Sunday, October 15, 2023

Mientras Cristo es Exaltado en Ti

 “Es necesario que Él crezca, y que yo disminuya” (Juan 3:30)

Mientras tu relación con el Padre aumenta, tus imperfecciones van siendo más revelado. Al principio de la conversión el Padre es paciente y espera el momento de crecimiento espiritual, donde el creyente se ha desarrollado y madurado en su caminar cristiano. El Padre desea que lleguemos a la plenitud de Su Hijo, y para eso necesita santificarnos de adentro hacia afuera. Con esto caminando en santidad, reflejando a Cristo en todo lo que hacemos; donde ya no vivimos nosotros sino cristo en nosotros; viviendo vidas de obediencia.

La santificación es un proceso. En ese proceso el Espíritu Santo comienza revelando todas las áreas que necesitan purificación, sanidad y santificación. Esas áreas que requieren ser entregadas a Cristo; áreas que ni aun el creyente sabía que estaban vigentes en su corazón y que súbitamente dominaban en el Alma. 

Durante la santificación, el Alma empieza a revelar sus iniquidades, males, dolores y pecados ocultos. Damos gratitudes al Padre por no revelar esos males internos cuando estábamos inmaduros, recién convertidos en el primer amor. Agradecemos a Cristo porque solo en El, el Padre tiene la misericordia y paciencia de llevarnos mediante el proceso de purificación. Debemos permitir ser dirigidos por el Espíritu Santo mientras se nos revelan las impurezas que aún existen en nuestro interior, aceptando nuestra realidad espiritual y agradeciendo el proceso de santificación. En vez de sentirnos impuros o culpables, debemos arrepentirnos por cada pecado oculto o área mostrada por el Espíritu Santo que necesite purificación o sanidad interior. Esto incluye pedir perdón y perdonar a las personas que hemos herido y dañado y las que nos han dañado a nosotros. Mostrar nuestra vulnerabilidad en el proceso es difícil, especialmente para aquellos que aun llevan orgullo en su corazón.

Vergüenza y culpabilidad son sentimientos muy molestos. Es difícil enfrentarse cara a cara a esos sentimientos y las emociones que le acompaña. Aflicciones y congojas rebosan el corazón, por lo cual es difícil enfrentar esos pecados vergonzosos de los cuales participamos antes de entregar nuestras vidas a Cristo. Ahora que estamos en Cristo Jesús, comenzamos a ser redargüidos por el Espíritu Santo y nos re-encontramos con un Alma herida, dañada, maltratada, adolorida o llena de vergüenza y culpabilidad. Una Alma que necesita a Cristo para ser sanada, libertada y santificada así poder cumplir el propósito por el cual fue creada y apartada para salvación y vida eterna.

Es importante aclarar que, aunque el proceso de santificación puede ser doloroso al encontrarnos con nuestros pecados y heridas más internas, el propósito de este proceso no es de juzgar o hacerte sentir mal. Al contrario, es para completa liberta del Alma. Una Alma completamente libre puede adorar con libertad. La Palabra de Dios nos dice “…conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres” (Juan 8:31-32). Entendiendo y reconociendo las ataduras internas que nos han mantenido regresando al mismo pecado o depresión mental y emocional liberta al individuo. Esto sucede si sabe usarse para el proceso de liberación, purificación y santificación. Lastimosamente, muchas veces, cuando el Espíritu revela lo íntimo de nuestra Alma; de donde surge nuestros males, algunos resultan en venganza. Por consiguiente, el Padre solo muestra estos males internos cuando tenemos la madurez espiritual y cercanía con El para que podamos vencer durante el trascurso.

Mi amado hermano en la fe, no te sientas abrumado cuando no entiendes porque sigues pecando deliberadamente. Solo ve a la presencia del Padre y permite que el Espíritu Santo te revele el pecado de Acá (Josué 7 - males que tenemos arraigados que no nos permiten ganar las batallas de la vida). Luego entra a cuenta con Dios en arrepentimiento. Ese es el propósito de la revelación, arrepentimiento. Luego del arrepentimiento viene la sanidad y finalmente eres libre. Veras que mientras más descubre tus males, más libre eres. El proceso de santificación depende de tu nivel de receptividad a este. Ojalá que tu proceso sea corto, el mío ha sido largo. Pero ya no existe culpabilidad ni vergüenza, solo siento el Amor del Padre tratando con mi vida ya que El desea que estemos cerca. Te exhorto mi hermano que reciba la corrección y sentirás el Amor del Padre en el proceso. Vamos escalando peldaños en cada proceso que vencemos. Lo importante es que no estamos solo, Él está con nosotros en cada paso y batalla que tenemos. Las victorias son de Él. Asegúrate siempre de darle las gracias por cada victoria que logras.

Te deseo un hermoso proceso con el Espíritu Santo.

Saturday, October 14, 2023

Arrepentíos y Convertíos Arrepentíos y Convertíos Arrepentíos y Convertíos

“Por tanto, arrepentíos y convertíos, para que vuestros pecados sean borrados, a fin de que tiempos de refrigerio vengan de la presencia del Señor”, (Hechos 3:19).

2 Respondiendo Jesús, les dijo¿Pensáis que estos galileos eran más pecadores que todos los demás galileos, porque sufrieron esto? Os digo que no; al contrario, si no os arrepentís, todos pereceréis igualmente. 4 ¿O pensáis que aquellos dieciocho, sobre los que cayó la torre en Siloé y los mató, eran más deudores que todos los hombres que habitan en Jerusalén? 5 Os digo que no; al contrario, si no os arrepentís, todos pereceréis igualmente” (Lucas 13: 2-5 LBA).

Muchas veces, el proceso de ser un auténtico cristiano podría resultar en varios pasos, podemos decir que requiere pujos. El pasaje de Marcos 8: 21-25 muestra una de las formas Jesús obro una sanidad, “Llegaron a Betsaida, y le trajeron un ciego y le rogaron que lo tocara. 23 Tomando de la mano al ciego, lo sacó fuera de la aldea; y después de escupir en sus ojos y de poner las manos sobre él, le preguntó: ¿Ves algo? 24 Y levantando la vista, dijo: Veo a los hombres, pero los veo como árboles que caminan. 25 Entonces Jesús puso otra vez las manos sobre sus ojos, y él miró fijamente y fue restaurado; y lo veía todo con claridad.” También es digno de mencionar el pasaje de Job cuando le dice al Padre, “de oídas te había oído, pero ahora mis ojos te ven” (Job 42:5).  A veces esto sucede con algunos creyentes, necesitan pasos y pujos para conectarse y arraigarse a la Vid.

Como todo creyente debe conocer, el reconocimiento de Jesús, quien es El y a que vino a la tierra es el vital paso para ser llamado cristiano. Ya que algunos catalogan a Jesús como un profeta más. Este credo, habiendo recibido la revelación de Jesucristo, produce contrición de espíritu. El corazón se abate de tal manera y ríos de aguas vivas surgen. El Alma se aflige y reconoce que ha estado muerta en pecado y que requiere un cambio. El Alma tiene como entendido que esto solo sucede con una genuina confesión de Fe en Cristo Jesús; no una confesión de labios (Mateo 15:8) sino de lo más profundo del Alma. Después de esta confesión, la mente, la actitud, y el comportamiento comienzan a ser transformados, y este nuevo hombre empieza a vivir una vida dirigida por el Espíritu Santo. Penosamente, aun después de recibir esta revelación y de hacer la confesión de fe muchos perecen, regresando a su vieja manera de pensar y vivir. A estos le hizo falta convertirse de corazón. Podríamos teorizar, que a muchos le llega el remordimiento primero, luego el arrepentimiento y luego la conversión.

