen de aliento; viven en sepulturas aunque todavía respiran. A estos los vemos activos en la congregación y observamos sus rostros con sonrisas amables, pero ¡cuánto tristeza embarga su corazón! Estos oran, ayunan pero no escuchan de Dios, y a veces sienten que Dios los ha desechado. Muchos pierden el gozo de la Salvación, aunque continúan activo en la obra de la iglesia. Perder el gozo de la salvación no es indicación de perder la salvación.  El evangelio de Mateo 24:12 reporta la sequedad espiritual que muchos iban a experimentar, en los últimos tiempos, por la multiplicación de la maldad. Jesucristo de antemano nos advierte de estos tiempos, lo cual muchos de los salvos iban a atravesar. Lo importante es perseverar durante la sequedad espiritual; mantenernos fiel a lo que hemos creído en Cristo, ¡guardando la Palabra de Su paciencia!
Ezequiel 37 habla de “muy muchos sobre la haz del campo.” Con esto reportando la extensión de cuerpos muertos (huesos secos) en el desierto. Quizás no podemos reconocer esos hermanos dentro de la congregación ya que muchas veces estamos concentrados en nosotros, y simplemente carecemos de amor por los demás.  Otras veces carecemos de discernimiento espiritual, o pueda ser que el Espíritu Santo impida que veamos la sequedad en otros hermanos porque somos cristianos inmaduros y en vez de ayudar al hermano lo criticaríamos.  La realidad es que dentro de la iglesia de Jesucristo existen huesos secos.
La Palabra de Dios escudriña lo más íntimo del hombre, su corazón. Ezequiel 37 es un ejemplo de que nuestro Creador conoce lo más íntimo de Su creación.  Jehová  discernió los huesos secos dentro de Su pueblo y reconoció la sequedad espiritual que existía. Por lo tanto le hablo a Su profeta para que este viera la condición del pueblo y profetizara palabra de Jehová sobre ellos. Los huesos secos de la Iglesia de Jesucristo, al igual que el pueblo de Dios, necesita que se le profetice palabra de Dios. Díjome entonces: Profetiza sobre estos huesos, y diles: Huesos secos, oíd palabra de Jehová. Así ha dicho el Señor Jehová á estos huesos: He aquí, yo hago entrar espíritu en vosotros, y viviréis” (Ezequiel 37:4-5). Por tanto profetiza, y diles: Así ha dicho el Señor Jehová: He aquí, yo abro vuestros sepulcros, pueblo mío, y os haré subir de vuestras sepulturas, y os traeré á la tierra de Israel. Y sabréis que yo soy Jehová, cuando abriere vuestros sepulcros, y os sacare de vuestras sepulturas, pueblo mío” (Ezequiel 37:12-13).
Iglesia de Jesucristo que te sientes seca y muerta espiritualmente, no te frustres, continua ejercitando las disciplinas espirituales (ora, ayuna, vigila, lee La Palabra, congrégate), hay esperanza para que revivas. Así como el pueblo de Dios revivió y salió de su sepulcro espiritual, también tu puedes revivir y salir. ¡Solo clama al Padre para que profetice Palabra sobre ti y vivas!


Friday, June 28, 2013

Un Cristiano Con Sabor



Buscad pues, hermanos, siete varones de vosotros de buen testimonio, llenos de Espíritu Santo y de sabiduría, los cuales pongamos en esta obra.

Y nosotros persistiremos en la oración, y en el ministerio de la palabra.

Y plugo el parecer á toda la multitud; y eligieron á Esteban, varón lleno de fe y de Espíritu Santo…”

(Hechos 6:3-5 RVA)


 
Por medio de La Palabra, nuestro Dios da a conocer los Ingredientes de un cristiano triunfador. Un cristiano triunfador es el sinónimo de un cristiano con sabor. Este le da al Evangelio un aroma esplendido cada vez que lo anuncia (predica). El que lo escucha predicar siente una sensación de verdad en cada palabra expresada de sus labios. La diferencia de este cristiano, comparado con otros, es que:
·         Da Buen Testimonio

