(Capitulo cuarto de mi Tesis presentada en el 2013)
“Dijo Jesús: Quitad la piedra. Marta, la hermana del que había muerto,
le dijo: Señor, hiede ya, porque es de cuatro días. Jesús le dijo: ¿No te he
dicho que si crees, verás la gloria de Dios? Entonces quitaron la piedra de
donde había sido puesto el muerto. Y Jesús, alzando los ojos a lo alto, dijo:
Padre, gracias te doy por haberme oído. Yo sabía que siempre me oyes; pero lo
dije por causa de la multitud que está alrededor, para que crean que tú me has
enviado. Y habiendo dicho esto, clamó a gran voz ¡Lázaro, ven fuera! Y el que
había muerto salió, atadas las manos y los pies con vendas, y el rostro
envuelto en un sudario. Jesús les dijo: Desatadle, y dejadle ir” (Juan 11:
39-44VRV).
Las ataduras internas no desaparecen
con la conversión. En su artículo ‘Sanidad
del Alma’Guillermo Maldonado escribe, “las personas
creen que una vez que reciben a Cristo, ya se terminaron todos los problemas y
que todo es hecho nuevo. La pregunta es: ¿en qué parte de su ser total fue
hecho todo nuevo? fue en el espíritu; el alma y el cuerpo siguen siendo los
mismos.”A la voz de Jesús,Lázaropudo haber salido de aquella
tumba sin vendasni sudario, el debió haber salido corriendo, gozoso, danzando,
saltando – ¡la vida le había sido devuelta!
¿Quién es aquel que regrese de la muerte, después de cuatro días muerto,
no salta de regocijo? Jesús le estaba dando a Lázaro una nueva oportunidad de
vida para hacer las cosas diferentes.Este fue liberado de la muerte, pero
seguía atado y vendado. La historia de Lázaro muestra enforma literal, visible,
lo que sucede después de la conversión a Cristo. El alma es liberada durante la
conversión, pero la sanidad de esta toma su tiempo.La santificación es la vía
por la cual el alma sana, y esta es un proceso. En este proceso, el Espíritu
Santo obra en la mente, corazón (alma) del creyente, encaminándolo hacia un
varón perfecto, sin heridas en el alma, preparándolo para la llegada de su
Amado.
Al hombre se puede engañar, pero a
Dios no, El conoce lo más profundo del ser creado. Al hombre natural las
atadurasenraizadas le son visibles mediante el comportamiento, pero Dios conoce
el interior del hombre. En Cristo se obtiene la salvación del alma y libertad
del espíritu, más la santificación es el trabajo del Espíritu Santo. Elalma del
hombre se va contaminando con el tiempo, las continuas heridas de la vida y los
traumas avivan cicatrices pasadas; la falta de perdón a sí mismo y a los demás
causa que el alma continúe atada. La obra de sanidad y santificación en el
creyente es continua y termina cuando Cristo venga por Su iglesia. El creyente
va escalando peldaños, y cada herida sanada en su alma lo acerca más a Cristo;
lo hace más semejante a su Maestro. Tesalonicenses 5:23 revela que la
santificación es un proceso: “y que el mismo Dios de paz os santifique por
completo; y que todo vuestro ser, espíritu, alma, y cuerpo, sea
preservadoirreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo” (LBLA).
