Sunday, April 16, 2023

Arrepentíos y Convertíos

 

Por tanto, arrepentíos y convertíos, para que vuestros pecados sean borrados, a fin de que tiempos de refrigerio vengan de la presencia del Señor, y Él envíe a Jesús, el Cristo designado de antemano para vosotros, (Hechos 3:19-20 LBA). 

Las congregaciones están llenas de cristianos arrepentidos. Estos sienten vergüenza y remordimientos por sus acciones, pero luego que el sentimiento de culpabilidad se disipa, regresan a los mismos actos.  No pueden disfrutan de la Salvación porque aún no se han convertidos; Jesús no es su Señor, solo es su Salvador. Juan el Bautista bautizo para arrepentimiento, pero en Jesús debe también surgir la conversión.

Las actitudes consecuentes del creyente deben tener cualidades y carácter de arrepentidos de corazón, no de la carne. Romanos 12 versículos 1 y 2 declara: “Por consiguiente, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios que presentéis vuestros cuerpos como sacrificio vivo y santo, aceptable a Dios, que es vuestro culto racional. Y no os adaptéis este mundo, sino transformaos mediante la renovación de vuestra mente, para que verifiquéis cuál es la voluntad de Dios: lo que es bueno, aceptable y perfecto.” Estos versículos y muchos otros en La Biblia muestran como debe ser la vida del creyente convertido de corazón. Muchos somos testigos de creyentes que aún siguen viviendo la vida que vivían antes de creer en Jesucristo como su Salvador. Fornicación, idolatría, borracheras, negocios ilegales, deslealtad a sus esposas (os), falta de compromiso con sus hijos, padres irresponsables, amantes del dinero más que de Dios, son algunas de las actitudes y comportamiento que aún prevalecen en medio del Cuerpo de Cristo. Entendemos que puede existir un proceso de cambio (aunque en algunos surge inmediatamente) para mostrar frutos de arrepentimiento a la nueva vida de conversión. La transformación de cada uno es individual dependiendo el nivel de sumisión y entrega a la nueva vida en Cristo. Filipenses 4:8 revela el cambio que debe suceder en la mente y hablar de la nueva vida. La vida en Cristo revela armonía, paz, regocijo, justicia, verdad, confianza, rectitud, fraternidad, hospitalidad, honradez, pureza (virtud), integridad, amor, templanza, y muchas otras características manifiestas por Jesucristo cuando vivió en la tierra.

Cuando nos sumergimos a la nueva vida en Cristo Jesús, surgirán conflictos entre los deseos de la carne y el espíritu. Nuestro espíritu desea hacer las cosas del Espíritu Santo, pero la lucha con el mundo y los deseos del cuerpo interfieren. Es una batalla que todo aquel que desea serle fiel a Dios y a Jesucristo de seguro va a experimentar. La Biblia nos habla de nuestros hermanos en todas partes del mundo que experimentaron estas batallas y que presentemente están viviendo las mismas batallas. Gálatas 5 16 al 26 claramente muestra los conflictos que experimentan los creyentes, especialmente los convertidos de corazón. En el mundo tendremos aflicciones, pero debemos confiar porque Jesús venció al mundo (Juan 16:33 parafraseado). Juan 16 (exhorto leerlo) es un capitulo muy regocijador ya que nos ensena de antemano las aflicciones y sufrimientos que tendremos en la nueva vida en Cristo, pero a la vez nos muestra la victoria, siempre y cuando nos mantenemos agarrados de la Viña. Colosenses capítulos 1 y 3, Gálatas 6, 1 Corintios 6:19, Efesios 4, y muchos otros capítulos y versículos Bíblicos son recomendado estudiar para entender el proceso de la nueva vida en Cristo Jesús que lleva arrepentimiento y conversión. Pero una conversión genuina, de corazón.

Esforcémonos a seguir este Camino, y al final recibiremos la recompensa prometida. Efesios 4 13 nos dice que, si perseveramos, obtendremos el conocimiento pleno del Hijo de Dios y llegaremos a Su estatura y plenitud.

 


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