·         Está Lleno de Espíritu Santo

·         Está Lleno de Sabiduría

·         Está Lleno de Fe

·         Predica La Palabra

·         Practica la Oración

 Dios confía Sus revelaciones a este tipo de cristiano. El confía, así como confió en Job, que este cristiano honrara Su Palabra y las revelaciones recibida de ella. Muchos predican La Palabra de Dios, pero carecen de revelación. Por lo tanto, sus mensajes serán como címbalo resonante. Claro que La Palabra no retorna vacía, pero la explicación de Ella, por cristianos sin sabor, no hará efecto prominente ni duradero. Muchos predicadores utilizan técnica de tono de voz, música, danzas y otras parafernalias para predicar, ya que carecen de los Ingredientes de un cristiano triunfador. Los Discípulos de Jesucristo hicieron la diferencia, en su generación y tiempo, porque eran hombres que poseían estos Ingredientes. Sus predicaciones impresionaron positivamente la humanidad, estas fueron prominentes y duraderas, causando cambios radicales en el modo de pensar, actuar y creer. 

 La iglesia actual está careciendo de cristianos con sabor. El enfoque en la cantidad de miembros esta nublando la visión de los ministros y pastores responsable de predicar un Evangelio Cristo céntrico. Las predicaciones carecen del mensaje Cristo vino a dejarnos. Un mensaje que ofrece salvación y vida eterna. La Sangre de Cristo y su poder ha cesado de ser anunciada en medio de las asambleas cristianas. Satanás está entreteniendo la iglesia con programas de hombre. Los servicios cristianos duran de tres a cuatro horas y se tornan cansosos debido al tipo de programa diseñando; un programa que exalta la carne, el alma, pero que carece de la presencia del Espíritu Santo. Muchas de las reuniones cristianas son de tipo social, las asambleas (cultos) se usan para graduaciones, celebraciones pastorales, reportes anuales de la iglesia, y otras actividades. El servicio en el Templo, que una vez se usaba para exaltar al Rey, se ha cambiado para exaltar al hombre.

La Iglesia necesita retornar a la Senda Antigua, donde Cristo era el todo y los cristianos dejaban todo por El Camino; estos daban su vida por La Verdad. Esteban fue un cristiano con sabor; un cristiano que se enamoró de Cristo y Su Evangelio. Por lo tanto fue llamado un cristiano lleno de fe y de Espíritu Santo (v.5). Entre los anunciados en ese versículo, Esteban fue el único que recibió esa reseña.  Aunque Felipe, Prócoro, Nicanor, Timón, Parmenas, y  Nicolás fueron también elegidos para la misma encomienda, Esteban fue el único exaltado por los Ingredientes que poseía.

 
La Iglesia actual necesita más Esteban, ¡cristianos con sabor a Cristo!

 



 



 
 


 

 

 

 

 

 