La
mayoría
de hombre tiene dentro de sí
heridas del pasado. Muchas veces estas heridas están profundamente arraigadas,
al punto que ni el individuo que la acarrea la detecta. “Es a través de esas
heridas que satanás encuentra un asidero para acosar a su víctima. Estas heridas nos atan al pasado y a la
persona que nos hirió, se infectan con otros espíritus malignos y se van
acrecentando. Los demonios se unen entre
sí para formar una cadena de opresión en la persona, a mayor cantidad de
demonios, mayor el grado de esclavitud” (Vida Nueva Para El Mundo). El Rechazo es
una de las heridas más desequilibrante y dañina. La persona rechazada está en
riesgo de desarrollar problemas emocionales que no atendidos a tiempo, pueden
generar trastornos mentales.“El rechazo es un espíritu maligno que con frecuencia
obtiene entrada prenatal” (Vida Nueva). Este mal del alma, el cual puede originarse en
el vientre de la madre, se considera el más desbastador de las heridas del
alma.Algunas de las manifestaciones o señales de este mal son el aislamiento, la
adición, estima baja, enojo, ira, violencia, orgullo, celos, envidias,
maledicencia. En muchas ocasiones el
rechazo repetido puede ocasionar que la persona carezca de emoción, induciendo
al individuo a comportamientos antisociales, y hasta homiciditos. Este tipo de
persona tiende a fracasar en sus relaciones interpersonales; no mantiene
relaciones duraderas, y su relación con Dios carece de fundamentos, ya que se
le dificulta confiar sus sentimientos a alguien. “Una necesidad básica del ser
humano es ser amado. Cuando nos sentimos
amados y aceptados desarrollamos de manera espontánea, confianza en nosotros
mismos y podemos aceptar y amar a los demás” (Vida Nueva).
Así comoel rechazo, existen otros males arraigados
en el alma.Cristo libero el alma para que fuera libre, no que continuara
amarrada y atada por heridas del pasado. En Cristo está la fuerza espiritual
para sanar los males del interior, males que han mantenido el alma esclava. El
Salvador del alma desea que esta sane y prospere, es la única manera que se goce
de la Salvación.“Hay
muchos creyentes que han nacido de nuevo, irán al cielo, son hijos de Dios y el
Espíritu Santo vive en ellos. Sin embargo, siguen atados al pasado y a las
heridas recibidas; continúan atados a vicios y son víctimas de la depresión,
dejándose dominar por sentimientos de rechazo, complejos de inferioridad,
ataduras sexuales, temores, inseguridades, y además, arrastran maldiciones
generacionales; por esa razón, necesitan recibir la sanidad interior y la
liberación” (Guillermo Maldonado, Sanidad del Alma).
Algunas
personas no sanan, aunque están en Cristo Jesús, ya que carecen de perdón y
olvido. Según el artículo de Vida Nueva, “La llave de la sanidad interior es el
perdón.” Existen personas que en vez de vivir en el gozo de Cristo, están viviendo
en miseria espiritual y emocional.La depresión, ansiedad, el enojo, la maledicencia,
la amargura, el odio yel rencor son sus aliados y compañeros. Estas son
personas infelices, todo le parece mal y miranla vida oscura; no pueden ver la
claridad porque su alma esta en tinieblas; están atados por heridas del pasado;
heridas que continúan abiertas. Es triste reportar que la iglesia de Jesucristo
está llena de creyentes enfermos del
alma, perniquebrados, muertosespiritualmente. A estos creyentes, muchas veces,
se les maltrata con acusaciones de falto de fe y vida espiritual cuando en
realidad lo que necesitan es ayuda para ser desatados y poder ser libres para
marchar hacia el propósito de Dios para sus vidas. “Desatadle y Dejadle ir” fue la orden de
Jesús a Sus discípulos, El No dijo a Lázaro Desátate y Vete. Lázaro no podía
desatarse solo de los lienzos y vendas que no lo dejaban moverse, estaba
embalsamado. Aquellos creyentes enfermos
del interior (alma) necesitan dirección y ayuda de los hermanos en la fe para
sanar.
Existenalgunas personas que en toda su
existenciaaprendieron a vivir con traumas y heridas, de tal modo que no
perciben el daño estas han causado en su vida, para ellos su vida es normal.