Para muchos la conversión es inmediata. Mientras que, para otros, es un proceso. Observamos algunos creyentes seguida su confesión de fe, surgen cambios drásticos, mientras que otros duran tiempos para dar frutos de arrepentimientos y conversión. Es importante señalar que, para lograr vencer el Mundo, la Carne (el cuerpo) y sobre todo a los dardos satánicos es necesario la conversión (claro la llenura del Espíritu Santo es indispensable). Existen muchos creyentes que se conducen semejantes a los gentiles. Van de aquí para allá, como las olas del mar; son tibios y tienden moverse y pasar de un extremo a otro fácilmente, profesar otras religiones. Es obvio que estos no se han convertido de corazón, y por lo tanto se le ha hecho difícil el Evangelio. Los ambivalentes son muy notorios; sus vidas son tambaleante y son débil para caer en tentaciones. Sus conductas confunden a los no creyentes, y pueden ser piedras de tropiezo para que otros vengan al Evangelio.  

Hechos 3:19 hace el parentesco y exalta la diferencia que existe entre estos dos términos. Un ejemplo del que está arrepentido, pero le falta la conversión, es que cree que es salvo por obras. Este vive su vida tratando de agradar a Dios haciendo sacrificios materiales, incluyendo sacrificios corporales. Contrario, el convertido sabe que es salvo solo por Gracia (Efesios 2:8) y que no existe sacrificio alguno que lo lleve a ser aceptado ante el Padre, solo Jesucristo Hijo y Su sacrificio en la Cruz del Calvario.  

En el Evangelio de Juan 1:14-16 leemos lo primero que Jesús exhorto al emprender Su ministerio: 14 Después que Juan había sido encarcelado, Jesús vino a Galilea proclamando el evangelio de Dios, 15 y diciendo: El tiempo se ha cumplido y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos y creed en el evangelio.”  En el versículo 16 leemos el llamado a los primeros discípulos. Estos hombres estuvieron con Jesús desde el principio de Su ministerio, aun así, algunos de ellos le fallaron. También estudiamos que otros fueron convertidos desde el principio. Posteriormente al Pentecostés, muchos de estos se consolidaron en la Fe de Jesucristo y algunos fueron mártires. La conversión lleva al martinismo, ya que “ya no vivo yo, más vive Cristo en mí.”

Sin conversión no hay frutos de arrepentimiento genuino. Asegurémonos que estamos verdaderamente en la Vid, y que el Maestro no nos eche fuera y diga “sal, no te conozco” o que te saquen de las bodas porque andas con ropas manchadas (Mateo 22:11). Lucas 13:25-27 describe una escena muy triste. Muchos pensaban que eran parte de la familia, pero resulto que eran desconocidos: 25 Después que el padre de familia se haya levantado y cerrado la puerta, y estando fuera empecéis a llamar a la puerta, diciendo: Señor, Señor, ábrenos, él respondiendo os dirá: No sé de dónde sois. 26 Entonces comenzaréis a decir: Delante de ti hemos comido y bebido, y en nuestras plazas enseñaste. 27 Pero os dirá: Os digo que no sé de dónde sois; apartaos de mí todos vosotros, hacedores de maldad.

Si estamos en Cristo Jesús, entonces estaremos trabajando para Su Reino y no para el nuestro. Predicando el Evangelio a tiempo y fuera de tiempo, marchando hasta los últimos confines de la tierra llevando este mensaje de Vida, y vida eterna.  Mateo 7:21-23 documenta las palabras de Jesús hacia aquellos falsos seguidores: 21 No todo el que me dice: «Señor, Señor», entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. 22 Muchos me dirán en aquel día: «Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros[a]?». 23 Y entonces les declararé: «Jamás os conocí; apartaos de mílos que practicáis la iniquidad».

Podemos engañar a todos, pero nunca a Dios…por sus frutos los conoceréis. 27 Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco y me siguen; 28 y yo les doy vida eterna y jamás perecerán, y nadie las arrebatará de mi mano (Juan 10:27-28)


Sunday, October 1, 2023

Tengo Mi Remanente

18 Pero dejaré siete mil en Israel, todas las rodillas que no se han doblado ante Baal y toda boca que no lo ha besado (1 Reyes 19:18 v. LBLA).

Leyendo Las Escrituras observamos que Dios siempre se surte de relevos que continuaran Su plan. Dios nunca es sorprendido ni manipulado por los que se retiran u objetan trabajar con Él, sea por miedo, cansancio, o simplemente falta de fe. Recordemos que no somos indispensable; no somos los único que existimos para cumplir el propósito de Dios.  El versículo 16 del capítulo 19 1 Reyes relata lo que Dios le dice a Elías cuando este pensaba que solo quedaba el: “y á Eliseo hijo de Saphat, de Abel-mehula, ungirás para que sea profeta en lugar de ti.”

Como profeta de Dios, Elías tenía una relación cercana con Dios. Por un momento se le olvido con quien hablaba y tuvo la intrepidez de decirle a Jehová que era el único remanente para seguir el propósito de Él.

1 Reyes 19 también presenta la escena en la que Elías sale escapando de Jezabel. En los versículos 9 y 13 (dos veces) Dios le pregunta a Elías ¿qué haces?, y las dos veces Elías le responde lo mismo: 10 Y él respondió: He tenido mucho celo por el Señor, Dios de los ejércitos; porque los hijos de Israel han abandonado tu pacto, han derribado tus altares y han matado a espada a tus profetas. He quedado yo solo y buscan mi vida para quitármela. 14 Y él respondió: He tenido mucho celo por el Señor, Dios de los ejércitos; porque los hijos de Israel han abandonado tu pacto, han derribado tus altares y han matado a espada a tus profetas. He quedado yo solo y buscan mi vida para quitármela. Cuando leemos el capítulo completo (1 Reyes 19), notamos que Dios invita a Elías a salir de donde esta e ir al monte y encontrarse con El. Luego le hace la misma pregunta del versículo 9: “que haces aquí Elías.” Elías responde lo mismo (v.14), pero esta vez Dios es más directo, dándole ciertas instrucciones a seguir y le afirma Pero dejaré siete mil en Israel, todas las rodillas que no se han doblado ante Baal y toda boca que no lo ha besado” que seguirán adelante con Su propósito.

En Su amor y misericordia, Dios da oportunidad que meditemos lo que pensamos de nosotros mismo. A veces pensamos tan alto de nosotros (orgullo, altanería, etc.) y Dios nos trae a la realidad de nuestra humanidad y fragilidad. También nos hace recordar Su Majestad y Poder. Luego nos pregunta de nuevo, a ver si hemos recapacitado y cambiado de opinión acerca de quiénes somos. Sabemos que Dios detesta al soberbio y orgulloso, pero se deleita en el humilde de espíritu. Elías mantuvo la misma perspectiva de él, contestando lo mismo la segunda vez y Dios lo enfrento.