Saturday, April 20, 2013

Relación o Ministerio


  “Recibí a Jesús cuando El me hablo personalmente mediante una visión, que El era el Camino. Por los primeros seis meses estaba en una luna de miel con El, conociéndolo mediante la lectura Bíblica. Estaba emocionado con la relación personal que tenía con El hasta que me presentaron la perspectiva  de ser un discípulo. Al entrar al discipulado, nos considerábamos mejor que otros cristianos.  Ese orgullo nos motivo a comprometernos a ciertas disciplinas externas porque pensábamos que pertenecíamos a un grupo especial. El centro era el trabajo, no Jesús” (Jim DeGolyer).  Richard Dresselhaus en ‘Tiempo de Victoria’ nos advierte de no permitir que las presiones del ministerio nos alejen de la misión central de nuestra vida que es la de conocer a Dios íntimamente. “La prioridad de un ministro de Dios debe ser siempre su relación íntima con El, el deseo de conocerle y proclamarle”. Dressenlhaus nos exhorta a tener cuidado porque “Lo irónico es que podemos hacer cosas muy espirituales que están motivadas por el YO. Podemos dedicar todo nuestro tiempo a las actividades de la iglesia sacrificando  nuestra familia, sin pasar jamás tiempo con ellos. El YO quería sentirse importante. Podemos cantar en la iglesia y participar en el grupo de alabanza, pero desmayar al sentir el ataque del enemigo. El Yo quería ser visto por la gente.” Cuando permitimos que el YO domine, se pierde la visión. “Después que perdemos la visión, nos queda pretender y disfrazarnos de espiritualidad para satisfacer nuestro ego, y más aún, porque no queremos perder la posición o el título que llevamos ante el hombre”.
El mismo Sr. DeGolyer relata que luego se dio cuenta de su desvío “me encontré deslizándome fuera del lugar donde yo era un simple hijo de Dios enamorado de Jesús a construir este gran ministerio”. Lamentablemente, muchos ministros no regresan a su primer amor como hizo él, y se quedan envueltos en el ministerio. Volver los ojos a la relación con Dios es fácil, cuando primeramente se ha creado una íntima relación con El. La experiencia del Sr. DeGolyer es un buen ejemplo de lo importante que es tener una relación con Dios antes de entrar en cualquier ministerio. La relación con Dios debe profundizarse primero antes de pertenecer a un ministerio. Esta fue la razón de porque al Sr. DeGolyer le fue fácil regresar a la relación y no perderse en el ministerio. Ahora, si empezamos un ministerio sin antes haber establecido una íntima relación con Dios, tanto el ministerio como nuestra vida cristiana están en peligro. David, antes de ser rey, tenía una íntima relación con Dios. Dios conocía el corazón de él. Las Escrituras nos dicen que David tenía un corazón conforme a Dios (Hechos 13:22).  Adoraba a Dios con sus instrumentos, pero primeramente con el instrumento del corazón. Se enfrentó al gigante Goliat, no porque creía en su propia fuerza, sino porque sabía quien era el Dios de Israel, lo conocía íntimamente. Ese celo hacia Dios le hizo sentir coraje contra el ejército de Israel por la falta de confianza de que Dios le iba a dar la victoria sobre los filisteos.  Le tuvieron miedo al gigante. Luego tuvo coraje aún más con Goliat por insultar al Dios de los ejércitos de Israel (1 Samuel 17).  Ahí se manifiesto la íntima relación que David tenía con su Dios. No había en el miedo ni temor.  Había sólo confianza y seguridad. Esto sólo se deriva al tener una intimidad firme con alguien. La cercanía de David con Dios comenzó mucho antes de su llamado, su ministerio y su reinado.
Muchos ministros se relacionan con la iglesia por el prestigio de una posición eclesiástica y no por el interés de conocer a Dios, mucho menos de tener una relación con El. El corazón de ellos está alejado de Dios. Debido a su falso llamado, vemos a muchos ministros caer en pecado fácilmente. La verdadera intención de ellos, no era acercarse a Dios, sino crear una imagen de cercanía a Dios. Con eso cuidaban su imagen de santidad pero su corazón estaba atado al orgullo y su único interés era su imagen. De esos son los que el Señor Jesús hablaba cuando nos hablaba de los falsos pastores y pastores asalariados. Sus obras siempre salen a la luz, reflejadas en el pecado. Esto no debe ser motivo de asombro porque El Señor mismo nos habla de los diferentes lugares donde cae la semilla. Una semilla cae en tierra buena y otra en tierra mala. La que cae en tierra buena dará buenos frutos y la que cae en mala tierra, no va a dar frutos durables. “Por sus frutos los conoceréis” (Mateo 7:16). Saúl, primer rey de Israel es un ejemplo de esto. El no quería perder el prestigio con los hombres. Saúl prefería complacer al hombre, satisfacer los deseos de su ejército antes que obedecer a Dios. Les daba más importancia a ellos y a su opinión que a la opinión y mandato de Dios. Basado en el comportamiento de Saúl, era indiscutible que le interesaba más su reputación frente al pueblo que su relación con Dios (1 Samuel 15:24). Saúl es un ejemplo vivo de un cristiano sin relación con su Creador. Siempre que hablaba con el profeta Samuel referente a Dios, le decía “háblale a tu Dios”. Saúl valoraba su reinado y nunca estableció una relación de intimidad con Dios. Como consecuencia a esto, se le hacia fácil desobedecer a Dios ya que no existía una intimidad con El. Sus prioridades eran manifestadas en sus decisiones y en sus frutos.
Contrario a Saúl tenemos a David.  La Biblia nos señala que cada uno de estos reyes pecó. Saúl en continua desobediencia a las órdenes de Dios y David en su adulterio y en su asesinato. Cuando Saúl fue confrontado por el profeta Samuel por su pecado, sus palabras fueron “he pecado; hónrenme ahora, por favor ante los ancianos de mi pueblo y ante Israel, y vuelvan conmigo…” (1 Samuel 15:30). Contrario a Saúl, David, el sucesor de Saúl, al ser confrontado por el profeta Natán por su pecado (2 Samuel 12:1-14) lo que le preocupaba no era su trono sino su relación con Dios (Salmo 51). Por lo tanto David fue perdonado porque busco restaurar la relación con Dios mientras que Saúl fue rechazado porque buscó la restauración del trono.