Otras personas viven en negación para evitar
enfrentarse a la realidad de su alma, mientras que otras simplemente se niegan
a reconocer la existencia de sucesos traumáticos en su vida, así evitando
sentimientos de culpa, estás personas estánconformes como viven y aceptan su
vida. Incluso, estos son cristianos activos en la iglesia, en la comunidad;
siempre están dispuestos y disponibles cuando se les invita para la obra del
Señor; oran, ayunan, hacen obras de caridad, pero ¿quiénes son detrás del
telón? Dios escudriña los corazones y ve más allá del hombre; es fácil engañar
al hombre, pero nunca a Dios.Las heridas emocionales no pueden mantenerse
escondida por siempre, el cuerpo no está diseñado para destrucción propia, es
lo que sucede cuando las enfermedades emocionales no se descargan apropiadamente.
Las heridas del alma no sanan con ignorarlas, se deben enfrentar. “Cuando
intenta esconderse detrás de la puerta del dolor (las emociones heridas), va a
tener que regresar a través de la misma puerta para adquirir su libertad”
(Maldonado).
Jesús ordeno a los discípulos que
desataran a Lázaro, solo desatado este podría caminar. Jesús le da vida al
hombre para que viva sana y libremente. El usa herramientas, en este caso los discípulos,
para que ayudaran a Lázaro ser completamente libre y pudiera marchar.La sanidad
interior o sanidad del alma, es el proceso mediante el cual el individuo es
liberado de ataduras que le impiden gozar de su nueva vida en Cristo. Lázaro
tenía nueva vida en Cristo, pero aún no podía gozar de esa vida porque estaba
atado. Igual que en Su tiempo, Jesucristo continúa hoy usando lo que está
disponible a Él para la edificación de Su iglesia. El usa sus ministros:
Pastores, Maestros, Profetaspara que edifiquen Su iglesia. El desea una Iglesia
que marche con pisadas firmes,una Iglesia que se goce del evangelio y las promesas
del Padre.
Dentro
de la ministración espiritual esta la ministración del Alma. Esta debe de ser
ministrada para libertad interna, y así poder ejercer su potencial en Cristo. Jesús
ministro sanidad en el cuerpo de Lázaro para que volviera a la vida; Él le
devolvió espíritu de vida a su alma, en cambio, a los discípulos le toco
ministrar sanidad interior, para que Lázaro fuera completamente libre. Esta
historia bíblica refleja, de una manera literal yvisiblelo que sucede en la
conversión a Cristo. Se puede inferir que el Maestro quiso mostrar el proceso
de restauración del ser integral.El ministrante de la sanidad interior debe
conocer las áreas de necesidad del que va a ser ministrado, del mismo modo, la
persona que va a ser ministrada debe identificar esas áreas y entender su necesidad de sanidad interior;
este debe enfrentar sus heridas.El ministrante tampoco debe ministrar a la
ligera. La Escritura recomienda no ser ligeros al ministrar ni imponer las
manos (1 Timoteo 5:22). “A la hora de ministrar sanidad, debemos diferenciar
las causas y los orígenes de las enfermedades, distinguiendo cuando estas
proceden del pecado, del castigo, de la violación de las leyes, o al desgaste
producido por la edad y la dureza de la vida. Partiendo de esta clasificación,
estableceremos que las enfermedades tienen diferentes orígenes o causas” (Vida
Nueva). Cristo tiene el poder para sanar todas las enfermedades sin importar su
género u origen, El conoce al individuo y lo que ha transcurrido en su vida.
Jesús penetra las áreas de dolor y pone ungüento sanador, pero El desea que las
dolencias internas se confiesen y que confiemos en Él. El rey David entendió
que mientras callaba su dolencias su alma se envejecía (Salmo 32:3), por lo que
confió en Su Creador y le hablo de sus padecimientos. David reconoció que Su
Creador sabía los traumas de su niñez, heridas que afectaban su vida actual.El
secreto de la sanidad interior comienza en aceptar que existen heridas que han
estado gobernando el interior, que estas se deben confesar para que no ejerzan
más poder en el individuo.
