Dios
manda a mostrar la luz de Cristo dondequiera que el cristiano llegue. “14Vosotros sois la luz del mundo. Una ciudad
situada sobre un monte no se puede ocultar; 15 ni se enciende una lámpara y se pone debajo de
un almud[a], sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en la casa. 16 Así brille
vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas acciones y
glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos” (Mateo 5:14-16). Muchos desean estar en lugares
distinto de donde están. Dicen “me gustaría ir a la cárcel o al hospital a
ministrar” pero la realidad es que debe ministrar, brillar y dar sabor al lugar
donde el Padre te tiene plantado en este momento. Nuestro Señor
Jesucristo desea que brillemos donde Él nos planta; somos la Luz de
Cristo en la tierra. El cristiano es la Sal que el mundo necesita para sentirle
el sabor al vivir. Negarse a sí mismo implica mostrar al mundo que en Cristo
todo se puede sobrellevar. Esto no es mostrar un evangelio
de prosperidad, sino una verdad de vida que poseen los cristianos...que
"todo lo podemos en Cristo que nos ¡fortalece!"
Se
están viviendo tiempos difíciles, y ya que el sol sale para todos, los
cristianos también están expuestos a esta temporada que la humanidad está
cursando. Muchos aseguran que estamos viviendo el tiempo de la pre-tribulación,
pero la realidad es que son tiempos cruciales para la iglesia de Jesucristo.
Mateo 24:12 revela el estado en el cual estarán muchos cristianos al final de
los tiempos. Tiempos de frialdad espiritual, de conformismo moral y falta de búsqueda
del Señor. En estos tiempos se probara la fe del cristiano, y muchos
apostataran de la fe que han creído. La visión cristiana estará en juego y
muchos abandonaran la fe. Tiempos peligrosos serán estos. El cristiano será pasado
por el fuego, y en el proceso se quemara o saldrá brillando. Lo que salvara al
cristiano es el fundamento Cristo céntrico que tenga asentado, pero sobre todo,
un entendimiento que ese ¡NO ES SU DESTINO FINAL!
José vivió momentos precarios, incluyendo el rechazo de sus hermanos mayores, pero este no desmayo ante sus adversidades. José había tenido sueños reveladores de un destino diferente al que actualmente estaba viviendo. Él sabía que la cárcel no era SU DESTINO FINAL y mantuvo la fe y la esperanza en esos sueños que tuvo. José estaba convencido (basado en los sueños reveladores que tuvo) que algún día sus hermanos iban arrodillarse delante de él. Este no tenía idea como sucedería, pero tenía la convicción que sucedería. Después que José entro en SU DESTINO, Regidor de Egipto, pudo decirle a sus hermanos, "para esto el Señor permitió todo mi sufrimiento, para que mi Pueblo fuera salvo del hambre."
José vivió momentos precarios, incluyendo el rechazo de sus hermanos mayores, pero este no desmayo ante sus adversidades. José había tenido sueños reveladores de un destino diferente al que actualmente estaba viviendo. Él sabía que la cárcel no era SU DESTINO FINAL y mantuvo la fe y la esperanza en esos sueños que tuvo. José estaba convencido (basado en los sueños reveladores que tuvo) que algún día sus hermanos iban arrodillarse delante de él. Este no tenía idea como sucedería, pero tenía la convicción que sucedería. Después que José entro en SU DESTINO, Regidor de Egipto, pudo decirle a sus hermanos, "para esto el Señor permitió todo mi sufrimiento, para que mi Pueblo fuera salvo del hambre."
El
cristiano tiene la promesa de un destino glorioso en Cristo Jesús. Lo que
estamos viviendo en el presente no es nuestro destino final. El cristiano debe
descubrir lo que el Padre tiene destinado para él. Lo que estamos pasando es temporal,
y la mira a ese destino, pronosticado por el Padre, es lo que nos debe impulsar
a vencer las vicisitudes del presente. Hoy estamos aquí, pero este no es
nuestro lugar final, hay un destino el cual debemos conquistar para producir el
“cien por uno” en el Reino de Cristo. Estamos ubicado en el reino terrestre
para cumplir una misión (Marcos 16:15) se nos ha encomendado. ¿Cuál es tu sueño?
¿Qué deseas hacer/lograr para Cristo? ¿Es Cristo tu visión? ¿Estas tratando de
glorificar a Cristo en todo tu hacer/caminar/vivir? ¿Dónde está puesta tu
vista? ¿A quién le estas sirviendo con tu vida? ¿Dónde está tu corazón? La Biblia
nos ensena que donde esta nuestro corazón revela el tesoro que anhelamos (Mateo
6:21). ¿Qué anhela tu corazón? ¿Anhela tu corazón a Cristo o tus propios
intereses?
El
apóstol Pablo descubrió el motivo de su vida, Cristo: “mas no vivo yo, vive
Cristo en mí,” “¿Quién nos separara del amor de Cristo…? Pablo sufrió
penalidades, de tal magnitud que murió por defender la fe de Cristo. El destino
de Pablo no era defender la Ley judía, matando todos aquellos que profesan la
fe de Cristo. Al contrario, y sin el saberlo, el destino de Pablo se cumplió
cuando se convirtió a Jesucristo y dejo todo para predicar el evangelio a los
gentiles – SU DESTINO. Por eso leemos de un Pablo que aunque en medio de
sufrimientos, apedreado, dejado por muerto, etc., no escatimo ni su propia vida
para lograr cumplir SU DESTINO. Pablo era
feliz donde estaba, estaba en el centro de la voluntad del Padre. Nada le era más
valioso que predicar a Jesucristo donde quiera que llegaba; este hombre llevaba
la luz de Cristo donde sus pies pisaban. Pablo era un hombre feliz, contento
con lo que hacía. Encontró sentido a su vida después de su conversión. Antes de
eso era un hombre amargado, con enojo, ira, despiadado. A este no le importaba
quitarle la vida a alguien por lo que él pensaba era la única verdad (la Ley judía).
Muchos dirían que pablo sufría, y es cierto, en su humanidad el sufría
penalidades, su cuerpo era maltratado y sangraba, pero en lo espiritual el crecía
con cada latigazo y pesadumbre que recibía. Este entendimiento es loco al
hombre natural o al cristiano que no ha logrado visualizar su destino personal.
Cuando logramos recibir la revelación del llamado, estamos a la expectativa y
el presente no nos afecta, solo visualizamos ese destino el Padre ha
pronosticado para cada soldado de Jesucristo. Unos serán pastores, otros
evangelistas, otros maestros, etc., pero todo cristiano ha sido destinado para
una tarea en el Reino. Te darás cuenta cuando llegues a ese momento de tu vida,
ya que no habrá otro deseo y anhelo que llene tu corazón, nada te molestara ni entristecerá
ya que estarás enfocad en TU DESTINO. Por ahora, brilla donde estas, y luego
veras ¡el resplandecer de Cristo en ti!
Hermano
en la fe de Cristo, no desmaye ni permita que tu corazón se entristezca, mira al
cielo y recuerda que hay algo mejor que espera por ti. Tu presente puede
parecer oscuro, pero hay un destino para el cual fuiste creado. Gózate en esa
verdad! Espera al Padre, no te
impacientes, Él te pondrá en el lugar central de Su voluntad…solo espera. Entonces
podrá decir como dijo el apóstol Pablo “¿quién nos separara del amor de Cristo?
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