Abraham, otro hombre en la Biblia, por su fe es llamado “el padre de la fe”.  Abraham desarrollo una relación de intimidad con Dios. No podemos decir tener fe en Dios si no establecemos una relación con El primero. No podemos obedecer genuinamente a alguien sin que exista una cercana relación con la persona.  Esto no se refiere a la obediencia a los jefes, lo cual es una obediencia condicionada. Más bien a la obediencia por amor y respeto. Abraham ofreció a Isaac en el altar. Isaac es un ejemplo de bendición y ministerio. Isaac era el hijo de la promesa.  Abraham lo ofreció en el altar como Dios le indico. ¿Cree usted que Abraham hubiera puesto a Isaac en el altar, como obediencia a Dios, sino hubiera tenido una íntima relación con Dios? ¿Lo haría usted si Dios se lo ordenara?  Nuestras decisiones en las pruebas revelan la magnitud de nuestra relación con Dios y la altura de esta relación. Génesis 22:3-10 habla de todo lo que Abraham tuvo que preparar, ordenar y arreglar para llevar acabo la ordenanza de Dios y traer a Isaac al altar. Esta caminata no fue de un día. La Biblia menciona que al tercer día alzo Abraham sus ojos y vio el lugar de lejos. Como madre puedo imaginar lo que estaba sufriendo el corazón humano de Abraham. No se hace mención en la biblia que Abraham le conto la encomienda de Dios a Sara. Abraham estaba sufriendo la encomienda solo.  Su confianza estaba puesta en Dios. Isaac era el corderito que su padre llevaba al matadero.  Este pasaje es mencionado porque muchas veces cuando Dios nos manda una prueba, oramos para que la prueba pase rápido. A veces quisiéramos dormir el tiempo de la prueba para no sentirla. La palabra nos muestra como Abraham vivió cada momento de su prueba y la vivió con decisión y descanso. Abraham sabía en su corazón, porque tenía intimidad con Dios, que El iba a proveer de un cordero, que no iba a ser su hijo. Abraham le creía a Dios y en la promesa que Dios le había dado sobre su hijo Isaac. Abraham le dijo a sus siervos en Génesis 22:5“…esperad aquí con el asno, y yo y el muchacho iremos hasta allí y adoraremos, y volveremos a vosotros”. ¡Que palabra de fe y de confianza dicha por el siervo de Dios! Esa seguridad solo se alcanza cuando existe una unión con el que promete.  Dios le prometió a Abraham que su descendencia, por el pacto, iba a ser como la arena del mar. Abraham creyó y creyó con el corazón. Su fe en Dios le concedió el titulo de padre de la fe. Abraham amaba a Isaac pero más amaba su relación con Dios.  
Otros ministros empiezan bien, como nos habla Jim DeGolyer de su experiencia personal. Estos ministros comienzan con una visión ligada a la de Cristo pero en el transcurso del camino se desvían de la visión. A veces lo que sucede con estos hombres llamados por Dios, es que aun no han crucificado su YO. “No podemos encontrar la plenitud de la voluntad de Dios hasta que no permitamos que nuestro YO y MI mueran en la cruz” (TiempoDeVictoria).  Cuando nos desviamos de la visión podemos aun caer en la apostasía. Nuestro corazón se puede ensoberbecer de tal manera que se nos hace difícil, o aún más hasta ya no podemos regresar al Camino. Es muy importante que todo ministro primeramente desarrolle una intima relación con Dios mucho antes de empezar el ministerio. Ministerio sin intimidad con Dios significa fracaso. Seriamos címbalo resonante. Fuera de la Vid los frutos no pueden producirse.  De acuerdo al Sr. DeGolyer, para una persona llegar a ser un buen discípulo debe haberse primero enamorado de Jesús. “El tiene que percibir la belleza de la vida que hay en Jesús y lo que ésta nos ofrece para que él no quiera nada más”. Los discípulos de Jesús, no solo aprendían del Maestro, sino que experimentaron vivir con Cristo. Pablo en Filipenses 3 considera todo lo que había adquirido anteriormente como perdida por el conocimiento de Cristo. Para Pablo, conocer a Cristo fue más importante que todo lo que obtuvo antes de ese encuentro. Consideró su conocimiento vano y sin importancia al decir “y lo tengo todo por basura, para ganar a Cristo” (Filipenses 3:8). Cuando Pablo tuvo un encuentro con “el Mesías”, el Mesías pasó de ser una teoría a algo viviente.
El liderazgo de la iglesia tiene una gran responsabilidad cuando enseña a los nuevos creyentes. La falta de conocimiento que la iglesia actual tiene de Jesús se debe primeramente al enfoque a lo didáctico que en llevar a los nuevos creyente a tener una experiencia viva con Jesús. Muchas iglesias enseñan mucho conocimiento teológico y se olvidan de enseñar la importancia de la íntima relación con Dios y lo que ésta conlleva. Muchas ideas erróneas han surgido por la falta del conocimiento de Cristo y su sacrificio en la cruz. Escasamente se escucha predicar de Jesús y de la sangre de Cristo. La sangre de Cristo no es un tema de prioridad en las predicaciones y estudios de la iglesia actual. Los nuevos creyentes deben ser instruidos en el conocimiento de Cristo, el significado de la cruz y de la sangre de Cristo,  y de la importancia de la intimidad con El. Por la falta de conocimiento de Cristo la iglesia perece.
En las iglesias se le da mucho énfasis a la socialización de tal manera, que esta toma precedente en la vida del cristiano. Cristo y su sacrificio en la cruz dejan de ser el tema principal. Es importante recordar que aún la bendición más grande de este mundo no es más que basura comparada con la excelencia de tener una intimidad con Dios. No debemos permitir que el ministerio tome precedente a la intimidad con Dios. Es bueno recordar, sin intimidad con Dios el ministerio fracasara.