En nuestras relaciones humanas a veces olvidamos con quien estamos hablando. Algunos se asocian e interactúan con presidentes de organizaciones o incluso de naciones. En esas comunicaciones, al ser tan cercana la relación, se puede cometer la imprudencia de olvidarse del poder que tiene esa persona (s). Elías cometió el error de olvidarse con quien hablaba, y como Elías somos muchos en la Iglesia de Jesucristo. Creyéndonos que somos los únicos salvos que tenemos la revelación de la Biblia. Este espíritu religioso y altanero existía en los tiempos de la Iglesia Romana Católica. Esta pensaba que solo ella tenía la verdad del Evangelio. Por consiguiente, cometiendo desastrosos hechos hacia aquellos que eran de diferentes creencias y denominaciones.

Mucho no ha cambiado. En esta era, algunos Concilios y Congregaciones se consideran como los únicos que tienen La Verdad del Evangelio de Jesucristo. Esto es dentro de los mismos protestantes, Pentecostales y Evangélicos. Muchos han olvidado que el Reino de Cristo es mucho más grande y extenso que un concilio o una congregación local. La Iglesia de Jesucristo es global, no local, y tiene UNA SOLA CABEZA…JESUCRISTO. Dentro de La Iglesia existe un remanente que escucha y cumple los deseos del Padre. Estos están esparcidos por todo el planeta terrestre, no en una sola localidad u organización (concilio).

Debido a esta creencia, observamos la desunión que existe en La Iglesia. Pastores, congregaciones y concilios en enemistades; conflictos doctrinales, comunicaciones perniciosas, y en completa oposición. Con esto afectando la predicación del Evangelio y el crecimiento de La Iglesia, y cuando los gentiles observan estos conflictos dentro de la Iglesia no desean integrarse. Nosotros mismo somos piedras de tropiezo para que los gentiles vengan a Cristo. Muchas congregaciones no permiten que hermanos recién llegado a sus congregaciones trabajen en ningún ministerio hasta que no pasen por sus discipulados/escuelas - aun este hermano trae carta de recomendación de su pastor anterior. Estos ministerios están quietos, sin actividad, solo como oyentes hasta que no pasen por la escuela de doctrina de dicha congregación/concilio, y esto solo porque vinieron de otros concilios o denominaciones. Se tiene por entendido que todo nuevo agregado debe mostrar frutos de obediencia y un genuino deseo de trabajar en la obra, pero si trae carta de recomendación, lo cual es bíblico, se le debe dar oportunidad de trabajar en el Ministerio local.  Especialmente, cuando el Espíritu Santo, da confirmación de él/ella. Un pastor de Dios, puede discernir las personas que el Espíritu Santo añade a su ministerio.

Hasta que no regresemos a los cimientos antiguos, entendiendo que somos UNA IGLESIA, Cristo como Cabeza, Señor y Dueño de Ella, no veremos crecimientos espirituales en nuestra vida personal y mucho menos en el ministerio. Siempre estaremos derrotados y frágiles espiritualmente. Satanás toma ventaja de estos problemas internos, susurrando la mente y corazones de líderes para que continúen las divisiones y diferencias entre ellos. Prueba de esto, es que muchos hermanos de diferentes congregaciones no se saludan con el saludo cristiano (Dios te bendiga) ya que consideran que solo sus congregaciones son de Cristo. Si el Espíritu Santo evaluara las congregaciones, así como lo relata el libro de Apocalipsis en sus primeros capítulos ¿qué diría a estos concilios y congregaciones? ¿Qué le diría a los pastores y líderes? Muchas sorpresas habrán. Así cuando lleguemos al Tribunal de Cristo.

En Juan 17 encontramos la oración de Jesús al Padre y como enfatizo la unión y su importancia entre los miembros: 20 Mas no ruego solamente por estos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos, 21 para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste. 22 La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno. 23 Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad, para que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado a ellos como también a mí me has amado. 24 Padre, aquellos que me has dado, quiero que donde yo estoy, también ellos estén conmigo, para que vean mi gloria que me has dado; porque me has amado desde antes de la fundación del mundo. 25 Padre justo, el mundo no te ha conocido, pero yo te he conocido, y estos han conocido que tú me enviaste. 26 Y les he dado a conocer tu nombre, y lo daré a conocer aún, para que el amor con que me has amado, esté en ellos, y yo en ellos (versos 20-26). En el libro de Los Hechos encontramos las proezas del Espíritu Santo por medio de los discípulos. Antes de esas hazañas, leemos la unidad entre los hermanos y como tenían todo en común (Hechos 4:32-36). Lo más observante es como el Espíritu Santo descendió sobre ellos en Pentecostés, donde estaban todos unánimes, unidos, en un solo espíritu. En ese espíritu, el Espíritu añadía cada día a La Iglesia de Jesucristo creyentes, y La Iglesia crecía desmedidamente (Hechos 2

La Iglesia es UNA y CRISTO la CABEZA. La encomienda a La Iglesia es continuar el trabajo de Jesucristo y Su Discípulos, la predicación de la Buena Nueva (el Evangelio) de Salvación a TODA la humanidad para Vida Eterna. Regresemos a los fundamentos de Cristo, claramente establecido en La Biblia, ¡entonces veremos los gentiles ser añadidos a La Iglesia por el poder del Espíritu Santo y el regreso de nuestro Señor y Salvador Jesucristo!


Saturday, September 23, 2023

Seamos Como Mardoqueo

Cuando Mardoqueo supo todo lo que se había hecho, rasgó sus vestidos, se vistió de cilicio y ceniza, y salió por la ciudad, lamentándose con grande y amargo clamor (Ester 4:1)

Y envió ropa para que Mardoqueo se vistiera y se quitara el cilicio de encima, pero él no la aceptó (Ester 4:4b) …

Le dio también una copia del texto del decreto que había sido promulgado en Susa para la destrucción de los judíos, para que se la mostrara a Ester y le informara, y le mandara que ella fuera al rey para implorar su favor y para interceder ante él por su pueblo (Ester 4:8) … No pienses que estando en el palacio del rey solo tú escaparás entre todos los judíos 14 Porque si permaneces callada en este tiempo, alivio y liberación vendrán de otro lugar para los judíos, pero tú y la casa de tu padre pereceréis. ¿Y quién sabe si para una ocasión como esta tú habrás llegado a ser reina? (Ester 4:13-14). 

A veces se hace arduo confrontar al hermano cristiano por temor que se enoje o que se nos estime y juzgue sin compasión. Algunos cristianos consideran que si enfrentamos a otro hermano de la fe no tenemos el amor de Cristo en nosotros. Sin embargo, La Biblia muestra varios escenarios donde hermanos confrontan a otros por sus comportamientos hipócritas. Uno de estos es Gálatas 2:11-14. Estos versos muestran la escena entre Pablo y Pedro, cuando pablo recrimina a pedro por su comportamiento: 11 Pero cuando Pedro vino a Antioquía, me opuse a él cara a cara, porque era de condenar. 12 Porque antes de venir algunos de parte de Jacobo, él comía con los gentiles, pero cuando vinieron, empezó a retraerse y apartarse, porque temía a los de la circuncisión. 13 Y el resto de los judíos se le unió en su hipocresía, de tal manera que aun Bernabé fue arrastrado por la hipocresía de ellos. 14 Pero cuando vi que no andaban con rectitud en cuanto a la verdad del evangelio, dije a Pedro delante de todos: Si tú, siendo judío, vives como los gentiles y no como los judíos, ¿por qué obligas a los gentiles a vivir como judíos? (LBLA).

