Ester 4:1-17
13 Entonces
Mardoqueo les dijo que respondieran a Ester: No pienses que estando en
el palacio del rey solo tú escaparás entre todos
los judíos. 14 Porque si permaneces callada en este
tiempo, alivio y liberación vendrán de otro lugar para los judíos, pero tú
y la casa de tu padre pereceréis. ¿Y quién sabe si para una ocasión como esta
tú habrás llegado a ser reina (v.13 LBA)
Muchos cristianos decimos
estar esperando por Dios para movilizarnos a predicar el Evangelio de Jesucristo.
La realidad es que Dios está esperando por nosotros que nos decidamos a
obedecer el mandato de Él. Las órdenes a seguir ya están dadas, solo tenemos
que disponernos y cumplir: “Id por todo el mundo y predicad el Evangelio,” esta
Buena Nueva de Salvación. Cuando expresamos estar esperando por el Espíritu
Santo para hablar del Evangelio, no es más que una excusa. Seamos honestos y
dejemos de buscar excusas a nuestra negligencia y desobediencia como
cristianos, los cuales debemos estar siempre, siempre, siempre predicando a Jesucristo
y Su Mensaje al mundo.
Existen llamados y
ordenanzas. Me parece que la confusión está en la falta de entendimiento de
estas dos. Al cristiano se le ha dado un mandato, lo cual es para todos, pero
dentro de ese mandato, Dios puede asignar un llamado especial. Este es
especifico e individualizado. A unos llamo pastores, maestros, etc. El llamado
es el que debemos esperar al tiempo de Dios para ejercer. La Unción esta sobre
el llamado, pero los Dones en el mandato,17 Y estas señales acompañarán a los que han creído: en
mi nombre echarán fuera demonios, hablarán en nuevas lenguas; 18 tomarán
serpientes en las manos, y aunque beban algo mortífero, no les hará daño;
sobre los enfermos pondrán las manos, y se pondrán bien.19 Entonces, el Señor
Jesús, después de hablar con ellos, fue recibido en el cielo y se sentó a
la diestra de Dios. 20 Y
ellos salieron y predicaron por todas partes, colaborando el Señor con ellos, y
confirmando la palabra por medio de las señales que la seguían
(Marcos
16:17-20). Cuando David fue llamado a ser rey de Israel, el
profeta lo ungió para el ministerio. Antes de ser rey, él fue guerrero como
todos los israelitas, los cuales debían defenderse de sus enemigos. No fue
hasta mucho después, que este realizó el llamado de ser rey de Israel. Dios
desea ver nuestra obediencia y fidelidad en el mandato, antes de entrarnos de
lleno al llamado.
Muchos cristianos están
como maniquí, sentados en una banca de la congregación, siendo alimentados, engordándose
de la Palabra de Dios, nutriéndose solos, siendo egoístas, sin pensar en los demás.
Con esto, negando el conocimiento del Evangelio a otros. Estos asisten a
congregaciones por muchos años sin dar frutos, recibiendo mensajes tras
mensajes, sin moverse a llevar el mensaje de Salvación a las Almas perdidas. Mardoqueo
le recordó a Ester, que a lo mejor ella estaba donde esta ahora para ejercer un
propósito exclusivo, traer liberación a su pueblo. Ester quería seguir como un
Maniquí, solo siendo la reina, atendiendo los deseos del Rey cuando la llamaba,
y muchas veces necesitamos un Mardoqueo que nos despierte a la realidad de
quienes somos en Cristo y el propósito de nuestras vidas para la expansión y
cuidado del Reino de Jesucristo. Somos Embajadores de Cristo en la tierra y
como tal debemos andar y ejercitar, enfocados y cuidando los negocios de nuestra
residencia, el Reino Celestial.
¿Deseas ser Ester reina
o Ester de propósito, Embajadora? Tú decides.
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