PROVERBIOS 16:9

 

“La mente del hombre planea su camino,
pero el Señor dirige sus pasos.”

El padre de David lo envió a llevar alimento a sus hermanos al campo de guerra donde estaba el ejército de Israel acampando. David era un pastorcillo de ovejas, pero no cualquier pastor, este peleaba con leones y otras amenazas que podían hacer daño al rebano sin importarle perecer en el proceso. Lo que David no sabía es que estaba en un campo de entrenamiento para adquirir y desarrollar las herramientas necesarias para ejercer su destino…ser el Rey valiente de Israel.  El padre de David pensó que él había planeado el viaje de él, pero detrás del padre biológico de David, estaba trabajando su Padre Celestial, poniendo la vida del pastorcito en el orden divino (recomiendo leer 1 Samuel 17 para entender el escenario). El hombre, en su corazón, planifica sus camino y metas de vida, pero Dios es quien determina y “dirige” sus pasos. Que hermoso y satisfactorio se debe sentir cuando estamos en el ¡Orden Divino!

la Iglesia de Jesucristo también tiene un propósito de existencia. Su Pastor dejo todo por Ella, entregando aun Su Vida por el bienestar de Ella. Todo aquel que se considera Iglesia de Jesucristo, debe tener el mismo sentir que hubo en El - entregarlo todo, aun su vida si es necesario, para que otros escuchen el Evangelio de Vida que solamente está en Jesucristo. La Iglesia tiene la Llave en sus manos para traer a otros y entrarlos con ella a vivir con Cristo por eternidad.

Es necesario entender que la Iglesia tiene una encomienda Global (Mateo 28:19-20) no individual. Nuestro trabajo es llevar el mensaje de Salvación, haciendo discípulos para que estos continúen evangelizando al mundo con este mensaje de Paz, Amor, Compasión, Vida completa. Este mundo que vivimos es todo lo contrario, por lo tanto, debemos desconectarnos de este y conectarnos con Jesucristo para entrar al Orden Divino por el cual existimos como Iglesia. Nuestra morada esta en Cristo. Trabajemos para vivir, pero vivamos para Cristo, expandiendo Su Evangelio donde estemos. La Iglesia es la Luz en medio de un mundo tenebroso y sin esperanza. Por lo tanto, no puede ni debe esconderse con miedos ni temores. Sus proyectos debe encomendarlos a Dios y El determinara y ejecutara de acuerdo con nuestra obediencia. Iglesia, no temas de la muerte ni la escasez. Dios está contigo y proveerá todas tus necesidades. Tu estas amparada bajo Su Abrigo y Sombra por la Sangre preciosa de Su Hijo Amado Jesucristo. Iglesia, solo enfócate en trabajar para El; créele, se obediente y veremos Su Gloria y Presencia manifestada en nuestra obediencia. Recuerdas que debes andar como digna del Evangelio de Cristo; preocúpate por ello y deja todo el resultado a Dios. Siempre has memoria de Romanos 8: 28-30 cuando te sientas abrumada, desconsolada debido a situaciones no explicables.

¡Iglesia, amada de Jesucristo eres, no temas ni desmayes porque Tu Dios está contigo como Poderoso Gigante! No creas las mentiras del enemigo de tu Alma, este solo desea aplacarte para que no brille tu Luz. Dios te bendiga y prospere, así como prospera tu Alma, y caminas en obediencia al Evangelio. Juntos, con La Trinidad de nuestro lado, haremos proezas… ¡somos más que vencedores en Cristo Jesús Señor nuestro! Amen….