Las
experiencias dolorosas y traumáticas en la vida del hombre determinan sus
relaciones y desenvolvimiento a las situaciones presentes. “En la vida emocional no hay espacio ni
tiempo, lo que afectó al individúo en el pasado tiene vigencia en el presente y
futuro. Somos el producto de todas las experiencias de nuestra vida. Si hubo
heridas en el pasado, estas distorsionan lo que percibimos en el presente”
(Nueva Vida). Las reacciones a simples
sucesos de la vida, revelan cómoestáel alma. A veces la persona se expresa de
manera violenta a cosas simples, esto es una muestra que existen ataduras que
aun gobiernan el interior. El organismo nada olvida. La mente es como una grabadora
que todo lo registra y las heridas que permanecen sin sanar afectan las emociones
y el pensamiento controlando el carácter y comportamiento, al no actuar para
eliminarlas, estas permanecerán afectando y regulando la vida en toda
dimensión. La televisión, el internet, los periódicos y revistas, relatan de sacerdotes
y ministros de la Palabra de Dios envueltos en pecado. Algunos juzgarían que
situaciones presente incito estos ministros a dicho comportamiento, pero
después de extensas investigaciones la verdad sale a relucir, descubriendo que
tales hombres y mujeres vivían doble vida. Estos predicaban La Palabra pero se
le dificultaba vivirla ya que traían arraigado en el alma traumas y heridas del
pasado. La Escritura relata en Lucas 8:17 que todo,eventualmente, se conocerá: “Pues no hay nada oculto que no haya de ser
manifiesto, ni secreto que no haya de ser conocido y salga a la luz” (LBLA).El
Espíritu revela el estado del corazón y ofrece al individuo oportunidades para
que actúe. El trae al consciente las heridas reprimidas, no para avergonzar
sino para sanar, y lo recomendable es actuar de inmediato, para evitar que las
mismas ataduras avergüencen, mostrándose en cualquier momento de catarsis. El
Padre celestial desea que todas las ataduras que impiden acercarse a Él sean
desatadas; El desearevelar Su propósito en la vida del creyente y que este
marche en ese propósito.
Los
ministros con enfermedad del almatienden impedir y negara otros creyentes la
oportunidad de sanar las heridas del alma. De la manera que ellos están
enfermos y rechazan la ayuda del Espíritu Santo para que sane sus heridas,
también obstaculizan para que otros sanen. Algunas congregaciones cierran sus
puertas porque los pastores no permitenque el Espíritu Santo sea quien
gobierne, con esto son piedra de tropiezos a los miembros de la
congregación. Estos detienen la
ministración del Espíritu al no cederle lugar al El para que trabaje en sus vidas
y en las vidas de los miembros. Dios es
celoso con la Iglesia, Su Hijo Jesucristo pago un precio muy alto para
rescatarla, pero El en Su misericordia y Gracia les da oportunidad a estos
pastores y ministros para que se arrepientan y se conviertan.En caso que el
ministro rechace la reprensión del Espíritu, entonces conocerá al Padre como “fuego
consumidor.” El Padre Celestial no va a permitir que la Iglesia perezca bajo el
mando de un ministro tirano, quizás asalariado, que no tiene amor por la
iglesia, Él siempre va a defender la perniquebrada, la indefensa, la subyugada
por un Pastor sin entendimiento, que rehúsa la ayuda del Espíritu para
restaurar su vida y la de los miembros.