La Sagrada Escritura urge que exhortemos al hermano para que corrija su comportamiento y enderece su vida. La realidad es que odiamos al hermano cuando no le reprendemos, advirtiéndole de lo por venir si no endereza sus pasos. Mardoqueo fue firme, claro y directo con Ester, con esto ayudándola a que meditare y recapacitara. Nuestro deber es ser Centinelas de nuestros hermanos para que no se pierdan y sean productivos, así cumpliendo su llamado (Ester 4:13-14). Cuando este es el enfoque, estamos en el orden de Dios. Ezequiel 33 en sus versos 1-9 declara la responsabilidad de un centinela, y que sucede si no ejerce su trabajo:

33 “Y vino a mí la palabra del Señor, diciendo: Hijo de hombre, habla a los hijos de tu pueblo y diles: «Si yo traigo una espada sobre un país, y la gente del país toma a un hombre de entre ellos y lo ponen de centinela, este ve venir la espada sobre el país, y toca la trompeta y advierte al pueblo, y el que oye el sonido de la trompeta no se da por advertido, y viene una espada y se lo lleva, su sangre recaerá sobre su propia cabeza. Oyó el sonido de la trompeta pero no se dio por advertido; su sangre recaerá sobre él. Pero si hubiera hecho caso, habría salvado su vida. Pero si el centinela ve venir la espada y no toca la trompeta, y el pueblo no es advertido, y una espada viene y se lleva a uno de entre ellos, él será llevado por su iniquidad; pero yo demandaré su sangre de mano del centinela».Y a ti, hijo de hombre, te he puesto por centinela de la casa de Israel; oirás, pues, la palabra de mi boca, y les advertirás de mi parte. Cuando yo diga al impío: «Impío, ciertamente morirás», si tú no hablas para advertir al impío de su camino, ese impío morirá por su iniquidad, pero yo demandaré su sangre de tu mano. Pero si tú, de tu parte adviertes al impío para que se aparte de su camino, y él no se aparta de su camino, morirá por su iniquidad, pero tú habrás librado tu vida” (LBLA).

Ester pensaba que Mardoqueo necesitaba vestiduras. Ella estaba ensimismada sin entender la situación (Ester 4:44b). Mardoqueo trajo realización y conciencia a Ester al confrontar su miedo de ir al rey (Ester 4:8). Lo que sucedía en ese momento era de muerte; aniquilación de todo un pueblo, pero Ester estaba pensando en ella. Confrontar es sinónimo de desafiar, con el fin de motivar a vernos internamente y evaluarnos. La situación en la que estaba el pueblo judío era una realidad y no un sentimiento. Se requería ser asertivo y directo. Mardoqueo actúa de forma directa para traer conciencia de la realidad presente. Mardoqueo le recuerda a Ester que a lo mejor su integración al gobierno era para este propósito (Ester 4:14). Dios permitió que Ester fuera la escogida entre tantas jóvenes, pero también, podemos estipular, que el comportamiento de la reina Vasti fue incitado (2 Samuel 24:1) por Dios para que Ester tomara su lugar, con esto estar en el reino como instrumento de Dios para interceder por el pueblo. Dios conoce todas las cosas y manipula las situaciones para que encajen con Su propósito. Mardoqueo es el instrumento que Dios está utilizando, como te usaría a ti en situaciones precarias para cumplir Su voluntad y plan. Lo importante de esto es que el amor de Mardoqueo por su Pueblo lo empujo a lo extremo, incluso de poner la vida de Ester en peligro. Mardoqueo buscaba el bien de su pueblo y el bienestar de su gente (Ester 10:3) y esto agrada a Dios. Igualmente, cuando ponemos el bienestar de La Iglesia de Jesucristo, antes que nosotros, el Padre se agrada y derrama Su bendición.

Mardoqueo fue puesto en grande, por su amor al Pueblo de Dios y su gente. “Este llego a ser segundo en el reinado y grande entre los judíos y estimado por la multitud de sus hermanos, el cual buscó el bien de su pueblo y procuró el bienestar de toda su gente “(Ester 10:3).

Seamos como Mardoqueo. “Cuando Mardoqueo supo todo lo que se había hecho, rasgó sus vestidos, se vistió de cilicio y ceniza, y salió por la ciudad, lamentándose con grande y amargo clamor” (Ester 4:1). Pero este no se quedó únicamente lamentándose u orando por la situación, también tomo acción de manera decidida y determinante y fue respaldado por Dios.

Mardoqueo fue atrevido en sus acciones ya que se trataba de vida o muerte. Si notamos que un hermano en la fe está desviándose del Camino, debemos actuar como Mardoqueo, primeramente, orar y luego accionar con el propósito de bienestar y también seremos respaldados por Dios. No temas. Amonesta a tiempo y fuera de tiempo para salvación.  

Tuesday, July 11, 2023

Fe sin Frutos

Porque el reino de los cielos es como un hombre que, al emprender un viaje, llamó a sus siervos y les encomendó sus bienes. 15 Y a uno le dio cinco talentos, a otro dos, y a otro uno, a cada uno conforme a su capacidad; y se fue de viaje. 16 El que había recibido los cinco talentos, enseguida fue y negoció con ellos y ganó otros cinco talentos. 17 Asimismo el que había recibido los dos talentos ganó otros dos. 18 Pero el que había recibido uno, fue y cavó en la tierra y escondió el dinero de su señor. 19 Después de mucho tiempo vino* el señor de aquellos siervos, y arregló* cuentas con ellos. 20 Y llegando el que había recibido los cinco talentos, trajo otros cinco talentos, diciendo: «Señor, me entregaste cinco talentos; mira, he ganado otros cinco talentos». 21 Su señor le dijo: «Bien, siervo bueno y fiel; en lo poco fuiste fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor». 22 Llegando también el de los dos talentos, dijo: «Señor, me entregaste dos talentos; mira, he ganado otros dos talentos». 23 Su señor le dijo: «Bien, siervo bueno y fiel; en lo poco fuiste fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor». 24 Pero llegando también el que había recibido un talento, dijo: «Señor, yo sabía que eres un hombre duro, que siegas donde no sembraste y recoges donde no esparciste, 25 y tuve miedo, y fui y escondí tu talento en la tierra; mira, aquí tienes lo que es tuyo». 26 Pero su señor respondió, y le dijo: «Siervo malo y perezoso…” (Mateo 25: 14-26 LBA).

Jesús desea todos aquellos que han aceptado Su invitación a la Salvación también reciban premios celestiales.

Como hemos aprendido, la Salvación y el Tribunal de Cristo son dos sucesos diferentes en el Reino Celestial. 2nd Corintios 5 explica lo que sucederá en este Tribunal: 10 Porque todos nosotros debemos comparecer ante el tribunal de Cristo, para que cada uno sea recompensado por sus hechos estando en el cuerpo, de acuerdo con lo que hizo, sea bueno o sea malo.11 Por tanto, conociendo el temor del Señor, persuadimos a los hombres, pero a Dios somos manifiestos, y espero que también seamos manifiestos en vuestras conciencias (LBA). En el Tribunal de Cristo recibiremos los premios de nuestras obras; aquellos frutos de arrepentimientos y de fe, que cultivamos por agradecimiento a la Salvación que hemos recibimos en Cristo Jesús, la Cual costo gran precio, y causo tristeza y dolor en el Trono de Dios. Aunque para nosotros fue gratuita, el Padre y el Hijo pagaron un gran precio.

