Juan
1:11ª
“A
los suyo vino…”
La Biblia está llena de
referencias acerca de la necesidad de atender la familia, dando énfasis al
cuidado de “los tuyo” primeramente y luego los demás. La primera parte del
versículo referenciado (Juan 1:11) ilustra que Jesús vino primero a los suyos. La
Biblia presenta varios acontecimientos, pero existe una historia en particular
que muestra, de una forma directa y precisa el mensaje de atender y saciar “los
tuyos” y después a los demás. Esta mujer Sirofenicia buscaba ayuda del Maestro para su hija. Ella era
gentil, pero había oído del Maestro y fue en su busca. “Una mujer cuya
hijita tenía un espíritu inmundo, fue y se postró a sus pies. 26 La mujer era gentil, sirofenicia de nacimiento; y
le rogaba que echara fuera de su hija al demonio. 27 Y
El le decía: Deja que primero los hijos se sacien, pues
no está bien tomar el pan de los hijos y echarlo a los perrillos” (Marcos
7: 25c-27). Esta historia presenta a un Jesús que parecía carecer de
piedad a la necesidad de esta mujer. Muchos perciben esta anécdota bíblica como
algo controversial al carácter de Jesús. En realidad, con este comentario, el
Maestro dejo claro la importancia de “los tuyos.” Muchos cristianos, Lastimosamente,
están haciendo lo contrario. Se enfocan y preocupan en la predicación y
salvación de los demás mientras su familia está en necesidad de salvación o restauración.
Ministros predicando, salvando y restaurando vidas para Cristo, mientras su
familia está perdida en un infierno terrenal. No me refiero aquellos que continúan
testificando a sus familiares, sino de
aquellos que se han dado por vencidos porque la familia le rechaza su fe. Algunos
piensan que por predicar a los perdidos y servir en la congregación sus
familiares serán salvos. Se guían por el versículo: “Cree en el Señor Jesús, y serás salvo, tú y toda
tu casa” (Hechos 16:31), pero esto no quita que continuemos el trabajo
familiar de salvación y restauración.
Hechos 1:8 connota
el orden que se debe seguir en cuanto a servicio, predicación y ministración se
refiere. …”y me seréis testigos
en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.” Jerusalén, en
un sentido figurado, simboliza “los tuyos.” También es necesario entender que “los
tuyos” no representa únicamente a la familia biológica, sino también la familia
en la fe. Muchos pastores descuidan las ovejas de su redil. Estos consideran
que estas ovejas no necesitan ni requieren el grado de atención de las perdidas
o descarriadas, y solo se preocupan por añadir más ovejas al redil. La realidad es que muchas de las existentes
están perniquebradas, heridas, dañadas, en necesidad de ser atendidas. Algunos pastores
no entienden los éxodos en su congregación, y se preguntan por qué el Espíritu
Santo no sigue añadiendo “los que han de ser salvos” a su ministerio. Hombres sin
discernimiento, ¿Cómo va el Espíritu Santo añadir más ovejas a un redil que no
es atendido por su pastor?
Es necesario
un despertar pastoral de la necesidad interna de su congregación. Miembros emigrando
y pastores que no se dan cuenta. Es tan poco el valor que les dan a sus ovejas que
no invierten tiempo con ellas para conocerlas y saber sus necesidades
personales. Ni siquiera se perciben cuando se van del redil. Estos solo piensan
en como atraer más; su enfoque es externo. Invierten en programas y actividades
evangelisticas, con mucho atractivo, para promover su ministerio, haciéndose omiso
a la necesidad interna de la congregación. No están viendo lo que está sucediendo en su congregación
porque están mirando el redil de al lado para competencia. Que Dios tenga misericordia de esos líderes.
Jesús vino a
los suyos, y aunque estos no le recibieron no dejo de tratar de predicarles las
buenas nuevas. Siempre que tuvo la oportunidad lo hacía. Podía salir de Jerusalén
pero siempre regresaba con la esperanza de dar a conocer el Reino de Dios en
medio de ellos. El Mesías prometido con tantas ansias esperaba, pero su venda religiosa
no le permitió ver lo que tenían en medio de ellos; frente a ellos. Muchos pastores
no ven lo que está sucediendo en medio de ellos, con las ovejas, porque su
enfoque esta distorsionado. Israel esperaba un Mesías llegando con un gran ejército
y perdieron la oportunidad brindada. Pastores están perdiendo su redil porque
le falta trato; no están recibiendo amor ni cuidado de su pastor. Muchas se sienten
solas y abandonadas. El Espíritu Santo no las dejara sola. Le dará otro pastor
que las cuide y ame así como Cristo ama Su iglesia. El buen pastor deja las 99
para irse en busca de la que está perdida, herida, enferma. El buen pastor
conoce sus ovejas y ellas lo conocen a él. Existe una relación cercana, este
siente el dolor de ella y la cuida. En esto se conoce el pastor con llamado al
asalariado, este cuida las ovejas que tiene en su redil, no anda en
competencia, ni procura atraer las ovejas de otro redil.
Analiza y evalúa tu ministerio pastor. Antes que
venga el Espíritu Santo y te ponga en balanza.
Que Dios continúe
añadiendo más ovejas a los pastores llamados por El.
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