Monday, January 19, 2015

Primero Tu Casa

Juan 1:11ª
“A los suyo vino…”

La Biblia está llena de referencias acerca de la necesidad de atender la familia, dando énfasis al cuidado de “los tuyo” primeramente y luego los demás. La primera parte del versículo referenciado (Juan 1:11) ilustra que Jesús vino primero a los suyos. La Biblia presenta varios acontecimientos, pero existe una historia en particular que muestra, de una forma directa y precisa el mensaje de atender y saciar “los tuyos” y después a los demás. Esta mujer Sirofenicia  buscaba ayuda del Maestro para su hija. Ella era gentil, pero había oído del Maestro y fue en su busca. “Una mujer cuya hijita tenía un espíritu inmundo, fue y se postró a sus pies. 26 La mujer era gentil, sirofenicia de nacimiento; y le rogaba que echara fuera de su hija al demonio. 27 Y El le decía: Deja que primero los hijos se sacien, pues no está bien tomar el pan de los hijos y echarlo a los perrillos” (Marcos 7: 25c-27). Esta historia presenta a un Jesús que parecía carecer de piedad a la necesidad de esta mujer. Muchos perciben esta anécdota bíblica como algo controversial al carácter de Jesús. En realidad, con este comentario, el Maestro dejo claro la importancia de “los tuyos.” Muchos cristianos, Lastimosamente, están haciendo lo contrario. Se enfocan y preocupan en la predicación y salvación de los demás mientras su familia está en necesidad de salvación o restauración. Ministros predicando, salvando y restaurando vidas para Cristo, mientras su familia está perdida en un infierno terrenal. No me refiero aquellos que continúan  testificando a sus familiares, sino de aquellos que se han dado por vencidos porque la familia le rechaza su fe. Algunos piensan que por predicar a los perdidos y servir en la congregación sus familiares serán salvos. Se guían por el versículo: “Cree en el Señor Jesús, y serás salvo, tú y toda tu casa” (Hechos 16:31), pero esto no quita que continuemos el trabajo familiar de salvación y restauración.
Hechos 1:8 connota el orden que se debe seguir en cuanto a servicio, predicación y ministración se refiere. …”y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.” Jerusalén, en un sentido figurado, simboliza “los tuyos.” También es necesario entender que “los tuyos” no representa únicamente a la familia biológica, sino también la familia en la fe. Muchos pastores descuidan las ovejas de su redil. Estos consideran que estas ovejas no necesitan ni requieren el grado de atención de las perdidas o descarriadas, y solo se preocupan por añadir más ovejas al redil.  La realidad es que muchas de las existentes están perniquebradas, heridas, dañadas, en necesidad de ser atendidas. Algunos pastores no entienden los éxodos en su congregación, y se preguntan por qué el Espíritu Santo no sigue añadiendo “los que han de ser salvos” a su ministerio. Hombres sin discernimiento, ¿Cómo va el Espíritu Santo añadir más ovejas a un redil que no es atendido por su pastor?
Es necesario un despertar pastoral de la necesidad interna de su congregación. Miembros emigrando y pastores que no se dan cuenta. Es tan poco el valor que les dan a sus ovejas que no invierten tiempo con ellas para conocerlas y saber sus necesidades personales. Ni siquiera se perciben cuando se van del redil. Estos solo piensan en como atraer más; su enfoque es externo. Invierten en programas y actividades evangelisticas, con mucho atractivo, para promover su ministerio, haciéndose omiso a la necesidad interna de la congregación.  No están viendo lo que está sucediendo en su congregación porque están mirando el redil de al lado para competencia.  Que Dios tenga misericordia de esos líderes.
Jesús vino a los suyos, y aunque estos no le recibieron no dejo de tratar de predicarles las buenas nuevas. Siempre que tuvo la oportunidad lo hacía. Podía salir de Jerusalén pero siempre regresaba con la esperanza de dar a conocer el Reino de Dios en medio de ellos. El Mesías prometido con tantas ansias esperaba, pero su venda religiosa no le permitió ver lo que tenían en medio de ellos; frente a ellos. Muchos pastores no ven lo que está sucediendo en medio de ellos, con las ovejas, porque su enfoque esta distorsionado. Israel esperaba un Mesías llegando con un gran ejército y perdieron la oportunidad brindada. Pastores están perdiendo su redil porque le falta trato; no están recibiendo amor ni cuidado de su pastor. Muchas se sienten solas y abandonadas. El Espíritu Santo no las dejara sola. Le dará otro pastor que las cuide y ame así como Cristo ama Su iglesia. El buen pastor deja las 99 para irse en busca de la que está perdida, herida, enferma. El buen pastor conoce sus ovejas y ellas lo conocen a él. Existe una relación cercana, este siente el dolor de ella y la cuida. En esto se conoce el pastor con llamado al asalariado, este cuida las ovejas que tiene en su redil, no anda en competencia, ni procura atraer las ovejas de otro redil.
 Analiza y evalúa tu ministerio pastor. Antes que venga el Espíritu Santo y te ponga en balanza.
Que Dios continúe añadiendo más ovejas a los pastores llamados por El.  


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