Caminando con Jesús

Mateo 26: 36-39

³⁶ Entonces llegó Jesús con ellos a un lugar que se llama Getsemaní, y dijo a sus discípulos: Sentaos aquí, entre tanto que voy allí y oro.³⁷ Y tomando a Pedro, y a los dos hijos de Zebedeo, comenzó a entristecerse y a angustiarse en gran manera. ³⁸ Entonces Jesús les dijo: Mi alma está muy triste, hasta la muerte; quedaos aquí, y velad conmigo.³⁹ Yendo un poco adelante, se postró sobre su rostro, orando y diciendo: Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa; pero no sea como yo quiero…

La posición indica relación. Lo vemos en todo lugar. Leemos de una madre, Salome, la madre de Juan y Jacobo que pidió a Jesús que sus hijos se sentaran a la derecha e izquierda de Él. Es natural que una madre desee lo mejor para sus hijos, y esta entendió que Jesús era lo mejor para ellos. Mientras mas cerca se esta de alguien con posición, la posibilidad de adquisición es mayor. Por ejemplo, los hijos tienen derecho a los beneficios de los padres. También, en política podemos observar que los cercanos al presidente tienen mas oportunidades de conseguir mejores puestos.

El Tabernáculo (“morada terrenal de Dios”) se podría usar como una analogía de cercanía a Dios. El Atrio, el Lugar Santo y el Lugar Santísimo son áreas de niveles dentro de este. “Se consideraba que el tabernáculo era el lugar donde habitaba la presencia de Dios entre los israelitas, donde se reunían los reinos divino y terrenal. El diseño del tabernáculo representaba físicamente un aumento gradual en las gradaciones de santidad, desde el patio exterior hasta el Lugar Santísimo." El Atrio, o patio, es la entrada inicial donde se lavan y se ofrecen/entregan los sacrificios al sacerdote. El Lugar Santo es donde el sacerdote ofrece incienso, y el Lugar Santísimo es donde está el Arca, donde solo podía entrar el sumo sacerdote una vez anual. Igualmente, se podrían considerar tres niveles de progresión para relacionarnos con Jesucristo.

Marcos 14:32-34 muestra a Jesús llegando al Getsemaní con sus discípulos (11): ³² Vinieron, pues, a un lugar que se llama Getsemaní, y dijo a sus discípulos: Sentaos aquí, entre tanto que yo oro (Atrio).³³ Y tomó consigo a Pedro, a Jacobo y a Juan, (Lugar Santo) y comenzó a entristecerse y a angustiarse.³⁴ Y les dijo: Mi alma está muy triste, hasta la muerte; quedaos aquí y velad.³⁵ Yéndose un poco adelante (Lugar Santísimo), se postró en tierra, y oró que si fuese posible, pasase de él aquella hora.” En este pasaje podemos observar el circulo cercano de Jesús. Desde Genesis hasta Apocalipsis, La Escritura muestra constantemente aquellos cercanos a Dios, los cuales reciben revelaciones profundas del Reino Celestial. Todos podemos acercarnos a Dios; Jesucristo posibilito la cercanía. Jesucristo vino a traer y revelar el Reino Celestial a la humanidad; ya que el hombre había roto esa relación con el Padre. ¡El velo que existía entre Dios y el hombre fue roto en la cruz del calvario, aleluya! Ahora tenemos entrada directa al Lugar Santísimo; ya no necesitamos intermediarios (sacerdotes). 

La cercanía a Jesús es fruto de fe, lo cual conduce a la obediencia, cometido y determinación. De igual manera que los lugares del tabernáculo tienen significado (Atrio, Lugar Santo y Lugar Santísimo) también nuestro caminar con Jesucristo nos coloca en diferentes niveles de cercanía a Él y con El. Mientras Jesucristo estuvo en la tierra tenía muchos seguidores. Todos eran bien recibidos por Jesús; El no rechazaba a nadie. De estos, estableció discípulos, y dentro de los discípulos eligió grupos cercanos a Él, los cuales se clasificaron como íntimos o inseparables; estaban los cercanos; y los más apartados. En Jesucristo iremos escalando peldaños dependiendo en nuestra creencia en Su Evangelio. La creencia nos afirma a una fe segura, y esta nos lleva a desear Su presencia como la sierva desea las aguas. Lo cual nos insta a buscarle más. Mientras más recibimos del Espíritu Santo, más deseamos saber y conocer.

El Padre desea revelarse a todos; El no hace acepción de personas. Si observamos y estudiamos la vida de aquellos elegidos para revelar las profundidades del Reino, tienen algo en común, le creen a Dios y han dedicado sus vidas a Él. Dios no ha cambiado las cualidades y cualificaciones para recibir Sus revelaciones, entonces, acerquémonos a Él, ¡y Él se acercará a nosotros!

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