Me Amas o Me Temes?


 
Los humanos tienen la facilidad de discernir el orden y de someterse fácilmente a las ordenanzas impuestas pero no pueden distinguir la parte central de las ordenanzas. Jesús se enfrentó con los Fariseos en este asunto cuando dijo en Lucas 11:42“¡más ay de vosotros, fariseos! Que diezmáis la menta, y la ruda, y toda hortaliza, y pasáis por alto la justicia y el amor de Dios. Esto os era necesario hacer, sin dejar aquello.” Muchos dicen amar a Dios pero en realidad lo que le tienen es temor.  Tienen miedo de violar sus ordenanzas y estatutos no porque le aman sino por temor a las consecuencias que conlleva la violación y al miedo de los juicios de Dios. La iglesia ha puesto mas énfasis en el elemento ‘obediencia’ que en ‘relación’ con Dios.  Respetan a Dios por su dominio y autoridad o por la forma en que lo han presentado los padres o lideres eclesiásticos. Obedecer a Dios es el orden primordial en las Escrituras. Dios siempre ha querido tener una íntima relación con sus hijos e hijas los cuales poseen Su genética espiritual. Dios quiere que sus hijos lo amen y lo busquen de corazón. Que le sirvan y le adoren. No por miedo a la disciplina ni por miedo a no ser bendecidos sino que ellos temen ofenderle o contristarle porque le aman. Ese amor los lleva a obedecer sus mandamientos. No puede existir obediencia sin relación.

