Sunday, February 17, 2019

¿Te Conocen Los Demonios?


 Cuando llegó a la otra orilla, a la tierra de los gadarenos, vinieron a su encuentro dos endemoniados que salían de los sepulcros, feroces en gran manera, tanto que nadie podía pasar por aquel camino. Y clamaron diciendo: ¿Qué tienes con nosotros, Jesús, Hijo de Dios? ¿Has venido acá para atormentarnos antes de tiempo?” (Mateo 8:28-29 RV 1960).

“Y respondiendo el espíritu malo, dijo: A Jesús conozco y sé quién es Pablo: más vosotros ¿quiénes sois?” (Hechos 19:15 RV 1909).

La Biblia declara que los espíritus inmundos no solo conocían a Jesús, pero también a Pablo. En los Evangelios se encuentran varios sucesos donde los espíritus inmundos se manifiestan al ver a Jesús. El libro de Hechos muestras escenas donde los Discípulos son reconocido por espíritus de adivinación (Hechos 16). Cuando un hombre está lleno de la Gracia y Unción de Dios, los espíritus inmundos lo identifican. Es de suma importancia tener estas coberturas, acompañadas de “fe” y obediencia a Cristo para que los demonios obedezcan. Sin estas coberturas y don, los demonios se reirán y avergonzarán al que trata de repréndelos. Hechos 19:16 dice: Y el hombre en quien estaba el espíritu malo se lanzó sobre ellos, y los dominó y pudo más que ellos, de manera que huyeron de aquella casa desnudos y heridos.” Los demonios pueden discernir quien es de Cristo. 

Mateo 17:14-18 presenta la epilepsia como una atadura satánica. El verso 15 especifica la enfermad y el 18 señala la liberación: “Señor, ten misericordia de mi hijo, porque es epiléptico y sufre terriblemente, porque muchas veces cae en el fuego y muchas en el agua. Y lo traje a tus discípulos y ellos no pudieron curarlo. Respondiendo Jesús, dijo: ¡Oh generación incrédula y perversa! ¿Hasta cuándo estaré con vosotros? ¿Hasta cuándo os tendré que soportar? Traédmelo acá y Jesús lo reprendió y el demonio salió de él, y el muchacho quedó curado desde aquel momento.

Existen muchas personas atormentadas con espíritus inmundos. Algunos luchan con espíritus de lascivias, otros con adiciones (drogas, juegos,), desórdenes mentales y del sistema nervioso (esquizofrenia, Epilepsia) y otras inmundicias y ataduras generacionales. También lazos de creencias familiares que aun ejercen potestad; permanecen activa. Creyentes viviendo atormentados porque no se sujetan a Cristo; viven tibios, en dos aguas. Estos creen en Cristo, han hecho la confesión de fe, pero aun no deciden dejar el mundo; siguen atados a las cosas del mundo, dejando puertas abiertas para ser atormentados. “Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame” (Mateo 16:24 RV1960). Lucas 9:62 declara, “Nadie, que después de poner la mano en el arado mira atrás, es apto para el reino de Dios (Lucas 9:62). Seguir a Cristo requiere determinación, conversión genuina y obediencia.

El hombre no se hizo a sí mismo. Este fue creado por Dios, y solo Dios ejercía poderío sobre él, pero en el Edén, en su libre decisión, dio potestad a la maldad para que se activara y cultivara en él. Desde entonces, lucha con fuerzas de las tinieblas. El hombre ahora decide quien le gobierne, Cristo o espíritus inmundos, pero no está sin dueño; es sirviente de Dios o de satanás. El que no es de Cristo, poderes satánicos tiene la libertad de residir en él, atormentando su cuerpo y alma. Solo la presencia del Espíritu Santo morando en el hombre impide que espíritus inmundos habiten en él. Esto solo se logra por la fe en Cristo, aceptando que Él es Señor y Salvador de su vida. Juan 14:30 afirma que el príncipe de este mundo nada tuvo en Cristo, por consiguiente, tampoco en los lavados con la sangre de Cristo, aquellos que le obedecen, andando en el Espíritu. Efesios 6:12 declara que los cristianos no tienen lucha contra carne ni sangre, pero contra principados y potestades de las huestes de maldad de las tinieblas.

¿Te conocen los demonios?

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