Cuando Mardoqueo supo todo lo que se había hecho,
rasgó sus vestidos, se vistió de cilicio y ceniza, y salió por la
ciudad, lamentándose con grande y amargo clamor (Ester 4:1) …
Y envió ropa para que Mardoqueo se vistiera y se quitara
el cilicio de encima, pero él no la aceptó (Ester 4:4b) …
Le dio también una copia del texto del decreto que había sido promulgado en Susa para la destrucción de los judíos, para que se la mostrara a Ester y le informara, y le mandara que ella fuera al rey para implorar su favor y para interceder ante él por su pueblo (Ester 4:8) … No pienses que estando en el palacio del rey solo tú escaparás entre todos los judíos 14 Porque si permaneces callada en este tiempo, alivio y liberación vendrán de otro lugar para los judíos, pero tú y la casa de tu padre pereceréis. ¿Y quién sabe si para una ocasión como esta tú habrás llegado a ser reina? (Ester 4:13-14).
A
veces se hace arduo confrontar al hermano cristiano por temor que se enoje o
que se nos estime y juzgue sin compasión. Algunos cristianos consideran que si
enfrentamos a otro hermano de la fe no tenemos el amor de Cristo en nosotros. Sin
embargo, La Biblia muestra varios escenarios donde hermanos confrontan a otros
por sus comportamientos hipócritas. Uno de estos es Gálatas 2:11-14. Estos
versos muestran la escena entre Pablo y Pedro, cuando pablo recrimina a pedro
por su comportamiento: 11 Pero cuando Pedro vino a
Antioquía, me opuse a él cara a cara, porque era de condenar. 12 Porque
antes de venir algunos de parte de Jacobo, él comía con los gentiles, pero
cuando vinieron, empezó a retraerse y apartarse, porque temía a los de la circuncisión. 13 Y
el resto de los judíos se le unió en su hipocresía, de
tal manera que aun Bernabé fue arrastrado por la hipocresía de
ellos. 14 Pero cuando vi que no andaban con
rectitud en cuanto a la verdad del evangelio, dije a Pedro delante de todos: Si tú, siendo judío, vives como
los gentiles y no como los judíos, ¿por qué obligas a los gentiles a vivir
como judíos? (LBLA).
La
Sagrada Escritura urge que exhortemos al hermano para que corrija su
comportamiento y enderece su vida. La realidad es que odiamos al hermano cuando
no le reprendemos, advirtiéndole de lo por venir si no endereza sus pasos. Mardoqueo
fue firme, claro y directo con Ester, con esto ayudándola a que meditare y recapacitara.
Nuestro deber es ser Centinelas de nuestros hermanos para que no se pierdan y
sean productivos, así cumpliendo su llamado (Ester 4:13-14). Cuando este es el enfoque, estamos en el orden
de Dios. Ezequiel 33 en sus versos 1-9 declara la responsabilidad de un
centinela, y que sucede si no ejerce su trabajo:
33 “Y vino a mí la palabra
del Señor, diciendo: 2 Hijo
de hombre, habla a los hijos de tu pueblo y diles: «Si yo traigo una espada
sobre un país, y la gente del país toma a un hombre de entre ellos y lo ponen
de centinela, 3 y este ve venir la
espada sobre el país, y toca la trompeta y advierte al pueblo, 4 y
el que oye el sonido de la trompeta no se da por advertido, y viene una espada
y se lo lleva, su sangre recaerá sobre su propia cabeza. 5 Oyó
el sonido de la trompeta pero no se dio por advertido; su sangre recaerá sobre
él. Pero si hubiera hecho caso, habría
salvado su vida. 6 Pero si el centinela ve venir la
espada y no toca la trompeta, y el pueblo no es advertido, y una espada viene y
se lleva a uno de
entre ellos, él será llevado por su iniquidad; pero yo demandaré su sangre de
mano del centinela».7 Y a ti, hijo de hombre, te he
puesto por centinela de la casa de Israel; oirás, pues, la palabra de mi boca,
y les advertirás de mi parte. 8 Cuando yo diga al
impío: «Impío, ciertamente morirás», si tú
no hablas para advertir al impío de su camino, ese impío morirá por su
iniquidad, pero yo demandaré su sangre de tu mano. 9 Pero
si tú, de tu parte adviertes al impío para que se aparte de su camino, y él no
se aparta de su camino, morirá por su iniquidad, pero tú habrás librado tu vida”
(LBLA).
Ester
pensaba que Mardoqueo necesitaba vestiduras. Ella estaba ensimismada sin
entender la situación (Ester 4:44b). Mardoqueo trajo realización y conciencia a Ester
al confrontar su miedo de ir al rey (Ester 4:8).
Lo que sucedía en ese momento era de muerte; aniquilación de todo un pueblo,
pero Ester estaba pensando en ella. Confrontar es sinónimo de desafiar, con el
fin de motivar a vernos internamente y evaluarnos. La situación en la que
estaba el pueblo judío era una realidad y no un sentimiento. Se requería ser
asertivo y directo. Mardoqueo actúa de forma directa para traer conciencia de
la realidad presente. Mardoqueo le recuerda a Ester que a lo mejor su integración
al gobierno era para este propósito (Ester 4:14).
Dios permitió que Ester fuera la escogida entre tantas jóvenes, pero también,
podemos estipular, que el comportamiento de la reina Vasti fue incitado (2 Samuel
24:1) por Dios para que Ester tomara su lugar, con esto estar en el reino como
instrumento de Dios para interceder por el pueblo. Dios conoce todas las cosas
y manipula las situaciones para que encajen con Su propósito. Mardoqueo es el
instrumento que Dios está utilizando, como te usaría a ti en situaciones
precarias para cumplir Su voluntad y plan. Lo importante de esto es que el amor
de Mardoqueo por su Pueblo lo empujo a lo extremo, incluso de poner la vida de
Ester en peligro. Mardoqueo buscaba el bien de su pueblo y el bienestar de su
gente (Ester 10:3) y esto agrada a Dios. Igualmente, cuando ponemos el
bienestar de La Iglesia de Jesucristo, antes que nosotros, el Padre se agrada y
derrama Su bendición.
Mardoqueo
fue puesto en grande, por su amor al Pueblo de Dios y su gente. “Este llego
a ser segundo en el reinado y grande entre los judíos y estimado por la
multitud de sus hermanos, el cual buscó
el bien de su pueblo y procuró el bienestar de toda su gente “(Ester
10:3).
Seamos como Mardoqueo. “Cuando Mardoqueo supo todo lo que se había hecho,
rasgó sus vestidos, se vistió de cilicio y ceniza, y salió por la
ciudad, lamentándose con grande y amargo clamor” (Ester 4:1). Pero este no se quedó únicamente lamentándose u
orando por la situación, también tomo acción de manera decidida y determinante
y fue respaldado por Dios.
Mardoqueo fue atrevido en sus acciones ya que se
trataba de vida o muerte. Si notamos que un hermano en la fe está desviándose del
Camino, debemos actuar como Mardoqueo, primeramente, orar y luego accionar con
el propósito de bienestar y también seremos respaldados por Dios. No temas. Amonesta
a tiempo y fuera de tiempo para salvación.