Para el hombre, recibir la Salvación es fácil. Solo tiene que aceptar y confesar a Jesucristo como el Unigénito Hijo de Dios reconociendo Su muerte Salvífica en la Cruz por la humanidad, y Aceptarlo en su corazón como Salvador y Señor. La simpleza de adquirir esta Salvación se puede ilustrar en la comunicación entre Jesús y el malhechor que estaba en la cruz, cerca de Él, siendo también crucificado. 39 “Y uno de los malhechores que estaban colgados allí le lanzaba insultos, diciendo: ¿No eres tú el Cristo? ¡Sálvate a ti mismo y a nosotros! 40 Pero el otro le contestó, y reprendiéndole, dijo: ¿Ni siquiera temes tú a Dios a pesar de que estás bajo la misma condena? 41 Y nosotros a la verdad, justamente, porque recibimos lo que merecemos por nuestros hechos; pero este nada malo ha hecho. 42 Y decía: Jesús, acuérdate de mí cuando vengas en tu reino. 43 Entonces Él le dijo: En verdad te digo: hoy estarás conmigo en el paraíso.

En estos pasajes Bíblicos observamos que este hombre, el cual iba a morir probablemente en los próximos minutos/horas, recibió inmediatamente la Salvación de vida eterna. ¡Que sencillo y simple es recibir la Salvación!  

Ahora también debemos exponer otro factor de la Fe en Cristo Jesús - Las obras. Los frutos de la Salvación es algo que muchos tenemos por poco; podemos decir no le damos su significancia, ya que poco se expone en los estudios bíblicos y predicas de asambleas, excepto cuando se habla de ofrendas y diezmos. Estos dos se mencionan continuamente como obras de arrepentimiento. Sin embargo, el apóstol Santiago hace hincapié en otros factores: 19 “Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse; 20 porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios. 21 Por lo cual, desechando toda inmundicia y abundancia de malicia, recibid con mansedumbre la palabra implantada, la cual puede salvar vuestras almas… sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores 26 Si alguno se cree religioso entre vosotros, y no refrena su lengua, sino que engaña su corazón, la religión del tal es vana. 27 La religión pura y sin mácula delante de Dios el Padre es esta: Visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones, y guardarse sin mancha del mundo…que vuestra fe en nuestro glorioso Señor Jesucristo sea sin acepción de personas…conforme a la Escritura: Amarás a tu prójimo como a ti mismo, bien hacéis; pero si hacéis acepción de personas, cometéis pecado, y quedáis convictos por la ley como transgresores…13 Porque juicio sin misericordia se hará con aquel que no hiciere misericordia…15 Y si un hermano o una hermana están desnudos, y tienen necesidad del mantenimiento de cada día, 16 y alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y saciaos, pero no les dais las cosas que son necesarias para el cuerpo, ¿de qué aprovecha? 17 Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma (Santiago 1:19-21, 22ª; 26-27; 2:1, 8-9, 13, 15-17).

Estos son algunos de los versículos que acentúa el apóstol Santiago, pero se recomienda leer los tres capítulos. De manera, que debemos entender lo que La Palabra nos dice cuando habla de los frutos de arrepentimiento y fe. Jesús dice, que debemos dar ofrendas, pero si tenemos algún problema con un hermano, esa ofrenda no es bien recibida hasta que no te hayas reconciliado: 23 “Por tanto, si estás presentando tu ofrenda en el altar, y allí te acuerdas que tu hermano tiene algo contra ti, 24 deja tu ofrenda allí delante del altar, y ve, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda” (Mateo 5:23-24).

Los frutos de la Salvación van más allá de dar diezmos y ofrendas para sostener las necesidades de las construcciones de los templos y lugares de reuniones. El Padre está interesado en que nuestro corazón sea limpio y puro delante de Él, y en la unidad y paz con los hermanos, y cuando esto hacemos recibiremos premios indescriptibles durante el Tribunal de Cristo.

Hermanos, no solamente cuidemos esta Salvación Tan Grande, pero tratemos de mostrar nuestra fe con obras de obediencia a La Palabra de Dios. Jesús nos enseno durante Su ministerio en la tierra la importancia de hacer obras. Pero hoy existen muchos talentos escondidos en el Iglesia de Jesucristo, los cuales no dan frutos de Salvación.  ¿Qué estás haciendo con el talento que Dios te dio?

 

Sunday, July 9, 2023

Unción Indescriptible: Tu Tumba Sigue Dando Vida

“Y murió Eliseo y lo sepultaron. Y las bandas de los moabitas solían invadir la tierra en la primavera de cada año. 21 Y cuando estaban sepultando a un hombre, he aquí, vieron una banda de merodeadores y arrojaron al hombre en la tumba de Eliseo. Y cuando el hombre cayó y tocó los huesos de Eliseo, revivió, y se puso en pie” (2 Reyes 13:20-21).

 

Que hermoso seria vivir una vida que aun nuestros huesos estén ungidos; una vida de separación y santidad que Dios use para manifestar Su Gloria. Leyendo la vida de Eliseo y los milagros Dios hizo por él, deberíamos desear apartarnos y que el Padre haga de nuestra existencia Su corona; olor fragante y vaso agradable. Esto no es envidiar, sino desear ser como estos hombres de Dios que se negaron a sí mismos dedicando sus vidas para servir y agradar a Dios. Hombres y mujeres que sacrificaron sus deseos personales e individuales para el bienestar de otros; de algo más grande que ellos mismos, el Reino de Dios.

Si tomamos decisiones de tal significancia, Dios puede usar nuestras vidas, así como uso a Eliseo, Elías, Abraham, Moisés, Juan el Bautista, Pablo, etc. Ellos participaron en el plan del Reino Celestial por su fe, obediencia, firmeza y dedicación; estos le creyeron al Dios de Israel y a Jesucristo.

Cuando anhelamos ministerios como estos hombres de Dios, tenemos que ser siervos que desean las cosas del Reino Celestial, y si entendiéramos el secreto de ver el Reino de Dios activo en nosotros en la tierra, nos entregáramos a la sujeción del Espíritu Santo deseando complacerle a Él y no a nosotros.  Pablo pronuncio Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, más vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí (Gálatas 2:20).  

Estos hombres y mujeres llegaron a ver la gloria de Dios y Su manifestación en medio de la humanidad por su sumisión. Deseamos ver la gloria de Dios, pero no queremos pagar el precio que esto requiere. Negarse a sí mismo es difícil en un mundo que busca su propio bienestar y gloria. Si el cristiano entendiera el secreto del Reino Celestial, dejara todo por él. Así como hizo el hombre que encontró un tesoro y compro el terreno, ya que era valioso. Solo él sabía del tesoro que existía, y dio todo por conseguir ese terreno; vendió todo para adquirir la finca. Si solo entendiéramos el valor del Reino Celestial, dejaríamos y entregaríamos todo por conseguirlo.

Decidamos tener vidas que dejen huellas en los corazones de aquellos que el Padre Celestial nos ha permitido tener algún tipo de contacto y conexión. A lo mejor no observemos cambios inmediatos, pero pueda ser que la semilla plantada y el testimonio evidente ayuden, en un futuro, en la convicción del Alma de esa persona. Que la fidelidad a la Fe que hemos creído toque el corazón de nuestros familiares y estos recuerden y testifiquen como nuestro vivir influencio sus vidas.


Friday, June 16, 2023

¿Cuál es Tu Testimonio?