Algunos obedecen a Dios porque saben que la obediencia conlleva bendición y no porque aman a Dios.  El Dr. Charles Stanley dice “Los cristianos a veces ven a la obediencia como una manera de evitar las consecuencias negativas de la desobediencia.  En este caso, la obediencia se convierte en una carga pesada. La obediencia tiene que ver con descubrir a Dios y no por evitar las consecuencias.” Nuestra obediencia debe ser por amor a El y no por miedo a no ser bendecidos. Aquellos que tiene una relación íntima con Dios no quieren ofenderlo ni  entristecerlo con su desobediencia. Su  interés no es el de la bendición que puede recibir por obedecer. Su interés es el del gozo de poder estar cerca de El. Cuando obedecemos a Dios nos sentimos más cerca de El.  El esclavo obedece a su amo no porque le ama, sino por temor a la consecuencia. Así muchos obedecemos a Dios. Nuestra obediencia debe ser motivada por nuestro amor a Jesucristo y por nuestro deseo de agradarlo.  Nuestro Creador lo que desea, desde la fundación del mundo, es tener una relación íntima con su creación, no que Su creación le tema y le obedezca por temor. Es muy importante entender que la obediencia a los mandatos de Dios es fundamental en nuestra vida cristiana. La obediencia no es más que un resultado a nuestra intimidad con Dios.  Un cristiano que no tiene una intimidad con Dios se le hace difícil obedecerle de corazón. El caminar del cristiano no solo debe enfocarse  en obedecer a Dios, sino también en desarrollar una íntima relación con El. Cuando solo nos enfocamos en obedecerle, perdemos el propósito por el cual El nos ha creado.  El nos ha creado para tener intimidad con nosotros. Su perfecta voluntad es la intimidad con su creación. El miedo no permite que veamos a Dios como un Dios de amor. El miedo hace que lo veamos como ‘fuego consumidor’. 

Debemos anhelar a Dios de corazón. Nosotros los humanos somos buenos para enfocarnos en lo que esta a nuestra vista, en lo obvio. El mirar y conectarnos con lo de afuera muchas veces nos envuelve de tal manera que nos olvidamos de lo más importante, lo interno. Dios quiere que le conozcamos internamente. El no quiere tener una relación superficial con sus hijos. Como todo padre, Dios quiere que nos acerquemos a El con confianza, con convicción de Su amor para con nosotros. Jesús habla de su relación con su padre en Juan 9. Jesús nos invita a tener la misma relación con El. Jesús quiere llamarnos sus amigos y no sus siervos (Juan 15:14-15). Los siervos no saben lo que sus jefes o sus dueños hacen pero los amigos sí. El hecho de que Jesús quiere llamarnos amigos es una forma de desear tener una íntima relación con nosotros. En otras palabras, si vamos más allá de obedecer y entramos en una íntima relación con El, conoceremos realmente Su voluntad para nuestra vida.  Su voluntad es la que queremos porque ella nos encaminará a vivir en El y participar de Su plan para cambiar el mundo.

Dios quiere usarnos como instrumentos, así como usó los discípulos de Jesucristo para llevar las buenas nuevas a las naciones en aquellos tiempos. ¿Cómo nos va a enviar si no tenemos testimonio? El testimonio del cristiano tiene mas poder que toda palabra. No se puede dar de lo que no se tiene. ¿Cómo puede el predicador hablar de la importancia de acercarse a Dios para conocerlo si primero él mismo no ha alcanzado esa cercanía?

De ninguna manera.  Dios busca usar y enviar hombres y mujeres que lo conozcan íntimamente. Hombres y mujeres de testimonio.

Abraham es un ejemplo de lo que es tener una relación con Dios.  El era un hombre como cualquiera de nosotros, lo único que lo hacia diferente era la íntima relación que él tenía con Dios. El siervo de Dios le obedecía ciegamente por la relación que existía entre ambos. Abraham llegó a conocer a Dios de tú a tú. Ellos hablaban como amigos (Génesis 15, 17). No había secretos entre ellos. Dios le revelaba todo a su siervo. Dios hablaba y Abraham ejecutaba inmediatamente sin preguntar o cuestionar (Génesis 17). La intimidad entre Dios y Abraham era tan cercana, que el siervo se atrevía pedirle a Dios señales (Génesis 15:8) sin tener temor de que Dios se fuera a enojar. La señal más grande de la intimidad que Abraham tenia con Dios se mira cuando Dios le pidió a Isaac en sacrificio y el siervo no se lo negó. Abraham sabía, podemos decir que él estaba convencido, de que Dios no le iba a quitar a su hijo Isaac, el hijo de la promesa. Esto lo podemos deducir en la respuesta que Abraham le dio a Isaac cuando iban de camino al monte Moriah. Isaac le preguntó por el sacrificio y Abraham le dijo “Dios se proveerá de cordero para el holocausto, hijo mío” (Génesis 22:8). Abraham también le aseguró a los que le acompañaban que Isaac y él volverían después del sacrificio. “Yo y el muchacho iremos hasta allí y adoraremos, y volveremos a vosotros” (Génesis 22 5b). La cercanía de Abraham con Dios le inspiraba a obedecerle.  Obedecía a Dios porque le llego a conocer íntimamente. No le obedecía porque tenía temor del juicio de El como muchos que en la actualidad le obedecen. Sólo por temor a Sus juicios. Abraham llegó a conocer a Dios como íntimo amigo.

