Sunday, June 23, 2024

Eligiendo Lo Infinito

 El llamamiento de Eliseo

19 Elías salió de allí y encontró a Eliseo hijo de Safat, que estaba arando. Había doce yuntas de bueyes en fila, y él mismo conducía la última. Elías pasó junto a Eliseo y arrojó su manto sobre él. 20 Entonces Eliseo dejó sus bueyes y corrió tras Elías. ―Permíteme despedirme de mi padre y de mi madre con un beso —dijo él—, y luego te seguiré. ―Anda, ve —respondió Elías—. Yo no te lo voy a impedir.  21 Eliseo lo dejó y regresó. Tomó su yunta de bueyes y los sacrificó. Quemando la madera de la yunta, asó la carne y se la dio al pueblo, y ellos comieron. Luego partió para seguir a Elías y se puso a su servicio (1 Reyes 19:19-21).

El corazón de Eliseo ya estaba preparado para el llamado de Dios. ojalá todos fuésemos igual a Eliseo, que dejo todos los beneficios terrenales, sin ninguna hesitación, y atender el llamado Celestial para su vida. Este pasaje parece mostrar la convicción de Eliseo en la decisión que tomaba. Pareciera como si él estaba en la espera del momento que Dios lo iba a utilizar para Su Reino Celestial en la tierra. Eliseo eligió lo infinito y eterno dejando lo finito y pasadero.

Muchos cristianos expresan tener el deseo de servir a Jesucristo y Su Reino, y pueda que sus deseos e intenciones sean ciertas y de corazón. Lamentablemente, sin convicción no hay acción. El deseo es bueno y Dios observa la intención y aspiración, pero Dios busca corazones convencidos y obedientes que están dispuesto dejar todo lo terrenal por el Reino Celestial. Dios anda buscando Elíseos, hombres y mujeres que no vacilan al elegir a Dios y a Jesucristo. Estos Elíseos no tienen duda, dilemas, oscilacion, incertidumbres; no están en conflictos, ni aprietos cuando Dios les llama. Es como si estuvieran a la expectativa del momento preciso; parecieran estar esperando alegremente el momento del Kairos de Dios para sus vidas. Eliseo solo se despidió de sus padres, y quizás familiares cercanos y repartió sus riquezas alegremente, celebrando con sus allegados, parecía estar gozoso en compartir sus bienes celebrando su verdadera vida – sirviendo al Dios de sus padres y pueblo. Jesucristo afirmó que todos aquellos que dejan todo por El, recibirán bendiciones no solo en los cielos, pero también en la tierra: Y todo el que haya dejado casas, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o hijos o tierras por mi nombre, recibirá cien veces más, y heredará la vida eterna” (Mateo 19:29). Cuando primeramente buscamos y nos enfocamos en el Reino de Dios, las bendiciones secundarias serán añadidas (Mateo 6:33 parafraseado). “Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por causa de mí, la hallará.”

Varias veces el Padre envía ministros que nos tiren el Manto, pero nosotros dejamos pasar las oportunidades por las ocupaciones y responsabilidades diarias. Elías no forzó a Eliseo a que le siguiera (v.20), fue Eliseo que regreso y recibió el Manto del llamado del Padre. Elías solo fue el instrumento que Dios uso, pero quien le tiro el Manto a Eliseo fue Dios. Eliseo eligió sabiamente, lo perpetuo y duradero. La Palabra de Dios nos dice en 1 Juan 2:15-17 que 15 No améis al mundo ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. 16 Porque todo lo que hay en el mundo, la pasión de la carne, la pasión de los ojos y la arrogancia de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo. 17 Y el mundo pasa, y también sus pasiones, pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.”

Oro para que el Espíritu Santo te ayude a estar a la expectativa cuando Dios te llame a trabajar para El. La próxima vez que tu espíritu te haga sentir que la Palabra recibida fue de parte de Dios, llamándote al Ministerio de Él, no del hombre, estés apercibido y respondas “heme aquí, soy tu siervo/a.” Te exhorto que no desperdicie tu vida complaciendo tu cuerpo y alma, elige a Jesucristo, lo espiritual, lo infinito y eterno.

 


Saturday, June 8, 2024

Importancia de Fallas y Errores

Si no fuera por los fracasos y caídas nunca podríamos experimentar la Gracia y Misericordia de Dios. Israel pudo apreciar y observar la Magnificencia de Dios en su viaje por el desierto, pero solo notaron Su Clemencia cuando le fallaban. Esto no quiere decir que debemos deliberadamente cometer errores y fallarle a Dios, pero cuando lo hacemos, Su Perdón inmerecido y Compasión es revelado. Debemos mantener un espíritu humilde cuando Su Clemencia es sobre nosotros, sabiendo que no es porque somos merecedores sino por su Fidelidad y Compasión en Cristo Jesús.

La Biblia no esconde los errores y fallas de los hombres usado por Dios. al contrario, los expones para que sepamos que Dios no está buscando perfectos para usar, sino enfermos espirituales y físicos donde solo El recibe la gloria y honor. Mediante estos hombres y mujeres lleno de imperfecciones, como nosotros, Él es exaltado. Dios usa al caído, pobre de espíritu, pero que tiene un espíritu humilde que desea adorar y glorificar a Su Creador, pero se le hace difícil por la lucha con la carne, el mundo y Satán.

Así que, si le has fallado a Dios, solo recuerda que después del arrepentimiento y humildad de corazón, viene la restauración. Luego serás usado por Su Gracia para la Gloria de Jesucristo.


Mi Historia Su Gloria

Los testimonios que contamos cuentan la Gloria de Dios. Por lo tanto, no debemos callar del trabajo que nuestro Padre Celestial está realizando en nosotros. No debemos permitir que la timidez o el miedo al rechazo interfieran en proclamar las maravillas de Dios en nuestra vida. Si no hubiera sido por los testimonios de hombres y mujeres en la Biblia, no hubiésemos conocido la obra de Dios en ellos. El libro de Hebreo revela como la fe de estos influenció para que Dios realizara prodigios por medio de ellos. Mi historia es Su Gloria ya que Él es quien hace los cambios en nosotros; en nuestro carácter; quien sana las heridas del alma, nos perdona y limpia de nuestra pasada manera de vivir en Cristo Jesús. 


Herencia Significativa

“ Y LLAMÓ Jacob á sus hijos, y dijo: Juntaos, y os declararé lo que os ha de acontecer en los postreros días. 2  Juntaos y oid, hijos de Jac...