Los capítulos dos (2) y tres (3) de Apocalipsismuestran al Espíritu hablándole
a las iglesias. Una de ella cree estar viva, pero el Espíritu le dice que está
muerta. A veces se interpreta que el estar predicando y en crecimiento número
es sinónimo de crecimiento espiritual. El Espíritu le dice a la iglesia en
Sardis: “Y escribe al ángel
de la iglesia en Sardis: El que tiene los siete Espíritus de Dios y las siete
estrellas, dice esto: 'Yo conozco tus obras, que tienes nombre de que vives,
pero estás muerto.2 'Ponte en vela y afirma las cosas que quedan,
que estaban a punto de morir, porque no he hallado completas tus obras delante
de mi Dios.3 'Acuérdate, pues, de lo que has recibido y oído;
guárdalo y arrepiéntete. Por tanto, si no velas, vendré como ladrón, y no sabrás
a qué hora vendré sobre ti” (3:1-3). El Espíritu
habla y revela antes de actuar. Muchas veces habla al corazón y otras por medio
de sus mensajeros, los profetas.Aquellos sensibles a Él escuchan y se humillan,
arrepentido, como lo hizo el rey Josías (2 Crónicas 34), pero otros, en su
orgullo y falta de discernimiento, reniegan el mensaje. Estos acusan al
mensajero (profeta) de mentiroso, y en muchas ocasiones lo avergüenzan delante
de la congregación. El Espíritu sigue siendo paciente, hasta el día que todo
sale a la luz y el ministro es expuesto y entregado a satanás: “En ese momento, entreguen
a Satanás al que cometió el pecado. Su deseo pecaminoso [a] será
destruido, pero su espíritu será salvo en el día en que el Señor venga” (1
Corintios 5:5). Cuando el
profeta Natán llegó donde el rey David para revelarle su pecado (2 Samuel 12),
David no se enojó conel profeta ni lo avergonzó delante de sus servidores, al
contrario, se humillo aceptando su pecado y la reprensión de él, y aunque su
pecado incurrió en consecuencias, por la magnitud de su humildad ante Dios,
David recibió el más alto título dado a un hombre por Dios: un hombre de acuerdo a Su corazón.
La muerte de Lázaro se asemeja a la
muerte de la hija de Jairo; Lázarosolo dormía. Lucas 8:40-56 relata la historia
de la hija de Jairo. Los versículos
51-55 muestran cuando Jesús entro a la casa de Jairo para ejecutar el milagro:
“Y cuando Él llegó a la casa, no permitió que nadie
entrara con El sino sólo Pedro, Juan y Jacobo, y el padre y la madre de la
muchacha. Todos la lloraban y se lamentaban; pero Él dijo: No lloréis, porque
no ha muerto, sino que duerme. Y se burlaban de Él, sabiendo que ella había
muerto. Pero El, tomándola de la mano, clamó, diciendo: ¡Niña, levántate!
Entonces le volvió su espíritu, y se levantó al instante, y Él mandó que le
dieran de comer” (LBLA).“La obra más grande que hace el Espíritu Santo fue
convencer de pecado y recordarnos que no estábamos muertos, sino que solamente
dormíamos.” (Dr. Fuentes, La Libertad Del Alma). La Iglesia, en estos tiempos,está
dormida. Ella solo piensa en lo suyo y en cuidar su propia casa e intereses;
esta ensimismada, pero vendrá el día cuando el Señor levante Su ejército; un
ejército al cual El despertara de su sueño; “El SEÑOR da su
voz delante de su ejército” (v.11ª) y este despertara y se levantara. Ese
ejército del que habla Joel (capitulo 2) es un ejército con ímpetu, el cual no
temerá de muerte ni dolencias, dirigido por el Espíritu Santo, temible y
desgarrador, “poderoso dispuesto para la
batalla“(v.5d), no se detendrá a nada ni nadie lo podrá paralizar,
su único interés serán las cosas del Reino; este solo estará enfocado en
establecer el Reino de Cristo en la tierra. Jesucristo desearía que Su iglesia,
en estos tiempos, estuviera militando con ese fervor; El anhela una Iglesia despierta,
sin ataduras, que ni el pasado, presente, o lo porvenir paralice su marcha.