El rey David, otro hombre de la Biblia que podemos identificar que tenía intimidad con Dios. El rey David sabía que los únicos que podían comer los panes de la proposición eran los sacerdotes. El tenía conocimiento de que solamente los sacerdotes estaban autorizado, por Dios, a comer el pan sagrado. Sin embargo no tuvo miedo de ingerir los mismos, ya que esto fue permitido por el sacerdote.  David obedecía a Dios y sus ordenanzas pero él sabía que en medio de la situación en la que se encontraban él y sus hombres, no recibiría un castigo de Dios por consumir  los panes. David conoció a Dios como un Dios de amor y misericordia. Este ejemplo nos enseña que en la intimidad con Dios no cabe el temor.

En la intimidad es en el único lugar que logramos conocer al Dios de amor. A Dios le agrada cuando sus hijos le quieren conocer. En la intimidad con Dios le obedecemos en base a la relación y el sentimiento envuelto. Cuando le obedecemos sin relación es por respeto a la autoridad que El representa. La obediencia hacia Dios debe ser en base al amor o a la estrechez del sentimiento que nos une a El. El obedecerlo sin relación representa temor a las consecuencias de una desobediencia.

Algo muy importante que debemos enfatizar es que muchas veces tenemos una íntima relación con Dios pero lamentablemente caemos en el error de desobedecerle. Existen varios factores por lo que esto sucede. Podemos ver el caso de Abraham y Moisés.  Dios le dio promesa de un hijo a Abraham por medio de Sara. Abraham ante el pedido y presión de Sara durmió con Agar, la sierva de Sara. Sara quería que ella le diera el hijo, el hijo de  la promesa dada por Dios a Abraham. Abraham presionado por Sara, desobedeció a Dios. Hasta el día de hoy podemos ver las consecuencias de esa desobediencia. Moisés también desobedeció a Dios. Su desobediencia no le permitió entrar a la tierra prometida. El enojo y la ira tomaron control de Moisés lo cual hizo que hiciera lo contrario a lo que Dios le ordenó. Ambos hombres amaron a Dios y le sirvieron hasta el final de sus vidas.

No podemos negar que tanto Abraham como Moisés fueron hombres de Dios que establecieron una íntima relación con El. Moisés vio la espalda de Dios, el único entre los patriarcas. Moisés moraba bajo la presencia de Dios todo el tiempo de su ministerio. Tanto moisés como Abraham hablaron con Dios de tú a tú.  Después de Jesucristo, Moisés y Abraham fueron los que más se acercaron a Dios en intimidad. En los patriarcas hubo un dolor por haber desobedecido a Dios. Hasta el último momento de sus vidas. Abraham se arrepintió de haber desobedecido a Dios. Ese dolor que hubo en ellos era generado por la relación íntima que existía entre ellos y Dios. Si ellos no hubieran tenido una íntima relación con Dios, no les hubiera importado desobedecerle. Quizás el desobedecerle hubiese traído temor en ellos por miedo a la consecuencia. En ellos no hubo temor a la consecuencia sino tristeza por haber contristado a Dios con sus desobediencias.

Es necesario enfatizar que aunque tengamos una relación íntima con Dios, puede haber momentos en que le vamos a desobedecer. Sin embargo, debemos recordar, que mientras más tiempo pasamos en la presencia con El, conociéndole, promoviendo una relación íntima con El, el desobedecerle disminuye. La diferencia que existe cuando amamos a Dios a cuando le tememos, es el dolor que queda en nuestro corazon por haberle fallado.

 

El Dia del Senor

Joel: 1:15 15 ¡Ay del día! porque cercano está el día de Jehová, y vendrá como destrucción por el Todopoderoso. 16 ¿No fue arrebatado el al...