 

38 Saúl vistió a David con sus ropas militares, le puso un yelmo de bronce en la cabeza y lo cubrió con una armadura. 39 David se ciñó la espada sobre sus ropas militares y trató de caminar, pues no se las había probado antes. Entonces David dijo a Saúl: No puedo caminar con esto, pues no tengo experiencia con ellas. David se las quitó, 40 y tomando su cayado en la mano, escogió del arroyo cinco piedras lisas y las puso en el saco de pastor que traía, en el zurrón, y con la honda en la mano se acercó al filisteo (1 Samuel 17:38-40 LBA).

 

En la Sagrada Escritura leemos historias de hombres y mujeres que fueron tanto rebeldes como obedientes. Sus testimonios varían de acuerdo a su nivel de fe, entrega, sometimiento, dedicación y obediencia al llamado de Dios. Los libros de Reyes y Crónicas relatan historias, que se preguntaría ¿cómo estos hombres desobedecieron a Dios de tal manera? ¿Cómo es posible que adoraron ídolos y reemplazaron a Dios después de ver y saber las maravillas que Él hizo por ellos? Estos no vivían por fe, sino por vista. Muchos de ellos vieron la Gloria de Dios con sus propios ojos, y podían testificar como Dios los libro y salvo de guerras y conflictos con naciones más poderosas que ellos.

Desde el Génesis la Biblia muestra y hace diferencia entre aquellos que se sometían y los rebeldes, mostrando también las secuelas de cada acción. Cada libro e historias nos lleva a conocer como se dirige y actúa el Padre ante estos personajes.

En nuestros tiempos, hablamos de mártires que dieron su vida por predicar el Evangelio, y que aún sigue sucediendo en nuestro tiempo. Diariamente mueren hombres y mujeres por la causa de Cristo. ¿Cuál es tu testimonio? Que dirían los demás de ti? ¿Tu familia, amistades, vecinos, congregación? ¿Eres de los rebeldes o sometidos? Cada uno de nosotros tenemos un testimonio que contar. ¿Cuál es el tuyo?

Cuando leemos los cuatro (4) Evangelios escrito por Mateo, Marcos, Lucas y Juan encontramos que cada uno relata la vida de Jesucristo y Su ministerio en la tierra de forma diferente. Cada cual recuenta lo que le hablaron e investigaron, como en el caso de Marcos y Lucas, ya que estos no anduvieron con el Maestro. Sin embargo, recuentan lo que los discípulos y familiares, como en el caso de Bernabé y Marcos, le testificaron de sus experiencias con Jesús. En el caso de Mateo y Juan, encontramos testimonios personales ya que estos caminaron con el Maestro. Cada escritor, inspirado por el Espíritu Santo, escribe su anécdota y experiencia de acuerdo a su cercanía al Maestro.

No debemos imitar a los demás, aunque Pablo dice que lo imiten, este se refería a su vida de obediencia y trabajo para Cristo. Dios desea usar a cada uno de nosotros de manera diferente. Claro que podemos elogiar aquellos que trataron de vivir una vida en santidad delante de Dios, pero el Padre desea usarnos de acuerdo a los talentos y habilidades Él mismo deposito en nosotros. La Biblia habla que algunos son Apóstoles, otros Misioneros, Pastores, etc. No es malo anhelar los dones espirituales siempre y cuando sea para honrar a Dios, expandir el Reino de Cristo en la tierra y edificar los santos. Habla con el Padre y pregúntale cuál es tu don o ministerio. No envidies a nadie ni desee sus bienes, incluyendo lo espiritual. Cultiva tu propio testimonio. No edifiques fundamentos donde ya existe. Deja que Dios te use efectivamente de acuerdo a lo que Él tiene designado para ti como trabajo en el Reino Celestial. Las armaduras del rey Saúl no le servían a David. David no podía pelear con el armamento de Saúl. Dios había determinado como David debía pelear contra Goliat para vencerlo. De igual manera, nuestro Padre Creador ha diseñado nuestro armamento para pelear en y por el Reino de Jesucristo. No te dejes influenciar por aquellos que te dicen lo que deberías hacer basado en lo que ellos observan y racionalizan. Déjate dirigir por el Espíritu Santo y escúchale a Él. Entonces, podrás narrar tu propio testimonio. 

 

Thursday, June 8, 2023

El Llamado Olvidado

 14 Pero persiste tú en lo que has aprendido y te persuadiste, sabiendo de quién has aprendido; 15 y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús (2 Timoteo 3:14-15).

Cuando Abram tenía noventa y nueve años, el SEÑOR se le apareció y le dijo: ―Yo soy el Dios Todopoderoso. Vive en mi presencia y sé intachable (Génesis 17:1 CST).


Dios nos ha hecho varios llamados. Primeramente, nos llamó a Reconciliación por medio de Su Unigénito Hijo Jesucristo. También nos llamó a servir en Su Reino. Igualmente, a mantenernos fieles, firmes y constantes en la Fe. Sin embargo, un llamado poco mencionado y enseñado, es el de ser santos. 1 Pedro 16 claramente exhorta a la santidad: “Se santo porque Yo Soy Santo.” Hebreos 12:14 también incita a la santidad y no contagiarnos ni contaminarnos para que podamos ver al Señor. Cuando invitamos a Cristo a ser nuestro Salvador y Señor, no perdemos nuestra humanidad, al contrario, es cuando más la sentimos debido a la lucha que se inicia entre el espíritu y la carne. El Espíritu Santo de Dios ahora comienza el trabajo de santificación en nosotros, hasta llegar a la imagen de Cristo. Jesucristo logro Redención y Justificación del hombre por medio de Su sacrificio en la Cruz. Santificación es obra del Espíritu Santo y toma su tiempo. 

El Padre Celestial nos llama a la santidad. Por lo tanto, nuestro Dios espera que aceptemos el llamado, permitiendo al Espíritu Santo trabajar en nosotros. El hombre nunca podrá hacerse santo, es el trabajo del Espíritu en nosotros. Cuando tomamos la decisión de seguir a Cristo, también debemos decidir andar en santidad. Caminar en santidad y en paz con todos, es parte de la vida en Cristo (leer Romanos capítulos 6-8). El hombre en Cristo no debe andar de acuerdo a los deseos físicos y emocionales. El hombre no puede santificarse así mismo, solo el Espíritu de Dios puede santificarle, revelando todo pecado en él; toda transgresión contra el orden de Dios. El/los pecados son descubiertos en nosotros, no para juicio sino incitándonos a un arrepentimiento. Debemos entonces confesar el/los pecados para perdón. En ese proceso, iremos escalando peldaños y conocimiento de Dios, hasta llegar a ser ese varón/varona perfecto (santo) que le agrede a Dios y de honor a Jesucristo. 


Sunday, May 7, 2023

Alma Mia

 “BENDICE, alma mía á Jehová; Y bendigan todas mis entrañas su santo nombre.2 Bendice, alma mía, á Jehová, Y no olvides ninguno de sus beneficios.3 Él es quien perdona todas tus iniquidades, El que sana todas tus dolencias;4 El que rescata del hoyo tu vida, El que te corona de favores y misericordias;5 El que sacia de bien tu boca De modo que te rejuvenezcas como el águila”         

(Salmos 103:1-5).