Para que esto acontezca, es necesario que la Iglesia esté libre de heridas y
sanada en todas las áreas del ser integral: Alma, Cuerpo, Espíritu. Un ejército
compuesto por enfermos físicos y emocionales no dará la batalla, esta perderá
antes de haber salido a la guerra. La libertad en Cristo es el primer paso del
ser integral. Luego este Ser debe descontaminarse y desintoxicarse para que el
nuevo alimento que coma no tenga barreras para producir un efecto del 100%. “Y nadie echa vino nuevo en odres viejos, porque
entonces el vino romperá el odre, y se pierde el vino y también los odres; sino que se echa vino nuevo en odres nuevos” (Marcos 2:22 LBLA).Mientras
el cuerpo esta intoxicado, este no podrá digerir, con eficacia, el nuevo
alimento que se le está proveyendo. En Marcos 2:21 La Escritura enseña lo que
sucede cuando se incrusta material nuevo en material viejo: “Nadie
pone un remiendo de tela nueva en un vestido viejo, porque entonces el remiendo
al encogerse tira de él, lo
nuevo de lo viejo, y se produce una rotura peor.”El alma es igual
al Cuerpo, esta no podrá absorber el alimento espiritual mientras existan
heridas y traumas en ella, las cuales ha estado adquiriendo desde el vientre de
la madre hasta el presente.
El
Dr. Fuentes, de una forma exquisita al entendimiento,explicael pasaje de Lázaro,
cuando Jesús le ordeno salir de la tumba y fuera desatado por los siervos. Este
Merita ser mostrado completo para mejor entendimiento y apreciación.
“Cuando nos despertó Jesús, como a Lázaro, en figura de nuestra alma que
venía con vendas en los ojos, boca, oídos, manos y pies, no podíamos respirar
el aire de Dios, no podíamos alabar, y la Palabra de Dios nos dice que todo lo
que respire alabe a Jehová; sin embargo, no sabíamos ni podíamos hacer nada,
por eso Jesús llamo a sus discípulos, a sus siervos, dándoles la orden de que
quitaran las ataduras, que es figura de la ministración al alma. Los siervos fueron y desataron a Lázaro, no
fueron al cuerpo o al espíritu; fue directamente al alma, las vendas son figura
de pecados, estorbos, todo aquello que nos impide el buscar a nuestro Dios con
libertad.
Los discípulos son figura del discipulado, en el cual nos dan la
instrucción, la enseñanza. El Señor
comienza a desatar nuestras vendas por otro medio como lo es el conocimiento de
Su Palabra. Por ejemplo, aprendemos a palmera, a danzar, a cantar, a
expresarnos libremente ante el Señor, aprendemos a bendecir al prójimo y al
hermano todo con gozo de corazón. Cuando nos desataron, fuimos pastoreados
nuevamente por El”
(La Libertad Del Alma, págs. 78-79)
Es de extrema importancia
que los ministros entiendan la necesidad de ministrar el alma.La realidad es
que existen creyentes, en las congregaciones, que todavía andan con lienzos,
sudarios y vendas. Gracias a Dios por el Espíritu Santo que esta hoy en la
iglesia para ayudarla a discerniraquellos miembros que su alma sigue atada. ElEspíritusiempre revela al pastor o ministro
la necesidad de la iglesia, y es la responsabilidad de este buscar la mejor y
más efectiva ayuda disponible para ayudarla,siempre orando, intercediendo,
ayunando, ministrando, y ejecutando todas las disciplinas espirituales para que
la persona que necesita la ayuda sea ministrada y sanada.Los ministros, deben
reconocer que varias veces la necesidad del miembro esta fuera de su capacidad,
y su obligación es referir a ese miembro a la institución o profesional
entrenado.
Muchos
creyentes antes de convertirse a Cristo vivían vidas traumatizadas. Esas
heridas causadas por los traumas y desilusiones se arraigan tan profundamente,
que aun después de la conversiónse andan con ellas.Algunos se engañan a sí
mismos negando el efecto esas heridas aún tienen en su presente. El Padre José
Luis explica: “En muchos casos encontramos que el individuo tiene un alto grado
de engaño mental; el asume que esas experiencias le afectaron pero solo en el
pasado y que ya pasaron y la han perdonado. Estas personas deben reconocer que
aun cuando es cierto que estas experiencias están en el pasado, en realidad
siguen teniendo resultados dañinos sobre su vida en el presente” (Pasos Para Lograr La Sanidad Interior).
