Saturday, April 22, 2017

Una Cita con Dios

Éxodos 19:9-11
“9 Y el Señor dijo a Moisés: He aquí, vendré a ti en una densa nube, para que el pueblo oiga cuando yo hable contigo y también te crean para siempre. Entonces Moisés comunicó al pueblo las palabras del Señor. 10 El Señor dijo también a Moisés: Ve al pueblo y conságralos hoy y mañana, y que laven sus vestidos; 11 y que estén preparados para el tercer día, porque al tercer día el Señor descenderá a la vista de todo el pueblo sobre el monte Sinaí.

¿Has considerado la posibilidad que Dios desea una cita contigo? Para muchas personas es una locura sentarse en un restaurante en una cita con Jesús. La costumbre de lo físico hace difícil entender lo espiritual. La realidad es que nuestro Salvador y Rey desea citas con cada uno de sus creyentes. El desea conversar, a solas; íntimamente, con nosotros. Cada creyente está cargando su propia cruz. Esa cruz no se comunica con otros creyentes porque puede envolver informaciones de muy poco placer al oído humano, y solo los oídos de Jesús pueden escuchar sin juzgar ni señalar.

Cada creyente debe sacar el tiempo, a solas, en privado, para hablar y escuchar a Dios. Es triste pensar que algunos creyentes no creen que Dios pueda hablar con el hombre. Consideran que esto solo sucedía en el Antiguo Testamento. Leemos en las Sagradas Escrituras, Hebreos 13:8, que “Dios es el mismo Ayer, Hoy...” pero parece que no creemos esto, o puede ser que no lo podemos procesar por la Excelsitud de Dios. La realidad es que Jesús, Dios Padre y el Espíritu Santo desean tener intimidad con cada creyente, y esto no solo en lo espiritual pero también en lo natural. Job dijo “de oídas te había oído pero ahora mis ojos te ven” (Job 42:5).  ¿Por qué no de aceptar que si podemos entablar una conversación con nuestro creador? Esto abriría tantas puertas espirituales y conduciría a establecer una intima relación con nuestro Padre Celestial y con aquel que permitió que el Velo que separaba esa comunicación se rompiera, ¡Jesucristo Hijo!

Dios Padre dijo a Su pueblo Israel “pruébame en esto y abriré las puertas de los cielos…” Malaquías 3:10. Este versículo se usa mucho para los diezmos, pero en realidad el Padre desea que también lo probemos en otras áreas, como en la comunicación y en relación personal con El. Dios habla “hoy” y seguirá hablando “siempre” no te pierdas ese privilegio de los hijos de Dios, y si eres hijo entonces puedes establecer esa íntima relación con tu Padre Celestial.  Él lo desea, pero la pregunta es, ¿lo deseas tú?

Eliges el lugar, la hora, y el tiempo. Puede ser cada mañana, tarde, noche, de madrugada. Lo importante es elegir un espacio separado para ese encuentro. Esto puede ser tu oficina, el patio, el closet, el parque, donde tú desees, y ahí Dios se encontrara contigo. Pueda ser que con el tiempo de ese encuentro o cita, el Padre, como hizo con Moisés (Éxodos 10:19), empiece a decirte donde y como desea se reúnan. Qué hermoso seria escuchar al Padre, a Jesús o al Espíritu Santo decir “hoy deseo reunirme contigo en…” ¡que privilegio tenemos los hijos del Reino Celestial!


Hoy te reto a que haga una cita con tu Padre Celestial…te aseguro ¡No quedaras defraudado!

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