Alma mía gózate en tu Creador; dale gracias por tu creación. Todo lo que eres se lo debes a Él. El envió a Su Hijo para que tu vivieras eternamente, ya que tu padre terrenal (Adam) se revelo en el Paraíso creado para ti. Jesucristo tomo tu lugar en la Cruz del Calvario para que tú ahora vivas y tengas acceso y residencia con tu Creador. Alma mía, no seas rebelde. No desee las cosas de este Mundo, ya que es un lugar temporario hasta que regreses a los brazos de tu Padre Celestial. El rey David se gozaba en Dios, él deseaba estar en los atrios de la Casa de Dios; en el Templo, en todo lugar donde moraba su Padre Celestial. Para David, un día en la Casa de Dios era mejor que muchos tesoros. David reconoció la importancia de su Alma, y como esta podía corromperse fácilmente, entreteniéndose en los deseos de su carne. El experimento el desvío causado por el deseo del Alma al desear la mujer de uno de sus mejores guerreros, hasta al punto de planear su muerte. Por lo tanto, el rey David se aseguraba de mantenerla en chequeo, así evitando otra reincidencia. David hablaba a su Alma como si estuviera hablando con una persona.

El hombre está compuesto de tres partes, o segmentos: Alma Cuerpo y Espíritu (no Espíritu Santo). Cada parte juega un papel en la formación del hombre. En lenguaje figurado, el cuerpo serio el cascaron o caparazón del Alma. Esta es activada por el espíritu (soplo de Dios al hombre). El Alma es la que guarda las emociones y sentimientos del hombre. Algunos le llaman la mente, ya que acumula pensamientos y toma decisiones. El espíritu del hombre (soplo de Dios) es la que mantiene el Alma y el Cuerpo en comunicación. El espíritu es el que se comunica con Dios. A veces, estos se unen y no quieren escuchar el espíritu, el cual está recibiendo mensajes del Espíritu de Dios, siguiendo los deseos y emociones del Alma. Por consiguiente, terminan en pecado o rebeldía contra Dios. 

Del Alma surgen los pleitos, egoísmos, envidias, celos, y todos los deseos de la carne que desobedecen y desagradan a Dios. El rey David recibió esta revelación y se aseguraba de hablarle a su Alma para que se recordara de su Creador. En estos tiempos, el cristiano debe recordarle al Alma la Cruz, y lo que sucedió allí. El Alma es la que se puede desviar y perder; Ella es la que terminaría en el Seol, no es el espíritu ni el cuerpo. El espíritu retornara a Dios y el cuerpo regresara de lo que fue formado – la tierra. Cuando oramos, intercedemos por las Almas para que Estas se salven, ¿verdad? Cuando evangelizamos, le hablamos a las Almas para que conozcan a Cristo.  

Aprendamos y practiquemos hablarle al Alma. No solamente a la nuestra, sino también a los demás. Nuestro espíritu se fortalece cuando nos congregamos y juntos adoramos a Jesucristo. Mientras que el Alma se edifica, aprende y se forma a la medida que desea el Padre, la de Cristo.


Saturday, April 29, 2023

Poder y Autoridad de Satán

El Padre y Creador de TODO es El único que puede dar y quitar. El proporciona de acuerdo a la madurez, fe y voluntad; la voluntad de Él. Por lo tanto, el poder que Satanás posee es dado por Dios, y solo Él se lo puede restringir o quitar; activar o inactivar (Job 1:12; Lucas 22:31-32; Juan 19:11; 1 Reyes 22:23). Unos de los Libros de la Biblia más usado para entender este poder es el libro de Job. En su capítulo 1 versos 6-9, podemos leer y entender que aun Satán tiene que pedir permiso a Dios antes de usar el poder permitido a él por Dios. En el libro de Mateo, capitulo 4, leemos las tentaciones de Jesús (vs. 1-11). Jesús le recuerda a Satán su límite, ya que la Palabra del Padre puede desactivar las amenazas de él. Por eso es de suma importancia que nos empapemos de las Escrituras, leyendo continuamente La Palabra de Dios (La Biblia); orando en todo tiempo para no caer en tentación, y congregándonos en asambleas para fortalecernos los unos a otros. Jesús también recuerda a Pilato que él solo puede hacer lo que el Padre Celestial le permite (Juan 19:10-11). Como cristianos, debemos entender y discernir todo alrededor nuestro: ¿esta Satán actuando en nosotros permitido por Dios o porque nosotros le hemos cedido terreno?

Satán es uno de los creado por Dios, como somos todos los seres vivientes, incluyendo los Ángeles. Lucifer, también llamado Satanás (Griego) era de los ángeles que ministraban en adoración ante el Trono de Dios. Este perdió su belleza y luz cuando se rebeló contra su Creador. Ezequiel 28, Isaías 14, Mateo 4, Lucas 10, Apocalipsis (varios capítulos) narran escritos referente y relacionado con Satán. De todos estos, Apocalipsis establece el final de su reinado en la tierra y aniquilación de su poder antes del reinado del Mesías, ¡Salvador de la humanidad – Jesucristo Unigénito Hijo de Dios! 7 “Entonces hubo guerra en el cielo: Miguel y sus ángeles combatieron contra el dragón. Y el dragón y sus ángeles lucharon, 8 pero no pudieron vencer ni se halló ya lugar para ellos en el cielo. 9 Y fue arrojado el gran dragón, la serpiente antigua que se llama el diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra y sus ángeles fueron arrojados con él” (Apocalipsis 12: 1-9). 

El poder de Satanás es otorgado por Dios (2 Corintios 12:7), pero la autoridad es concedida por el hombre pecador que se revela contra Jesucristo, y se niega aceptarlo como el Unigénito Hijo de Dios y Salvador del mundo en la cruz del calvario (Juan 3:35-36). Al pecar, el hombre accede autorización a Satán que obre en él (Lucas 8:32-33). Aun el cristiano, cuando peca, abre puertas al diablo y sus demonios. Satán no tiene autoridad ni poder sobre aquel que se mantiene agarrado de la Vid, aun en medio de las tentaciones y pruebas. Pero en el momento que condescendemos al pecado, y persistimos en este, somos presa del diablo. Un segundo de debilidad, nos puede convertir en botín del enemigo de nuestra alma. Sansón fue débil a la carne, y constantemente estaba cediendo a las tentaciones, y leemos como termino su vida. Este tenía un hermoso futuro en las Manos de Dios, pero cedió autoridad a Satán, y este lo consumió en su pecado y rebeldía contra Dios. Ya que sabía lo que debía y no debía de hacer. Por lo tanto, el pecado es el ingrediente determinante para que Satán tenga autoridad sobre el individuo. 

“Por tanto, es necesario que con más diligencia atendamos a las cosas que hemos oído, no sea que nos deslicemos. 2 Porque si la palabra dicha por medio de los ángeles fue firme, y toda transgresión y desobediencia recibió justa retribución, 3 ¿cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande? La cual, habiendo sido anunciada primeramente por el Señor, nos fue confirmada por los que oyeron, 4 testificando Dios juntamente con ellos, con señales y prodigios y diversos milagros y repartimientos del Espíritu Santo según su voluntad” (Hebreos 2:1-4).

Hermanos en la fe de Jesucristo, no descuidemos nuestra vida cristiana, mantengámonos firmes y apegados a La Vid, que es Cristo Jesús, para que no seamos presa y botín de Satán. Oremos los unos por los otros siempre para que no caigamos en tentación (1 Corintios 10:13). 