Existe un
mover del Espíritu que está concientizando a la Iglesia reconocer la necesidad
de consejeros y psicólogos cristianos. Este movimiento está surgiendo porque el
Señor de la Iglesiaobserva la escasez de ministración en la Iglesia por falta
de entendimiento y sabiduría de sus ministros; la iglesia está padeciendo de
bruma y los ministros no se dan cuenta.Estos carecen del entendimiento de la
revelación de Dios y siguen su propio intelecto, sus ideales, negando así la ayuda
a los miembros heridos y anteponiendo su fariseísmo ante la necesidad del
pueblo, negándoles a los miembros la sanidad de sus heridas al impedirle ser
ministrados de la forma más eficaz.Las heridas del alma paralizan y dificultan
la integración completa del cuerpo de Cristo. Un creyente herido tiene
dificultad para formar parte del cuerpo de Cristo, este se mantieneaisladopor
miedo y desconfianza a los demás.
Un alma herida
no comprende la Palabra de Dios y fácilmente su fe decae, ocasionando que se
quiera detener en el Camino. Este no se siente pertenecer a nada, y en
ocasiones es mal entendido,rara vez se le toma en cuenta en las actividades de
la iglesia y se le ignora, con esto causando más heridas de rechazo en él.
Estos creyentes no pueden disfrutar del gozo y paz que hay en Cristo y en la comunión
con otros hermanos. Los pastores y ministros, en vez de teorizar que la Iglesia
se está infestando de consejeros y psicólogos cristianos, deberían discernir
los beneficios estos pueden ofrecer a la iglesia herida del corazón. Lo mejor
sería darle entrada y que estos, dirigidos por el Espíritu Santo, hagan el
trabajo de ministrar sanidad a las almas.
Muchos creyentes prefieren asistir a consejeros seculares para evitar
ser estigmatizados y señalados por otros creyentes, en especial pastores y
ministros. Lo más sabio de un pastor es permitir que los miembros sientan la
libertad de acudir done el para que este le aconseje y refiera a un
profesional, el cual el pastor conoce su testimonio, de esta forma evitando que
el miembro busque uno al cual el pastor no conoce. Aun así el miembro prefiera ir a un psicólogo
o consejero secular, el ministro no debe temer porque sabe la instrucción ese
creyente ha recibido de él; el fundamento que tiene. El deber del ministro es
fundar los miembrosen Cristo y Sus enseñanzas. La tarea de un ministro y un
pastor es educar la membresía,para que en caso esta decida acudir a consejería
secular, no sea engañada ni desviada con filosofías de hombre. Jesús envió Sus discípulos para probarlos en
lo que habían aprendido de Él (así como un maestro prueba un estudiante);
también probó su madurez y fidelidad a Él. Estos se encontraron con filósofos, fariseos,
y maestros de la Ley, pero mantuvieron su fe, incluso la defendieron, y
regresaron a Cristo.
Desata la
oveja y déjala ir, si regresa es porque está bien cuidada,alimentada y fundada,
si no, es porque tu pastor y ministro no te ocupaste de lo más importante, alimentarla,
cuidarla, educarla y fundarla en Cristo y Sus enseñanzas. No culpe al
psicólogoo consejero secular de desviarte tu oveja, tú mismo no hiciste el
trabajo de cimentarla para que no se fuera detrás de filosofías de hombre y de
vanas palabrerías. Jesús estuvo confiando enviando y dejando ir a Sus
discípulos, de igual modo debería sentirse todo pastor y ministro de Dios,
confiado en el trabajo que ha hecho en la membresía de creyentes y dejando que
el Espíritu Santo ejerza la obra de establecer y cimentar cada creyente en La
Palabra aprendida.