La
palabra TRIBULACION, en un lenguaje simple, significa sufrimiento, angustia, aflicción, opresión. En latín, donde se origina
esta palabra – TRIBULUM- significa “borde de una trilladora.” Cuando se habla
de tribulación en medio de los creyentes se está refiriendo, generalmente, al
sufrimiento y la angustia del pueblo de Dios y la realidad prevista entre los
seguidores de Cristo. “Así como las tribulaciones fueron inevitable y previsibles
en el ministerio mesiánico de Jesús, también estarán presentes entre Sus
seguidores.” Juan 16:33b (LBLA) habla de la tribulación a venir, pero el
Maestro consuela diciendo: “En
el mundo tenéis tribulación; pero confiad[a], yo he vencido al mundo.” Romanos 8:35 recuerda: ¿Quién
nos separará del amor de Cristo[a]? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o
hambre, o desnudez, o peligro, o espada? Este
tipo de tribulación que vive el creyente lo hace participante en los
sufrimientos de Cristo. También, ayuda al creyente a moldear el carácter y
alentar y consolar a otros que atraviesan situaciones similares. Las tribulaciones
el creyente experimenta debe acercarlo más a Cristo, pero para adquirir esto,
es necesario que se analicen en el espíritu.
En otro sentido bíblico, la tribulación en
término escatológico es extensamente discutida por los estudiosos de La
Palabra. La expresión “GRAN
TRIBULACION” se refiere a la época de angustia que dará paso a la segunda
venida de Cristo. “porque habrá entonces una gran tribulación, tal como no
ha acontecido desde el principio del mundo hasta ahora, ni acontecerá jamás.”
(Mateo 24:21 LBLA). El libro de Daniel 12:1b describe este tiempo
diciendo: “será tiempo de angustia, cual nunca fue desde que hubo gente hasta
entonces.” Apocalipsis 7:14b
habla de los que salen vencedores de la Gran Tribulación, “Estos
son los que vienen de la gran tribulación, y han lavado sus vestiduras y las
han emblanquecido en la sangre del Cordero.”
Este
tema de la “gran tribulación” tiene a muchos creyentes en incertidumbre, ya que
existen varias vertientes de este evento a ocurrir. Entre estas vertientes se encuentran
los pre-milenialistas dispensacionalistas, los pos-milenialistas, los
milenialistas y los pre-milenialistas históricos (pos-tribulacionistas). Los pos-milenialistas y milenialistas “consideran
que la gran tribulación es un periodo breve e indefinido al final de esta era.”
Mientras que los premilenialista dispensacionalistas “identifican la tribulación
con la semana setenta de la profecía de Daniel (9:27), un período de siete años
cuya segunda mitad es la gran tribulación. El arrebatamiento de la iglesia precede
una tribulación literal de siete años que va seguida de la segunda venida de
Cristo.” Los premilenialistas históricos afirman que la gran tribulación
precede al milenio y, por lo general “ensenan que tanto los creyentes como los incrédulos
atravesaran ese periodo.”
Como dijo Jesús, conocer los eventos es
importante. En el libro de Mateo capítulo 24 el Maestro relata los hechos a
ocurrir antes de Su venida. En Lucas 21:29-33 (LBLA) Jesús narra la parábola de
la higuera. Él dice: “… Mirad
la higuera y todos los árboles. Cuando ya brotan las hojas, al verlo, sabéis por
vosotros mismos que el verano ya está cerca. Así también vosotros, cuando veáis que suceden estas cosas,
sabed que el reino de Dios está cerca. En verdad os digo que no pasará esta generación hasta que todo
esto suceda. El cielo y la tierra pasarán, mas mis palabras
no pasarán.” Lo importante de conocer los tiempos no debe ser
para arrepentimiento o poner la vida en orden. El creyente debe siempre estar
preparado para irse con el Señor, sea que le llegue su hora de morir o que
Cristo venga. Este no debe estar preocupado por los tiempos, solo debe
preocuparse para que sea que muera o que se vaya con Cristo, el Señor lo
encuentre haciendo Su obra. Es bueno reconocer los tiempos para ser más
agresivos en rescatar las almas de satanás, pero no para arreglar tu vida. “A los creyentes se los exhorta a concentrar
su atención en Cristo y fijar su esperanza en El, no en los eventos en torno a
Su venida.” Independiente del tiempo que ocurrirá la “Gran Tribulación” sea
antes, durante, o después del Milenio, lo que importa es que estés preparado
para irte con Cristo. Si es antes ¡Gloria a Dios! si es durante ¡Gloria a Dios!
si es después ¡Gloria a Dios!
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