Sunday, April 16, 2023

Arrepentíos y Convertíos

 

Por tanto, arrepentíos y convertíos, para que vuestros pecados sean borrados, a fin de que tiempos de refrigerio vengan de la presencia del Señor, y Él envíe a Jesús, el Cristo designado de antemano para vosotros, (Hechos 3:19-20 LBA). 

Las congregaciones están llenas de cristianos arrepentidos. Estos sienten vergüenza y remordimientos por sus acciones, pero luego que el sentimiento de culpabilidad se disipa, regresan a los mismos actos.  No pueden disfrutan de la Salvación porque aún no se han convertidos; Jesús no es su Señor, solo es su Salvador. Juan el Bautista bautizo para arrepentimiento, pero en Jesús debe también surgir la conversión.

Las actitudes consecuentes del creyente deben tener cualidades y carácter de arrepentidos de corazón, no de la carne. Romanos 12 versículos 1 y 2 declara: “Por consiguiente, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios que presentéis vuestros cuerpos como sacrificio vivo y santo, aceptable a Dios, que es vuestro culto racional. Y no os adaptéis este mundo, sino transformaos mediante la renovación de vuestra mente, para que verifiquéis cuál es la voluntad de Dios: lo que es bueno, aceptable y perfecto.” Estos versículos y muchos otros en La Biblia muestran como debe ser la vida del creyente convertido de corazón. Muchos somos testigos de creyentes que aún siguen viviendo la vida que vivían antes de creer en Jesucristo como su Salvador. Fornicación, idolatría, borracheras, negocios ilegales, deslealtad a sus esposas (os), falta de compromiso con sus hijos, padres irresponsables, amantes del dinero más que de Dios, son algunas de las actitudes y comportamiento que aún prevalecen en medio del Cuerpo de Cristo. Entendemos que puede existir un proceso de cambio (aunque en algunos surge inmediatamente) para mostrar frutos de arrepentimiento a la nueva vida de conversión. La transformación de cada uno es individual dependiendo el nivel de sumisión y entrega a la nueva vida en Cristo. Filipenses 4:8 revela el cambio que debe suceder en la mente y hablar de la nueva vida. La vida en Cristo revela armonía, paz, regocijo, justicia, verdad, confianza, rectitud, fraternidad, hospitalidad, honradez, pureza (virtud), integridad, amor, templanza, y muchas otras características manifiestas por Jesucristo cuando vivió en la tierra.

Cuando nos sumergimos a la nueva vida en Cristo Jesús, surgirán conflictos entre los deseos de la carne y el espíritu. Nuestro espíritu desea hacer las cosas del Espíritu Santo, pero la lucha con el mundo y los deseos del cuerpo interfieren. Es una batalla que todo aquel que desea serle fiel a Dios y a Jesucristo de seguro va a experimentar. La Biblia nos habla de nuestros hermanos en todas partes del mundo que experimentaron estas batallas y que presentemente están viviendo las mismas batallas. Gálatas 5 16 al 26 claramente muestra los conflictos que experimentan los creyentes, especialmente los convertidos de corazón. En el mundo tendremos aflicciones, pero debemos confiar porque Jesús venció al mundo (Juan 16:33 parafraseado). Juan 16 (exhorto leerlo) es un capitulo muy regocijador ya que nos ensena de antemano las aflicciones y sufrimientos que tendremos en la nueva vida en Cristo, pero a la vez nos muestra la victoria, siempre y cuando nos mantenemos agarrados de la Viña. Colosenses capítulos 1 y 3, Gálatas 6, 1 Corintios 6:19, Efesios 4, y muchos otros capítulos y versículos Bíblicos son recomendado estudiar para entender el proceso de la nueva vida en Cristo Jesús que lleva arrepentimiento y conversión. Pero una conversión genuina, de corazón.

Esforcémonos a seguir este Camino, y al final recibiremos la recompensa prometida. Efesios 4 13 nos dice que, si perseveramos, obtendremos el conocimiento pleno del Hijo de Dios y llegaremos a Su estatura y plenitud.

 


Sunday, March 26, 2023

Cristianismo de Corazon

28 Porque no es judío el que lo es exteriormente, ni la circuncisión es la externa, en la carne; 29 sino que es judío el que lo es interiormente, y la circuncisión es la del corazón, por el Espíritu, no por la letra; la alabanza del cual no procede de los hombres, sino de Dios (Romanos 2:28-29 LBLA)

En nuestro tiempo, la mayoría de reuniones cristianas son reglamentarias. El Pentecostés antiguo escasamente se siente en muchas de nuestras reuniones y asambleas santas. No se le está dando lugar al Espíritu Santo que se manifieste, Él no es el Factor decisivo. Horarios y proyectos son establecidos, y cuidado si nos extendemos de ese itinerario, ya que muchas personas, incluyendo los ministros, tienen planeado su día y se debe seguir el curso del programa ¡que pobreza espiritual!

Muchas congregaciones se han olvidado que Cristo es la Cabeza de la Iglesia y se han querido adueñar de Ella. Sus reuniones y asambleas se han vuelto rutinas y programas, no dando oportunidad al Espíritu Santo que sean quien tome total control; las reuniones son programadas y controladas por el protocolo y leyes humana. Este tipo de cristiandad crea cristianos de formalismo; religiosos de agenda y organización; creyentes legalistas que se enfocan en las obras, ritos y ceremonias. Estos atienden las cenas del Señor y la mayoría de actividades eclesiásticas pero su circuncisión es física, no del corazón. La apariencia es de suma importancia para los Ministerios de forma, se deleitan ser reconocidos y enaltecidos por la membresía y las cosas materiales que poseen. Tienen la forma de santidad, pero no tienen el Poder. Lamentablemente, estos ministerios atraen cristianos de confesión los cuales todavía no se han convertido.

Contrario al cristiano de forma, está el cristiano de corazón. Aquel de circuncisión interna, porque el fiel seguidor no es el de la circuncisión física.

El Cristianismo de Corazón lleva frutos de arrepentimiento y transformación genuina. Los frutos del Espíritu son visibles en su vida y dan testimonios fidedignos. El amor es la naturaleza motivadora del Cristianismo de Corazón, “porque de tal manera amo Dios al mundo…” mientras que los holocaustos, oblaciones, y tales sacrificios son indicativos del Cristianismo de Formalismo. Todavía algunas religiones hacen tales sacrificios para complacer a su deidad/dios.

El Cristianismo de Corazón es piadoso, humilde, sacrificial, amable, perdona y cuida al débil en la fe. El de Formalismo juzga, acusa, culpa y expulsa al que falla en la fe. Para estos, los requisitos y protocolos son mas importante que el amor y la persona; cumplir requisitos vale más que levantar al caído.

El Cristianismo de Corazón es de poder por el Espíritu Santo. La circuncisión del Corazón es la verdadera religión. Cuidémonos y aprendamos a discernir donde estamos y cómo andamos. Es de suma importancia, diría de vida o muerte, evaluarnos y examinarnos a ver si estamos caminando en la Senda Antigua. Muchas de las congregaciones de hoy día, han vendido la Verdad por los aplausos, reconocimientos y deleites de este mundo – evalúa donde te congregas y mídelos por La Palabra.  

 Dios te bendiga.


Mientras Cristo es Exaltado en Ti

  “Es necesario que Él crezca, y que yo disminuya” (Juan 3:30) Mientras tu relación con el Padre aumenta, tus imperfecciones van siendo m...